La proyectada privatización de la industria petroquímica de México deberá ser llevada a cabo por el gobierno que se instale en el 2000, debido al clima de inestabilidad que impera al finalizar el actual período, según analistas.
El aplazamiento de la privatización de este sector obedece a que los inversionistas extranjeros prefieren esperar, ante la inestabilidad que suele caracterizar los últimos momentos del gobierno, afirmó el martes Jorge Marín, presidente del Club de Exportadores.
Las autoridades pretenden traspasar a manos privadas el sector petroquímico de la empresa monopólica estatal Petróleos Mexicanos (Pemex) desde 1992, pero será el próximo gobierno el que dicte las condiciones.
El proyecto de venta de Pemex-Petroquímica es cuestionado con fuerza por partidos políticos opositores y sindicatos, que lo califican de "anticonstitucional".
La industria petrolera mexicana, nacionalizada en 1938, es una de las pocas del mundo que ha mantenido limitada la participación privada.
Aunque el esquema de venta de Pemex-Petroquímica está definido por completo, el gobierno actual no abrirá un nuevo proceso de licitación, luego de que el último fue declarado desierto en febrero, explicó Leopoldo Gómez, subsecretario de Operación Energética.
El grupo Alpek, único postor para la licitación del complejo petroquímico Morelos, decidió retirarse de la competencia por considerar inconveniente el esquema de venta.
Durante el año y medio que resta al gobierno de Ernesto Zedillo, Pemex deberá redefinir su estrategia de trabajo, que requiere urgentes inversiones para mejorar sus condiciones de operación.
De acuerdo con analistas, a finales de junio la Secretaría (ministerio) de Energía dará a conocer el esquema de trabajo de un sector cuyo proceso de privatización llegó a ser central en la agenda del gobierno.
El programa de inversión pública para ampliar la capacidad de producción de Pemex-Petroquímica está siendo analizado y pretende cubrir las necesidades de los compradores del monopolio y de los industriales del país, afirmó Dionisio Pérez, jefe de Promoción de Inversiones de la Secretaría de Energía.
Luego del fracaso de la licitación del complejo petroquímico Morelos, Tillez pidió un plan para resolver las necesidades de esa industria, que durante el primer trimestre del año invirtió 10,7 millones de dólares, es decir 200.000 dólares más que en el mismo período de 1998.
Según los analistas, será el próximo gobierno el que decidida finalmente cómo quedará el sector petroquímico de Pemex y prevén además inversiones por unos 250 millones de dólares, destinados fundamentalmente a Morelos y Cangrejera, los dos complejos más importantes.
La petroquímica Morelos, que el año pasado logró ventas por 213,3 millones de dólares, tiene un valor de 400 millones de dólares, según medios financieros.
Las empresas interesadas en comprar ese complejo tendrían que haber pagado unos 196 millones de dólares, es decir la mitad de las acciones.
En octubre de 1996, el Congreso legislativo aprobó una propuesta para pasar a manos privadas hasta 49 por ciento de las acciones, cuando la iniciativa original preveía la venta de 100 por ciento de Pemex-Petroquímica.
Fuentes empresariales señalan que el valor de un complejo petroquímico nuevo asciende a 850 millones de dólares y que el mismo tardaría cinco años en ser construido.
La reconstrucción de las plantas de etileno Morelos o Cangrejera tardaría menos de tres años e implicaría recursos por 400 millones de dólares.
En 1992, cuando se anunció la privatización de las petroquímicas de Pemex, se formaron grupos de empresas para adquirir algunos complejos. Actualmente, industriales locales han expresado su renuencia a arriesgarse a invertir debido, entre otras cosas, a las dificultades de encontrar socios.
El gobierno había calculado que podría vender las petroquímicas en unos 2.000 millones de dólares, cuando el valor de la misma sería de más de 10.000 millones de dólares, según los detractores del proyecto privatizador.
Entre 1985 y 1994, México desarrolló un agresivo proceso de privatizaciones que lo colocó como líder en la materia en América Latina (FIN/IPS/pf/mj/if en/99
