VENEZUELA: Ascensos militares agitan la escena política

La lista de ascensos militares presentada por el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, se convirtió en un factor que podría perturbar las relaciones entre poderes del Estado si el Congreso entraba algunas de esas promociones.

El mandatario descartó que el poder Legislativo pueda rechazar los ascensos que él aprobó.

Chávez presentó una lista con 267 ascensos, considerada como la más abultada en años, que el poder legislativo debe aprobar hasta el 1 de julio, para proceder a entregar los nuevos grados el 3.

Pero la Comisión de Defensa del Senado, encargada de revisar y aprobar la propuesta, decidió hacer una revisión detallada de los ascensos y a fines de esta semana trascendió que iba a "devolverle" al presidente una treintena de postulaciones.

"Yo lo que quiero es recordarle a todos que soy el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, que no hay dos, hay uno solo", dijo Chávez en respuesta a las anunciadas objeciones del Congreso.

El mandatario reconoció que los parlamentarios pueden hacer observaciones, pero advirtió que no tienen competencias para devolver las listas.

"Los ascensos militares van en la fecha indicada, están anunciados y haremos un acto esplendoroso", añadió.

Los ascensos militares venezolanos se llevan a cabo tradicionalmente a comienzos de julio, y esta es la primera vez que esa responsabilidad recae sobre Chávez, quien asumió el poder en febrero tras una clara victoria en las elecciones de diciembre de 1998.

El presidente es un teniente coronel retirado que no oculta una profunda vocación militar, lo cual incluso lo lleva a vestir en algunas ocasiones su uniforme, pese a que su cargo es civil.

Su relación con el mundo militar también está reflejada en el nombramiento de uniformados para ocupar algunos cargos de la administración pública.

La lista de ascensos comenzó a ser objeto de críticas tan pronto como fue presentada, debido a la cantidad de promociones que contemplaba.

"Uno de los aspectos más importantes es el relacionado con el número de plazas disponibles, ya que no se pueden ascender oficiales si no existen plazas vacantes", comentó el senador opositor Abdón Vivas, miembro de la Comisión de Defensa.

El ministro de la Defensa, el general Raúl Salazar, aseguró que sí existen plazas vacantes, y al hacer referencias a la cantidad de ascensos planteó que "quizás hemos sido mezquinos anteriormente".

Pero la situación se complicó más cuando la Comisión de Defensa, en la que los parlamentarios de oposición son mayoría, citó la ley orgánica de las Fuerzas Armadas para objetar a una treintena de oficiales.

El artículo 181 de ese cuerpo legal establece que no pueden ser beneficiados aquellos oficiales que han excedido el período previsto por la ley para ascender.

El gobierno argumenta que la ley de 1995 no es retroactiva, y por lo tanto no debería aplicarse en esos casos.

El presidente de la Comisión de Defensa, el oficialista Carlos Guyón, se opone a las objeciones de sus colegas y apoya Chávez. El presidente "debe tomar la decisión de los ascensos", comentó.

Y al mismo tiempo, advirtió que si no hay un acuerdo podrían agravarse las distanciadas relaciones entre el Gobierno y el Congreso. En ese caso, opinó, "habría enfrentamiento de poderes". (Fin/IPS/lc/eg/ip la/99

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