YUGOSLAVIA: Gestiones diplomáticas contra escalada de la guerra

Enviados diplomáticos europeos se reunieron en Belgrado hoy con el presidente de Yugoslavia, Slobodan Milosevic, mientras en Washington altos funcionarios de Estados Unidos hablaban de intensificar la guerra si el gobernante no acepta la paz.

El presidente estadounidense Bill Clinton se reunirá este jueves por primera vez con sus comandantes militares para discutir si es factible una invasión por tierra a Yugoslavia en el verano boreal, según informó la prensa.

El propio Clinton anunció que Washington enviará 68 aviones de guerra adicionales para tomar parte en la ofensiva aérea que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) inició hace 10 semanas contra Yugoslavia, y que planea duplicar la cantidad de soldados que enviaría a una fuerza de paz en Kosovo.

Clinton declaró que Estados Unidos tiene la "responsabilidad moral de oponerse a los crímenes contra la humanidad", en referencia al encausamiento de Milosevic por la Corte Internacional de las Naciones Unidas para la ex Yugoslavia, y prometió que la campaña de limpieza étnica iniciada hace 10 años por Milosevic "terminará de una vez por todas".

Las declaraciones de Clinton se conocieron mientras se intensifican las gestiones diplomáticas y la planificación militar con respecto de Kosovo.

Este miércoles, mediadores de Finlandia y Rusia viajaron a Belgrado para mantener negociaciones con Milosevic.

Funcionarios de Washington dijeron que no es probable que los viajes del presidente finlandés Marti Ahtisaari y del ex primer ministro ruso y actual enviado especial para los Balcanes Viktor Chernomyrdin resulten en un acuerdo inmediato aunque podrían mejorar significativamente las posibilidades de la paz.

En los últimos días, altos funcionarios yugoslavos declararon en reiteradas ocasiones que habían aceptado los principios básicos del acuerdo propuesto el 6 de mayo por el Grupo de los Ocho (G-8), integrado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia, Japón y Rusia.

Aunque condicionada, la aceptación fue confirmada por escrito por Milosevic en una carta dirigida al canciller (jefe de gobierno) alemán Gerhard Schroeder el martes.

Alemania presidirá durante el fin de semana una reunión de los ministros de relaciones exteriores del G-8 en la ciudad alemana de Colonia, que será seguida de una cumbre del grupo entre los días 18 y 20.

Los principios básicos del G-8 acordados en mayo incluyen el retiro de la policía, los militares y los paramilitares yugoslavos de Kosovo, sin especificar cantidades ni porcentajes. Belgrado indicó su voluntad de reducir sus fuerzas al nivel de tiempos de paz, o sea 36.000 soldados y policías.

La OTAN, por otra parte, insiste en el retiro de todas las fuerzas yugoslavas, con la posibilidad de que varios cientos puedan retornar como guardias fronterizos o fuerzas de seguridad para proteger sitios religiosos o históricos serbios.

Rusia se inclinaría a aceptar esta postura.

Pero más problemática es una cláusula de la declaración del G-8 que propone el envío de "personal civil y militar internacional" a Kosovo para supervisar el regreso de 1,2 millones de refugiados albanokosovares a sus hogares, mantener la paz y garantizar la autonomía de la provincia.

Yugoslavia, apoyada por Moscú, insistió en que las fuerzas internacionales deben ser de la Organización de las Naciones Unidas y recalcó que las tropas de la OTAN que participan de los bombardeos, sobre todo de Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña, deben ser excluidas.

La OTAN, por su parte, insiste en que sus fuerzas sean el "corazón" de toda operación de paz que se lleve a cabo, y sostiene que no se puede prohibir la participación de ningún país.

Chernomyrdin y Ahtisaari, el enviado de la Unión Europea, se reunieron de urgencia el martes con Schroeder y con el subsecretario de Estado de Estados Unidos, Strobe Talbott, en Berlín para ponerse de acuerdo sobre el documento que le presentarían a Milosevic.

Los cuatro políticos no se pusieron de acuerdo sobre varios puntos, pero hubo un consenso suficiente como para justificar un viaje a Belgrado, según los funcionarios.

"Llegamos a un acuerdo general", declaró Ahtisaari a la prensa luego de la reunión.

Funcionarios de Estados Unidos instaron a Ahtisaari a transmitir directamente las exigencias de la OTAN a Milosevic, según señalaron.

Los funcionarios dijeron que se sospechaba que, hasta ahora, Chernomyrdin había matizado las propuestas de la OTAN antes de presentárselas al presidente de Yugoslavia.

Athisaari será muy franco respecto de las exigencias de la OTAN, y también es probable que Milosevic esté más dispuesto a cumplir con ciertos requisitos para cumplir con las decisiones de Washington.

Este es el contexto en el cual el diario The New York Times informó que Clinton se reunirá el jueves con sus principales comandantes militares para discutir la factibilidad de una guerra terrestre.

Los líderes militares de Estados Unidos y la OTAN sostienen cada vez más abiertamente que los ataques aéreos podrían no ser suficientes para lograr los objetivos de la alianza, al menos antes de octubre. (FIN/IPS/tra-en/jl/mk/aq-ceb/ip/99

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