Disidentes del partido maoísta armado Sendero Luminoso, de Perú, organización declarada en 1996 "virtualmente aniquiladas" por el gobierno de Alberto Fujimori, abrieron en las últimas semanas dos frentes insurgentes en la selva.
Los grupos guerrilleros que entraron en operación pertencen a Sendero Rojo, que no acepta la rendición comunicada en 1993 desde la cárcel por el fundador del partido Abimael Guzmán, y que desde entonces se mantuvo refugiado en áreas selváticas poco accesibles realizando esporádicas incursiones.
Sin embargo, ahora parece haber iniciado una ofensiva de largo aliento, con operativos espectaculares destinados a demostrar su vigencia y capacidad de fuego.
Una columna de unos 80 combatientes de Sendero Rojo, que se desplaza por la zona del Alto Huallaga en la selva central, tomó por algunas horas varias localidades.
En tanto que en Viscatan, en la selva y sierra sur central, los senderistas se mueven en pequeñas unidades atacando a comunidades campesinas que les son hostiles.
El Ejército envió esta semana fuerzas aerotransportadas para reforzar los destacamentos en la zona del río Huallaga y sumarse a los efectivos que tratan de tomar contacto entre sí y cercar a la columna que atacó cuatro poblados, entre los que se encuentra Uchiza, una ciudad de mediana importancia.
Uchiza, donde existe un cuartel policial, fue tomada durante casi una hora el 28 de mayo por unos 50 guerrilleros, que atacaron e incendiaron algunos bancos y edificios públicos.
En el enfrentamiento fue muerto un senderista y heridos otros cuatro, mientras que también falleció un policía y un profesor y dos alumnos que fueron sorprendidos en medio del tiroteo.
Fuentes policiales aseguran que el Servicio de Inteligencia Nacional había advertido en marzo que los senderistas del Huallaga se aprestaban a actuar de nuevo y que "posiblemente tratarían de ejecutar operaciones de gran magnitud, que tengan resonancia internacional".
Otro destacamento del Ejército fue enviado por tierra a Viscatan, desde donde habrían salido los grupos armados que en mayo y los primeros días de este mes incursionaron en algunas aldeas serranas de la zona de Ayacucho y dieron muerte a los dirigentes campesinos que encontraron a su paso.
Los grupos armados buscaron a dirigentes de las "rondas campesinas", dieron muerte a algunos de ellos e incendiaron sus casas, al tiempo que advertieron a la población que sería asesinado todo aquel que diera información o asistencia al Ejército.
Según el sociólogo Flavio Solorzano, analista de la organización no gubernamental "Población y Desarrollo", cada uno de los dos frentes guerrilleros reabiertos por Sendero Rojo tiene funciones específicas.
"El mando político del grupo disidente de Sendero Luminoso que no acepta la línea de paz adoptada por Guzmán está en Viscatan, en tanto que la columna que opera en el Huallaga debe realizar operativos de impacto político y obtener recursos logísticos", explicó Solorzano.
El experto agregó que "se puede deducir que Sendero Rojo trata de recuperar sus bases sociales en Ayacucho, donde se originó en 1980 la guerra campesina dirigida por Guzmán".
Viscatan es considerada desde 1994 el refugio de Oscar Feliciano Ramírez, conocido como el "camarada Feliciano", el único miembro del Comité Central de Sendero Luminoso que está en libertad. Ramírez encabezó la disidencia contra la rendición propuesta por Guzmán.
Portavoces gubernamentales, cuyas declaraciones fueron recogidas por la prensa de Lima la semana pasada, dijeron que en Huallaga surgió un nuevo mando político militar senderista, dirigido por Julio Flores o Filomeno Cerrón (se ignora cual de ellos es su verdadero nombre), más conocido como el "camarada Artemio".
Algunos expertos conocedores del senderismo estiman que "Artemio" no responde a la directiva de "Feliciano", sino que trata de operar por su cuenta, aprovechando el malestar campesino y el leve repunte de los precios de la coca.
Otros, como Zolórzano, sostienen que es sólo un "mando regional", que acata la autoridad del jefe de Sendero Rojo.
La zona en la que opera "Artemio" fue entre 1980 y 1993 la base económica de Sendero, a través de la realización de operativos de protección o extorsión a las bandas de narcotraficantes peruanos y colombianos, que exportaban más de una tonelada semanal de pasta básica de cocaína desde Huallaga.
El desplome de los precios de la hoja de coca, insumo principal para la elaboración del producto, y los éxitos de la interdicción aérea contra los vuelos clandestinos de transporte de droga provocaron un repliegue de los narcotraficantes, dejando sin fuente financiera a los guerrilleros.
La hipótesis de Solórzano es que el rebrote guerrillero en el Huallaga y en Viscatan están coordinados y obedece a un plan político único.
El presidente Fujimori coincide con esta tesis al calificar los recientes operativos senderistas como "manotazos de ahogado".
El jefe de la IV Región Militar del Ejército, general Percy Corrales, también afirmó que los operativos insurgentes en la zona del Huallaga corresponden a "bandas armadas que quieren relanzar el negocio de la protección del narcotráfico".
"Esos rebrotes subversivos tienen escasas posibilidades políticas y serán aplastados por el Ejército, en bien de la tranquilidad nacional", afirmó el general Corrales.
En 1993, después de 13 años de guerra que provocaron más de 28.000 muertos y desaparecidos, Sendero Luminoso controlaba gran parte del país, había creado "zonas liberadas" y desestabilizaba la autoridad del gobierno central en casi 30 por ciento del territorio nacional.
Pero los "ronderos", fuerzas paramilitares campesinas creadas y armadas por el gobierno, y la convicción de los mandos senderistas de que "estaban maduras las condiciones para golpear políticamente al régimen y precipitar su caída" llevó a Guzmán a Lima para dirigir de manera personal la "embestida final".
Pero en la capital peruana, los servicios de inteligencia funcionaban mejor que en las abruptas serranías e intrincadas selvas donde había crecido Sendero.
Guzmán y la mayoría del Comité Central de su partido fueron apresados, hecho que provocó el colapso político y militar de la organización insurgente.
"Feliciano" logró escapar, se refugió en la selva y durante tres años trató de reconstruir las células de su partido, cuyos militantes se habían desmoralizado y desperdigado, y en 1995 anunció que no acataba la rendición planteadas por su encarcelado jefe máximo.
Hasta el momento, todos los esfuerzos por descubrir el paradero de "Feliciano" y apresarlo han fracasado. Se dice que está en las tropicales serranías de Viscatan, enfermo y bajo la protección de un grupo que le es fiel. (FIN/IPS/al/dm/ip/99