NEPAL: Mujeres alfabetizadas se suman a filas rebeldes

Las campañas de alfabetización de adultos en Nepal llevaron involuntariamente a que muchas mujeres del medio rural se sumaran a las filas del grupo armado de extrema izquierda que declaró la guerra al gobierno.

Habilitadas por su capacidad de leer y escribir, las mujeres de las Colinas de Gorkha, una región relativamente más desarrollada de este país pobre, se incorporaron al movimiento guerrillero.

Las mujeres representan un tercio de los integrantes del grupo guerrillero maoísta que profesa solidaridad con el movimiento Sendero Luminoso de Perú, en los 45 de los 75 distritos de Nepal donde se extendió la insurgencia desde su surgimiento a comienzos de 1996.

Aunque la mayoría de las personas que huyeron al bosque y se levantaron en armas en los distritos de Rolpa y Rukum son hombres y mujeres analfabetos, los habitantes cultos de Gorkha también se sintieron atraidos por la incendiaria ideología de los maoístas.

Los revolucionarios quieren reemplazar la monarquía constitucional de Nepal por un gobierno republicano.

Los maoístas afirman que diez años de gobierno multipartidario no cambiaron la estructura de relaciones feudales respecto de la tierra ni disminuyeron la pobreza, en un país donde 70 por ciento de la población vive por debajo de la línea de pobreza.

En las villas del distrito de Gorkha, las campañas de alfabetización, iniciadas por organizaciones no gubernamentales como Salven a los Niños, de Estados Unidos, permitieron a las mujeres apreciar el valor de la educación para una mayor participación y promover la educación de niños y niñas.

Las investigaciones realizadas en villas como Takukot en Gorkha, donde Salven a los Niños desarrolló actividades, revelan que las mujeres que participaron en el programa se aseguraron de que sus hijos vayan a la escuela y también fueron una influencia positiva para sus vecinos.

Como consecuencia, hubo un marcado aumento del número de niñas que estudian en las escuelas de las villas, a las que rara vez asistían niñas.

El grupo de mujeres Sancharika afirmó que 50 por ciento de los alumnos en las escuelas del distrito de Gorkha son niñas, en comparación con un nivel de alfabetización femenina nacional de 25 por ciento.

Shobha Gautam, activista de Sancharika, dijo que una de las razones del alto porcentaje de niñas en las escuelas es que los padres envían a sus hijos a estudiar a Katmandú, fuera del distrito de Gorkha, afectado por la insurgencia.

"Temen que sus hijos sean politizados en las escuelas, que se cree están bajo la influencia de los simpatizantes maoístas. También temen que sus hijos sean atrapados por la policía, que sospecha de todos los estudiantes", agregó.

Muchos activistas son ex estudiantes que fueron atrapados por la policía y obligados a la clandestinidad, como Niru Pokhrel, de 19 años, que fue arrestada mientras se dirigía a una villa vecina para participar en un programa cultural.

Shiva Kumari Biswakarma, estudiante universitaria de Katmandú, fue atrapada por la policía cuando visitó con un amigo a su hermano en la cárcel. La joven era activista cultural en una organización aliada al Partido Comunista de Nepal-Maoísta, el ala política del grupo armado.

Debido a que los miembros más jóvenes de las familias de maoístas conocidos son acosados regularmente, es casi una conclusión obvia que se verán obligados a unirse al grupo proscrito.

El distrito de Gorkha tiene una tradición de apoyo a la izquierda radical. Los dirigentes del grupo Guerra Popular son de allí, incluso dos mujeres, Hisila Yami y Pampha Bushal.

Baburam Bhattarai, jefe del Partido Comunista de Nepal-Maoísta también procede del distrito de Gorkha.

La ideología del grupo de extrema izquierda atrajo a las minorías tibetano birmanas y no arias marginadas étnica y lingüísticamente (20 por ciento de la población), especialmente a las mujeres, que son las más oprimidas cultural y económicamente.

El movimiento constituye la posibilidad de escapar del opresivo ambiente sociocultural del patriarcado hindú.

Los derechos de las mujeres, particularmente a la propiedad, se encuentran entre los 40 puntos del programa de acción de los maoístas. Esta es una revolución en la que la "cuestión de las mujeres" no se aplazará.

"Las mujeres tienen más que ganar que los hombres", dijo una de las líderes a IPS.

En las villas atrasadas de Nepal, abandonadas por los hombres que van en busca de trabajo, los escuadrones guerrilleros de mujeres manejan casos de injusticia contra mujeres despojadas de sus propiedades o castigan a galanteadores impertinentes.

"Las mujeres apoyan especialmente la Guerra Popular", dijo una líder maoísta.

El adoctrinamiento maoísta comienza en la infancia. "Los maoístas toman las propiedades de los ricos y se las dan a los pobres,… luchan por la justicia para los pobres,… son torturados y asesinados por la policía porque trabajan para los pobres", repiten mecánicamente las niñas de 10 a 12 años.

Con respecto a la gente común asesinada por los maoístas, que fueron acusados junto al gobierno de violar los derechos humanos, hay una respuesta automática: "Fue asesinado porque era un tonto, o peor, un informante".

Salven a los Niños terminó su trabajo en las Colinas de Gorkha. Su director regional, Keith D. Leslie, niega que haya habido presión del gobierno para cerrar el programa que comenzó hace 15 años.

La xenofobia de los maoístas afectó la operación de la organización, reconoció, a pesar de que fue su presencia en la región lo que fortaleció al movimiento contra el gobierno. (FIN/IPS/tra-en/rm/an/at/aq/ip-pr/99

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe