El Comando Sur del Ejército de Estados Unidos considera a Colombia "una amenaza para el hemisferio" por la inseguridad que reinaría en sus fronteras.
En un informe al Senado estadounidense, el jefe del Comando Sur, Charles Wilhelm, afirmó que las actividades guerrilleras, el narcotráfico y los grupos paramilitares de derecha de Colombia crean un riesgo para los países vecinos.
Panamá, apunta el documento, no tiene capacidad "para defender la soberanía de su frontera", en especial ante las repetidas incursiones de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en la zona del Darién (región selvática fronteriza).
"Operando desde refugios en el sur y este de Colombia están (los guerrilleros) extendiendo sus dominios" en la provincia del Darién "en Panamá, lo mismo que en Venezuela, Brasil, Ecuador y Parú", afirmó Wilhelm.
Panamá y Ecuador reforzaron en las dos últimas semanas la vigilancia en la frontera para protegerse de la guerrilla colombiana y el presidente de Perú, Alberto Fugimori, sugirió a comienzos de año acciones conjuntas para enfrentarla.
Venezuela debió acoger a su vez en el fronterizo estado de El Zulia a centenares de desplazados que a finales de mayo abandonaron sus hogares en la localidad colombiana de La Gabarra (nordeste) amenazados por paramilitares de derecha.
En opinión de Wilhelm, no hay duda de que la presencia de Estados Unidos (que cesa el 31 de diciembre de 1999) en Panamá ha sido "un elemento escencial" para garantizar la seguridad de la zona y sería "una buena alternativa" mantener fuerzas estadounidenses para preservarla.
Las afirmaciones de Wilhelm se produjeron como respuesta a las preocupaciones expresadas por varios congresistas de la oposición republicana de su país que ven con temor cómo la situación de orden público de Colombia afecta a terceros países.
"Estamos presenciando la 'balcanización' de Colombia. El presidente Andrés Pastrana continúa haciendo concesiones" a las guerrillas, mientras éstas "incrementan sus esfuerzos para menoscabar una paz y una estabilidad que ahora tambien amenaza a los paises vecinos", afirmó.
No obstante, Wilhelm reconoció los esfuerzos del gobierno del presidente Pastrana para buscar un acuerdo negociado con la guerrilla y de los líderes militares que "están impulsando reformas que harán más competitivas a las fuerzas de seguridad".
El canciller de Panamá, Jorge Ritter, al referirse a las declaraciones de Wilhelm, consideró "inaceptable" que se intente vincular el tema de la frontera con Colombia al del Canal de Panamá.
"Panamá y Colombia no sostienen ningún tipo de conflicto" entre ellos y los temas fronterizos no pueden "exagerarse con fines extraños", dijo a una radio local.
Las afirmaciones de Wilhelm fueron interpretadas por el jefe del opositor Partido Liberal (PL) de Colombia, Horacio Serpa, como "un pretexto para mantener la presencia de Estados Unidos en la zona del Canal de Panamá" y representan "una posible intervención" de ese país en los asuntos internos de Colombia.
"Están relacionadas más con planteamientos de algunos funcionarios estadounidenses en el sentido de que en Panamá deben quedarse tropas de ese país" que con "la circunstancia de que Colombia represente un peligro continental", señaló.
Serpa recordó que la eventual intervención militar edstadounidense en Colombia comenzó a circular "como rumor el año pasado no sólo en reuniones académicas sino en actos sociales y políticos".
En diciembre surgieron versiones de que el Comando Sur habría consultado a varios gobiernos de la región la propuesta de constituir una fuerza multilateral para enfrentar a la guerrilla colombiana.
En dos reuniones organizadas ese mismo mes en Washington y Pensilvanya, Colombia fue percibida como "un país problema" para la seguridad del hemisferio occidental.
Juan Esguerra, ex embajador en Washington, consideró que si bien el pronunciamiento de Wilhelm no puede considerarse como una declaración "oficial" del gobierno de Estados Unidos, de alguna manera refleja la posición de un sector importante de los más altos círculos de poder de ese país.
Según Esguerra, Estados Unidos "tiene modos y caminos extraoficiales para expresar sus preocupaciones oficiales" y hay que saber leer "entre líneas" de declaración del jefe del Comando Sur.
El senador Enrique Gómez, del gobernante Partido Conservador, consideró sin embargo que "desafortunadamente es verdad que la guerrilla colombiana es un peligro para la región".
La insurgencia se ha convertido en un "cártel de bandidos que secuestra nacionales y extranjeros, y negocia con narcotraficantes", estimó.
Para Gloria Cuartas, representante de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) para temas de la mujer y la paz, "la guerrilla está dando argumentos a Estados Unidos y al gobierno de Pastrana para salidas militaristas".
Pretendiendo constituirse en "el gendarme de la seguridad hemisférica", Washington ha llevado a cabo "intervenciones militares que apuntan a tomar el control económico, político y social" en la región, destacó.
La salida "no es la guerrilla, ni los paramilitares, ni el Ejército ni las ayudas militares de Estados Unidos" sino "una solución negociada al conflicto, en la que participen todos los colombianos para lograr un país en el que quepamos todos", concluyó. (FIN/IPS/yf/dg/ip/99
