MEXICO-EE UU: Gobiernos acuerdan profundizar las relaciones

Los gobiernos de México y Estados Unidos, reunidos en esta capital en su XVI cita binacional, suscribieron ocho acuerdos en diversas materias y prometieron que en el último tramo de sus respectivas gestiones, que terminan a fines del 2000 e inicios del 2001, primará la transparencia.

Jugar con cartas abiertas y evitar que las diferencias generen malentendidos son las guías para los próximos meses, dijeron los funcionarios al terminar la noche del viernes un encuentro de dos días, quizá el último de su tipo entre los gabinetes de los presidentes Ernesto Zedillo, de México, y Bill Clinton, de Estados Unidos.

Unos 600 representantes de México y Estados Unidos, encabezados por ministros y funcionarios de primer nivel, suscribieron acuerdos sobre medio ambiente, cooperación fronteriza, salud, vivienda y desarrollo urbano.

Además, afinaron estrategias en la lucha contra el narcotráfrico y discutieron mecanismos para evitar el maltrato a los emigrantes de México a Estados Unidos, dos de los temas más espinosos que tienen en su agenda estos países.

En 1998, nueve mexicanos murieron por agresiones de policías estadounidenses, cuatro fueron heridos y 86 golpeados, indican estudios oficiales. En ese mismo año autoridades antidrogras y congresistas de Estados Unidos criticaron duramente a México por su supuesta ineficacia en el combate a organizaciones criminales.

Sin dejar de reconocer "los viejos y nuevos problemas" con Washington, los acuerdos suscritos en la XVI cita binacional aseguran que "la relación México-Estados Unidos del siglo XXI será una relación ejemplar", señaló el presidente Ernesto Zedillo, quien termina su gestión de seis años en diciembre del 2000.

La procuradora de Estados Unidos, Janet Reno, en nombre de la delegación de su país, indicó que el presidente Clinton tiene la decisión "de mantener un contacto personal permanente (con Zedillo) para la atención de los asuntos". Clinton termina su gestión en enero del 2001.

Fue una reunión con nuevas promesas, acuerdo renovados y los problemas ya conocidos, dijo Patricia de los Ríos, catedrática de la Universidad Iberoamericana de México.

Como en otras ocasiones, horas antes de que se iniciara el encuentro entre los dos países, circularon versiones que involucraron a funcionarios y personajes de la política mexicana con el narcotráfico.

Los diarios estadounidenses The New York Times y Washington Post afirmaron en sendas notas que el secretario de Zedillo, Liébano Sáenz, y el influyente empresario mexicano Carlos Hank, tienen vínculos o son investigados por su relación con las organizaciones criminales.

Funcionarios de los dos países recordaron que este tipo de versiones surgen casi siempre que los dos gobiernos mantienen un acercamiento. México exigió formalmente a su vecino indicar en qué se basan las acusaciones.

Por los 3.200 kilómetros de frontera entre México y Estados Unidos pasan cada año decenas de toneladas de drogas que satisfacen la demanda de los estadounidenses.

Ante el fracaso para detener el tráfico, en la XVI cita binacional los gobiernos acordaron formar un grupo de trabajo que estudiará exclusivamente las tendencias y las nuevas rutas que usan las mafias para transportar sus productos y profundizar su cooperación en el combate a los narcotraficantes y el consumo.

También acordaron mecanismos para hacer más eficiente el intercambio de información sobre tránsito de dinero en efectivo entre ambos países, como un camino para combatir el lavado de dinero.

"Ciertamente, durante los últimos años las relaciones entre ambos países han experimentado un giro dramático, de la vecindad distante transitamos hacia una interacción activa", declaró la canciller mexicana Rosario Green.

Hoy, ya "no queda más espacio para las decisiones precipitadas ni para las acciones unilaterales, que por otro lado han probado su ineficiencia, y tampoco hay lugar para voces aisladas que buscan escindirnos, generando desconfianza, animadversión y malentendidos", añadió la funcionaria.

A pesar del discurso conciliador y a las promesas de cooperación que marcaron siempre los encuentros bilaterales anteriores, en los últimos años los dos países mantuvieron fricciones debido a las acciones unilaterales realizadas por Washington en diversas áreas, pero especialmente en el combate al narcotráfico.

Para el catedrático Jorge Chabat, del Centro de Investigación y Docencia Económica, la vecindad e interdependencia creciente entre Estados Unidos y México genera conflictos recurrentes y virulentos, pero no problemas que no se puedan resolver ni que detengan los contactos bilaterales. (FIN/IPS/dc/dm/ip/99)

Archivado en:

Compartir

Facebook
Twitter
LinkedIn

Este informe incluye imágenes de calidad que pueden ser bajadas e impresas. Copyright IPS, estas imágenes sólo pueden ser impresas junto con este informe