El papa Juan Pablo II planteó hoy en el Vaticano al secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, la necesidad de un acuerdo de paz en el Kosovo bajo la égida del foro mundial.
El papa "subrayó la conveniencia de que, bajo la égida de las Naciones Unidas, el cese de las hostilidades sea acompañado por un regreso simultáneo de los refugiados a Kosovo", informó el portavoz del Vaticano, Joaquín Navarro.
Juan Pablo II también reconoció la necesidad de una "fuerza de paz internacional, aceptada por todas las partes involucradas".
Navarro señaló que el pontífice y Annan analizaron la situación de la Yugoslavia, "en particular el drama humanitario de la población kosovar". Ambos "coincidieron en la necesidad de una solución negociada, en el respeto de la historia y del derecho", dijo.
El Papa reiteró su "apreció por el papel que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) cumple en el seno de la comunidad internacional y auspició una actividad siempre mayor en la prevención y la solución de los conflictos".
Annan estuvo unas dos horas con Juan Pablo II, con quien compartió un almuerzo de trabajo.
El funcionario llegó al Vaticano alrededor de las 11.00 horas GMT, en momentos en que el parlamento de Serbia, reunido en Belgrado, votaba la aceptación de un plan internacional de paz para poner término a la guerra en Kosovo.
Annan asistió a la audiencia que le brindó el Papa acompañado por Kieran Prendergats, subsecretario de la ONU para Asuntos Políticos, y por Elisabeth Lindermayer, su asistente especial.
El secretario general de la ONU fue recibido por el jefe de la diplomacia del Vaticano, Jean Louis Tauran, y por el secretario de Estado, Angelo Sodano.
El Papa había enviado una carta personal a Annan en abril para invitarlo al Vaticano con el fin de discutir sobre el conflicto en Yugoslavia.
"Es particularmente urgente que la ley y las instituciones hagan oír su voz, que permitan hacer callar las armas", expresó en esa carta.
Juan Pablo II ha manifestado su oposición a la guerra en Yugoslavia, tanto en lo que refiere a los ataques de la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN) como a la limpieza étnica en Kosovo contra la población de origen albanés.
Antes de dirigirse al Vaticano, Annan fue recibido por el presidente de Italia, Carlo Azeglio Ciampi.
Al llegar al aeropuerto de Fiumicino, Annan se negó a formular declaraciones a los periodistas alllí apostados. (FIN/IPS/jp/mj/ip/99