BELGRADO – Los bombardeos de la OTAN contra Yugoslavia no sólo destruyeron la infraestructura y la economía, sino también el proceso democrático, que líderes opositores urgen a reanudar en cuanto llegue la paz.
Desde que Belgrado aceptó el plan de paz de la Unión Europea y Rusia a principios de junio, la cuestión del futuro político del país reapareció en los medios de Serbia, pese a las sanciones que los críticos del gobierno pueden enfrentar en el marco del estado de guerra declarado el 24 de marzo, cuando comenzaron los ataques de la OTAN.
La relativa cohesión social y política registrada durante la guerra, que al menos temporalmente fortaleció la imagen del gobierno contra el enemigo extranjero, da paso ahora a la renovación de ambiciones y proyectos políticos.
"El próximo paso que debe dar Serbia es una amplia democratización", exhortó Vuk Draskovic, líder del opositor Partido de la Renovación Serbia, el tercer grupo político del país.
"Ahora que se acerca el fin de la guerra, el siguiente paso es la democracia", dijo Draskovic a IPS en referencia a la aprobación parlamentaria del plan de paz presentado por el presidente finlandés Martti Ahtisaari y el enviado especial de Rusia, Victor Chernomyrdin. —-