Empresarios y trabajadores industriales y agropecuarios de Paraguay realizarán este jueves una huelga contra el contrabando y se concentrarán frente al parlamento para reclamar la destitución del director general de Aduanas.
El propio ministro de Hacienda, Federico Zayas, atribuye al director de Aduanas, William Irrazábal, la responsabilidad por el contrabando en un país donde esta actividad ilegal es tradicional.
La situación se ha visto agravada por la devaluación del real de Brasil, moneda del país vecino que se depreció 60 por ciento desde enero, dado que las exportaciones paraguayas hacia ese país cayeron de 51 por ciento a 29 por ciento del total, según el último informe del Banco Central con cifras hasta el 30 de abril.
La huelga responde a "la situación límite" que constituye "la recesión agregada al contrabando por la devaluación del real", sostuvo Petronio Muñoz, presidente de la Cámara de Chacinados.
"Si no hemos cerrado, ni largado (despedido) personal, es porque tenemos esperanza de que las cosas cambien en el país", agregó Muñoz.
Juan Angel Villagra, presidente de la asociación de confeccionistas de vestimenta, calculó que entre 7.000 y 8.000 personas se movilizarán la mañana de este jueves con automóviles, camiones, ómnibus y tractores.
El industrial cervecero Eduardo Felippo aclaró que su empresa detendrá sus actividades pero pagará el salario a sus obreros.
La Union Industrial Paraguaya (UIP) calificó la situación de "grave", mientras Villagra opinó que "el país está asolado, las industrias están totalmente golpeadas y muchas van a quedar afuera si no se toman medidas correctivas urgentes".
La exportación legal y reexportación ilegal de Paraguay por medio de pequeños contrabandistas brasileros, denominados "sacoleiros", ascendió a mediados de los años 90 a 4.500 millones de dólares anuales, según cifras del Fondo Monetario Internacional difundidas por el economista Pablo Herken.
Pero los controles impuestos desde 1995 por las autoridades tributarias brasileñas en los pasos fronterizos y la depreciación relativa del real redujo al mínimo el pasaje de productos electrónicos, perfumes y cigarrillos cuyo destino principal es Sao Paulo.
El ministro Zayas calificó este miércoles de "sinvergüenza" a Irrazábal, pero el director general de Aduanas lo desafió a probar sus dichos. Al mismo tiempo, defendió al personal de su repartición, donde "hay funcionarios con dignidad que tienen familias e hijos".
"Estoy con la consciencia tranquila, pero no entiendo por qué el ministro de Hacienda se la toma conmigo. No sé qué tiene contra mí, pues me ve y se pone nervioso", agregó Irrazábal.
Sin embargo, las críticas de Zayas son repetidas por los ministros de Industria y Agricultura.
Irrazábal permanece en su cargo gracias a la composición multipartidaria del gabinete de "unidad nacional", donde facciones enemistadas entre sí del Partido Colorado, tradicionalmente gobernante, se repartieron cargos en los que deben mantenerse para no perder votos en el parlamento.
El director de Aduanas admitió que no habla con el ministro de Hacienda, al cual envía diariamente sus informes por medio del viceministro de Tributación, Niceto Ovelar, porque es su "jefe directo", argumentó.
El fundamento más inmediato para pedir su relevo es el hallazgo de un cargamento de calzado brasileño de contrabando, incautado tras pasar dos aduanas sin ser detenido, en el marco del denominado Operativo Jejoko (atajar, en idioma guaraní) al que se considera un fracaso.
Zayas y su par de Industria, Guillermo Caballero Vargas, lanzaron el publicitado plan hace dos meses, sin lograr mejoras de la recaudación tributaria. Irrazábl cree que él será el chivo expiatorio.
El gobierno está acuciado entre sus deudas a proveedores de 180 millones de dólares, la necesidad de solventar un subsidio a los cultivos con 15 millones de dólares y el pago de cinco millones de dólares por el vencimiento de bonos en junio.
Al mismo tiempo, se reducen los aportes de empresarios que pierden mercado interno con el abaratamiento de bienes procedentes de Brasil.
La UIP pidió, en un espacio contratado en diarios de Asunción, disculpas "a toda la ciudadanía por las dificultades que acarreará" la "movilización de gente, transportes y maquinarias".
"Nuestra movilización se fundamenta en la necesidad de reactivar la economía, combatir el contrabando y apoyar las buenas intenciones del Poder Ejecutivo para la generación de empleos", agregaron los manufactureros, acompañados por dirigentes de la Asociación Rural del Paraguay.
El ministro Caballero Vargas mantuvo una reunión urgente con el presidente Luis González Macchi para tratar denuncias de productores de azúcar de caña, que critican la invasión del producto procedente de Brasil, país acusado de subsidiar al sector por medio de su programa de alconafta.
"Es preocupante. Si ésto continúa así, por algún lado tiene que reventar, dado que, si los subordinados no responden a sus jefes, mal podemos llevar adelante un operativo", advirtió Caballero Vargas, quien maneja la posibilidad de que la propia policía realice requisas en comercios minoristas.
"El gobierno tiene intenciones de cambiar la situación, pero también vemos que hay un gran sector" de importadores, despachantes y funcionarios aduaneros "que quiere mantener este sistema", dijo Guillermo Stanley, director de la privatizada empresa acerera Acepar.
El presidente González Macchi dio 30 días de plazo para mostrar resultados al director general de Aduanas, quien respode al presidente del Congreso Juan Carlos Galaverna, quien ejerce como vicepresidente de Paraguay.
La manifestación, que congelará este jueves la actividad en Asunción, complica las discusiones del Grupo Mercado Común del Mercado Común del Sur, bloque de integración que integran Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
En las sesiones, que continuarán hasta que lleguen el próximo lunes los mandatarios de los cuatro países, se discute la eliminación a partir del 2001 del régimen especial para el azúcar, que hasta la fecha impide la venta intraregional del producto sin aranceles.
"Hasta enero éramos exportadores a Brasil y desde el 15 de enero, cuando ellos devalúan, sufrimos una invasión de productos derivados de dicha variación macroeconómica, que es un área no coordinada aún con los socios del Mercosur", dijo Stanley. (FIN/IPS/cm/mj/if/99