POLITICA: Socialistas proponen un nuevo consenso global

El Consejo de la Internacional Socialista (IS) finalizó hoy en esta capital sus deliberaciones con un llamado a "vincular los avances materiales que permitió la globalización con el progreso social" en el mundo.

"Es urgente aprovechar las oportunidades que ofrece la globalidad para la estrategia de eliminar de una vez por todas el desempleo, el hambre y la indigencia", dice el documento final titulado "Consenso de Buenos Aires" y firmado por más de un centenar de partidos.

El nombre de la declaración "no es inocente" porque intenta tomar distancia del llamado "Consenso de Washington", comentó Raimon Obiols, secretario de Relaciones Internacionales del Partido Socialista Obrero Español.

El consenso de Washington engloba a los organismos multilaterales de crédito radicados en la capital estadounidense, que en las últimas décadas fijó la receta de ajuste estructural de corte neoliberal para aplicar, sobre todo, en los países en vías de desarrollo.

La reunión convocó a delegados de más de 130 partidos socialistas, socialdemócratas, laboristas y de centroizquierda de los cinco continentes, y tuvo como objetivo debatir ideas con miras al XX Congreso de la IS, el 8 y 9 de noviembre en París.

La IS multiplicó el número de partidos miembros en los últimos 15 años y su influencia comenzó a extenderse a países no europeos. Con la caída del muro de Berlín y la desintegración de la Unión Soviética, su discurso progresista ganó adeptos extrapartidarios.

El presidente de la IS, el ex primer ministro francés Pierre Mauroy, destacó al cierre de la reunión de Buenos Aires que además de la declaración de este sábado, hay una gran expectativa por el informe de la Comisión para el Progreso Global presidida por el ex jefe del gobierno español Felipe González.

El trabajo de la Comisión comenzó tras el XIX Congreso con la idea de contar con una plataforma socialista para el próximo siglo, pero numerosos delegados manifestaron en Buenos Aires su temor de que el documento quede sólo en el papel.

En este sentido, el dirigente del Partido de la Revolución Democrática Porfirio Muñoz Ledo, uno de los más críticos dentro del Consejo, sostuvo que "no hay un proyecto común" dentro de la IS y coincidió con el candidato socialista chileno Ricardo Lagos sobre la necesidad de definir una agenda común.

"Hay muchos partidos del Sur que se acercan a los europeos como a una clase alta, pero los europeos no definen nada porque muchos de ellos no están convencidos de que realmente el neoliberalismo es algo malo, en cambio para nosotros fue fatal", remarcó.

Muñoz Ledo criticó también a muchos dirigentes socialistas que cuando llegan al gobierno "se olvidan de convertir en políticas de Estado las tesis que sostienen cuando están en la oposición" y aseguró que "la IS tiene mucho de club y poco de compromiso".

La idea de realizar la reunión en una capital latinoamericana no sólo respondió a la necesidad de manifestar esta apertura más allá de Europa sino de apoyar a tres candidatos presidenciales de centroizquierda del Cono Sur que van a elecciones este año.

Se trata del chileno Lagos, el argentino Fernando de la Rúa, que se propone suceder a Carlos Menem, y el uruguayo Tabaré Vázquez candidato del Encuentro Progresista-Frente Amplio.

En la declaración de Buenos Aires, los socialistas volvieron a considerar que la política debe prevalecer sobre la economía -como lo hicieron en la anterior reunión del Consejo en noviembre- y reiteraron también que la IS "aprueba la economía de mercado pero rechaza la sociedad de mercado".

El informe reconoce asimismo los diferentes efectos que tuvo el neoliberalismo en América Latina, donde estas reformas muchas veces significaron la postergación de modernizaciones "vitales" como las de los servicios de salud y educación.

"Se necesita un nuevo consenso internacional que trascienda el así llamado Consenso de Washington que puso énfasis solamente en las reformas de mercado", dice el documento final de la IS.

La globalización y sus consecuencias sobre todo negativas en los países en desarrollo fue el tema más recurrente de la cita, así como el debate sobre la llamada "tercera vía", una polémica idea que alude a un camino distinto del comunismo y del neoliberalismo.

La tercera vía fue reivindicada por el primer ministro británico Tony Balir y el canciller alemán Gerhard Schroeder, pero ninguno de los dos pudo asistir a la reunión del Consejo.

En cambio, entre los asistentes la reunión de Buenos Aires estuvieron el primer ministro de Italia, Massimo D'Alema, el presidente del parlamento de Austria, Hens Sischer, y el primer ministro de Albania, Pandelli Mayko. (FIN/IPS/mv/ag/ip/99

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe