La policía de México sigue reprimiendo a los huelguistas de la maquiladora (zona franca industrial) de Han Young, en la ciudad de Tijuana, a pesar de que el máximo tribunal del estado de Baja California Norte declaró la represión ilegal.
La huelga, en su séptima semana, llamó la atención de los legisladores federales. La semana pasada, 14 senadores de la cámara alta del Congreso firmaron una carta que exige el retorno de la ley y el orden en Tijuana y que las autoridades protejan los derechos de los huelguistas.
"Exigimos el fin inmediato y definitivo de la represión que los huelguistas padecen desde el comienzo de su lucha", declaró la senadora Rosa Garabito, en representación de los 14 legisladores.
En abril, la máxima autoridad judicial de Baja California Norte dictaminó que las autoridades de Tijuana violaron la ley en 1998 cuando reprimieron una huelga en Han Young, la primera practicada por un sindicato independiente en la historia de las maquiladoras de este país.
El fallo, que concedió estatuto legal a la huelga contra la fábrica de Han Young, fue firmado por los tres jueces del tribunal.
Tras el fallo, el independiente Sindicato 6 de Octubre de Industria y Comercio fijó banderas rojas y negras en la entrada de la fábrica el 3 de mayo y cesó la producción.
Las banderas en una huelga legítima en México significan que la fábrica debe permanecer cerrada hasta que se resuelva la disputa laboral.
Pero en lugar de respetar la decisión judicial, la policía sigue intentando ingresar esquiroles a la fábrica para reanudar el trabajo, incluso después de que el sindicato obtuvo nuevas órdenes de la corte.
En un incidente el mes pasado, dos abogados de la asociación estatal de empleadores, COPARMEX, llegaron a la fábrica acompañados por 10 camiones llenos de polícias de Tijuana e intentaron quitar los carteles de la huelga.
Pero la policía retiró a los esquiroles cuando llegaron equipos de la televisión local y empezaron a filmar lo que ocurría.
No obstante, seis días después, varias decenas de policías de Tijuana, junto a la Policía Judicial del estado, retiraron las banderas de la huelga y acompañaron a 70 esquiroles a la fábrica.
Pero la producción no se pudo reanudar porque pocos de los trabajadores sabían operar los equipos de la fábrica, y tuvieron que retirarse.
Enrique Hernández, secretario general del sindicato 6 de Octubre, fijó nuevamente las banderas de la huelga a las puertas de la fábrica. "No me importa cuántas veces las quiten, nosotros las pondremos de nuevo", comentó.
"Nos enfrentaremos a la ley nosotros mismos", advirtió la semana pasada Isias Valenzuela, jefe del sindicato, después de que un juez federal falló nuevamente contra el intento de la compañía de declarar ilegal la huelga.
Cincuenta hombres ingresaron a la fábrica el día 9. Los intrusos usaron sopletes para cortar el alambrado y la verja del establecimiento y quemaron a dos huelguistas que intentaron detenerlos.
Unos 100 policías judiciales supervisaron la acción y funcionarios estatales observaron los hechos junto a una ambulancia.
La acción de la policía no se limitó a la fábrica. Silvestre Rodríguez, Miguel Angel Sánchez y otros miembros del comité huelguista dijeron que las autoridades los detuvieron en sus casas. Rodríguez trabaja en Han Young desde 1993, y Sánchez desde 1995.
Ordenes de arresto se expidieron contra Hernández y el abogado del sindicato José Peñaflor en diciembre, acusándolos de retener como rehén al propietario de la fábrica por una hora durante la huelga del año pasado. Ambos niegan el cargo y sostienen que fue un pretexto para detenerlos.
Desde entonces, Hernández y Sánchez fueron acusados de impedir ilegalmente el uso de la fábrica, pero el sindicato consiguió mandatos que bloquean las detenciones.
Incluso después de los últimos fallos judiciales, el viernes la policía expidió una nueva órden de arresto contra Hernández.
En una conferencia de prensa realizada en Tijuana el 4 de mayo, la policía advirtió que los sindicatos independientes se podrían extender a otras fábricas junto a la frontera con Estados Unidos si triunfa la huelga en Han Young.
Dos millones de personas trabajan en las fábricas fronterizas, 200.000 en Tijuana. La mayoría de las maquiladoras tienen contratos con sindicatos estatales que, según sus detractores, garantizan la producción a pesar de los bajos salarios y las peligrosas condiciones de trabajo.
Los últimos datos oficiales revelaron un caída sin precedentes de siete por ciento en el crecimiento de las maquiladoras en el último año.
A principios de mes, el sindicato 6 de Octubre y otros afiliados a la nueva e independiente Unión Nacional de Trabajadores celebraron un referéndum para los obreros de las maquiladores de Tijuana.
A los obreros se les preguntó si estarían dispuestos a ir a la huelga para conseguir un salario mínimo de 100 pesos por día. A pesar de la fuerte presencia policial en los lugares de votación, más de 5.000 trabajadores votaron afirmativamente casi por unanimidad en Tijuana, Tecate, Ensenada y Rosarito.
Los huelguistas de Han Young exigen un aumento salarial de 35 por ciento, la distribución de las ganancias como lo exige el gobierno y escalas salariales que recompensen la experiencia y los años en el trabajo.
La compañía produce chasis de camiones para el establecimiento manufacturero de Hyundai, uno de los mayores de Tijuana. En 1997, los obreros de Han Young se movilizaron para sustituir al sindicato estatal por uno independiente.
En diciembre de ese año, consiguieron el estatuto legal para el sindicato independiente, tras una huelga de hambre en el municipio y varias semanas en que simpatizantes en 25 ciudades de Canadá y Estados Unidos se manifestaron frente a centros de venta de automóviles Hyundai.
El sindicato 6 de Octubre luego inició la primera huelga legal de una maquiladora el 22 de mayo de 1998. Después de dos semanas, la policía retiró y quemó las banderas de la huelga, y acompañó a los esquiroles adentro de la fábrica.
Esta fue la medida que el tribunal de Baja California Norte declaró ilegal. (FIN/IPS/tra-en/db/mk/aq/lb/99