El guerrillero Ejército Popular Revolucionario (EPR) de México cumple tres años aislado política y militarmente, dividido y con sus miembros y simpatizantes acosados por militares y policías.
El EPR irrumpió el 28 de junio de 1996 con demandas de cambios radicales en el sistema político y llamados a formar un frente nacional revolucionario. Hoy, ninguna fuerza política, ni los zapatistas del sureño estado de Chiapas, le dan importancia, mientras el gobierno lo califica de grupo de delincuentes.
Sus acciones militares, que en un primer momento se orientaron contra descatamentos militares y policiales en los estados de Guerrero, 272 kilómetros al sur de la capital, y Oaxaca, mermaron hasta casi desaparecer en la actualidad.
Los miembros del EPR, en su mayoría indígenas, se limitan ahora a realizar algunas acciones de propaganda en zonas rurales del sudeste del país, donde la militarización es masiva y, según grupos humanitarios, se tortura, persigue y hostiga a los campesinos.
Los pronunciamientos públicos o las conferencias de prensa clandestinas del grupo, frecuentes en el pasado, son cada vez más esporádicos, mientras algunos presuntos dirigentes guerrilleros detenidos por la policía habrían declarado que el EPR vive un fuerte conflicto interno.
Bajo una bandera verde con una estrella roja cruzada con un machete, un fusil y un martillo, unos 60 hombres armados y con los rostros cubiertos se presentaron en 1996 en un acto público en Guerrero donde se recordaba el asesinato de 17 indígenas a manos de la policía y prometieron hacer la guerra al gobierno.
Con un lenguaje similar al de las guerrillas de los años 70, el EPR anunció que promovería profundos cambios sociales y llamó a las fuerzas de izquierda a sumar fuerzas, pero no obtuvo respuesta.
Miembros del gobierno del presidente Ernesto Zedillo han manifestado que el EPR es un grupo de delincuentes que se mueve entre sombras y no tiene importancia política.
Desde la aparición del EPR, numerosas personas, en su mayoría campesinos de Guerrero, fueron acusados de pertenecer al grupo, lo que desató una ola de violaciones de los derechos humanos, según el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro, dirigido por sacerdotes jesuitas.
Más de la cuarta parte de la población de Guerrero es analfabeta, 15 de cada 100 niños en edad escolar no asisten a la escuela primaria, la tercera parte de los habitantes del estado presentan problemas de desnutrición y las dos terceras partes no disponen de drenaje sanitario.
Por las características de Guerrero, donde se cultivan drogas, se explota a los campesinos y se producen frecuentes violaciones de los derechos humanos, el EPR podría actuar por mucho tiempo, advirtieron portavoces de la Iglesia Católica.
Si bien el gobierno, los políticos y analistas minimizan su importancia, un informe de inteligencia militar publicado a fines de 1997 en el semanario Proceso indicó que el ERP logró extender sus operaciones en 17 de los 32 estados mexicanos y muchas de sus acciones militares han sido ocultadas.
En su único pronunciamiento sobre el EPR en 1996, el líder del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), el subcomandante Marcos, dijo que respetaba pero no compartía sus métodos y discurso.
El EZLN, que se mantiene rodeado por el ejército en Chiapas, desde donde promueve diversas iniciativas políticas pacíficas, no ataca ni es atacado en virtud de una ley que promueve un diálogo de paz con el gobierno, en suspenso desde 1996 por discrepancias entre las partes.
Según investigaciones, el EZLN y el EPR tendrían origen en organizaciones clandestinas de izquierda de los años 60 y 70, de las cuales habrían derivado al menos 12 grupos guerrilleros más. La mayoría se mantendrían en silencio y a la espera de una oportunidad adecuada.
Portavoces del EZLN y el EPR han afirmado reiteradamente que en México existen al menos ocho organizaciones guerrilleras más.
El no gubernamental Centro de Investigaciones Históricas de Movimientos Armados asegura que todos los grupos armados de México se reunieron en 1993 en el estado de Puebla para definir una estrategia de lucha conjunta.
En esa ocasión habrían surgido discrepancias que llevaron al EZLN a decidir su solitaria irrupción en enero de 1994 y a que el EPR hiciera lo propio dos años después.
Desde que el EPR se declaró listo para iniciar la guerra al gobierno, los partidos opositores y varios grupos humanitarios pidieron a la organización guerrillera que suspendiera sus acciones armadas y se sumara pacíficaente al proceso de cambios políticos que vive México.
En 1997, el gobernante Partido Revolucionario Institucional perdió la mayoría absoluta que mantuvo en el Congreso durante siete décadas. A mediados del año próximo habrá elecciones presidenciales y las fuerzas opositoras esperan repetir su triunfo. (FIN/IPS/dc/ag/ip/99