MUJERES: Socialistas del mundo piden visión de género en política

Más de un centenar de delegadas de la Internacional Socialista de Mujeres (ISM), reunidas en la capital de Argentina, reclamaron ir más allá del cupo y exigir que la perspectiva de género esté presente en todas las políticas públicas.

"Este acto en Argentina se constituye como el más importante de la historia de la ISM", reconoció la presidenta de la organización, la canadiente Audrey McLaughling, al inaugurar el encuentro que comenzó el domingo 27 y se prolongó hasta la noche de este lunes.

"La lucha de las mujeres por el equilibrio de poder en todos los ámbitos, nacionales e internacionales, no se limita al cupo en cargos electivos o ejecutivos, sino que debe extenderse hacia la economía, la saeguridad, la paz y el bienestar", desafió McLaughling.

La reunión convocó a representantes de partidos socialistas, socialdemócratas y laboristas de más de 30 países miembros de la ISM y varias decenas de delegadas mujeres de partidos que no participan de la organización sino como observadores.

Las mujeres se reunieron un día después del cierre de la reunión del Consejo de la Internacional Socialista (IS), presidida por el ex primer ministro francés Pierre Mauroy, que sesionó el 25 y 26 con dirigentes de más de un centenar de países de los cinco continentes.

Los delegados de la IS habían emitido el documento "Consenso de Buenos Aires" con críticas a los efectos sociales negativos de la globalización, y las mujeres allí presentes reclamaron que se amplie la referencia que allí se hacía sobre las mujeres.

"Se debe prestar especial atención a los más vulnerables, tales como las mujeres y los niños", mencionaba un párrafo, que luego se amplió como sigue:

"Por lo tanto, las mujeres deben contar con una distribución equitativa en el proceso de toma de decisiones relacionadas con la economía mundial, el alivio de la pobreza, la degradación medioambiental, la negociación de conflictos y la promoción de una gobernabilidad democrática".

En el cierre de las deliberaciones de la ISM, el informe final dio la bienvenida a los planes de igualdad y a las medidas de acción positiva que se vienen aplicando en muchos países en la última década, sobre todo a las cuotas para cargos electivos.

Consideró que esos planes y medidas constituyen "un instrumento válido para una mayor equiparación entre géneros" y subrayó que para garantizar su efectividad los gobiernos deben crear una estructura de seguimiento y evaluación de la perspectiva de género en las políticas públicas y en cada área.

La italiana Pía Locatelli consideró que uno de los más grandes aportes de la ISM a la política mundial es el concepto de "corriente principal" en el río de la sociedad, que alude a que las mujeres deben estar presentes desde que se piensa una política hasta que se evalúan sus efectos luego de aplicada.

"La política no es neutral, impacta de manera diferente a hombres y mujeres", sostuvo por su parte la delegada chilena Natacha Molina, que habló en nombre del grupo latinoamericano.

"Se es más pobre cuando además de pobre se es mujer", consideró.

Para Molina, el éxito de la implementación de la perspectiva de género en las políticas públicas depende de que haya planes con etapas claras y visibles, además de conciencia de género en los o las funcionarios encargados de llevarlas adelantes.

También estuvieron presentes la secretaria general de la ISM, la holandesa Marlene Hass, la ministra para la Familia de Senegal, Aminata Mbengue Ndieye, la titular del Partido Laborista inglés Brenda Etchells y la parlamentaria europea Lissy Groner, del Partido Socialdemócrata Alemán.

Finalmente, las mujeres instaron a los partidos miembros a "fortalecer su compromiso con un futuro solidario para lograr la igualdad de oportunidades y de trato entre mujeres y hombres para el acceso y permanencia en el empleo, la educación, la salud y en todos los niveles de decisión".

La ISM tuvo su primer antecedente en 1907 cuando las mujeres socialistas celebraron en Stutgart, Alemania, su primera conferencia internacional encabezada por la alemana Clara Zetkin, para bregar por el derecho del sufragio universal y otros derechos políticos.

Pero tras las interrupciones en el funcionamiento de la organización durante las guerras mundiales, los encuentros se reanudaron recién en 1955, cuando se fundó el Consejo Internacional de Mujeres Socialdemócratas que en 1987 adoptó el nombre de ISM.

Con esa denominación, las mujeres progresistas iniciaron una larga tarea para conseguir que se respeten cupos para los cargos electivos y ejecutivos, y lo lograron ampliamente a nivel nacional en numerosos países, pero ahora quieren ir más allá.

Implementar la perspectiva diferenciada por sexo al encarar las políticas públicas nacionales e internacionales, y exigir la mitad de los cargos en los organismos multilaterales como las Naciones Unidas o las entidades crediticias, para influir con esta visión. (FIN/IPS/mv/dg/ip pr/99)

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