La aguda declinación de los precios petroleros, que hundió en la recesión a la mayoría de las economías en Medio Oriente, se mantendrá hasta fin de año según un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
"No se espera ninguna mejoría en los precios del petróleo durante 1999", se predijo en un docuemnto de 19 páginas de la Comisión Económica y Social para Asia Occidental (CESAO) de la ONU, dado a conocer en Nueva York esta semana.
En el estudio, que será presentado en julio, en Ginebra, ante el Consejo Económico y Social de la ONU, la CESAO señaló que los ingresos petroleros se desplomaron en toda la región.
De un máximo de 180.000 millones de dólares registrado en 1980, el total de los ingresos petroleros en Medio Oriente cayó a 95.000 millones en 1997, y a 68.000 millones de dólares en 1998.
Esto ha tenido "efectos negativos considerables sobre el crecimiento económico y el desarrollo" en toda la región, señaló la CESAO.
El precio promedio de un barril de crudo fue de 12,3 dólares en 1998, lo cual representó una declinación del 37 por ciento en relación con el promedio del año anterior, y resultó "el promedio más bajo registrado en los últimos 21 años", añadió.
Según la Compañía Financiera de Petróleo, con sede en Londres, los ingresos petroleros de Arabia Saudita, el mayor productor de Medio Oriente, bajaron de 43.000 millones de dólares en 1997 a 29.000 millones en 1998.
Tambien se vió afectado Kuwait, cuyas entradas cayeron de 12.400 millones de dólares a 9.100 millones, y Emiratos Arabes Unidos, con un descenso de 13.500 millones de dólares a 9.500 millones.
A medidados del año pasado, el jeque Saud Nasser al-Sabah, ministro de Petróleo de Kuwait, pronosticó "una sombría catástrofe económica" para los productores petroleros en la región.
"A menos que los productores mundiales hagan cortes drásticos en la extracción de crudo, la caída libre de los precios arrastrará tambien a los gobiernos", vaticinó.
Los 11 miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, junto con México, decidieron el año pasado reducir la producción en un millón de barriles diarios para mejorar los precios. Sin embargo, los cortes sólo brindaron un alivio temporal, porque los precios del crudo siguieron cayendo.
Integran la OPEP Arabia Saudita, Argelia, Emiratos Arabes Unidos, Gabón, Indonesia, Irán, Iraq, Kuwait, Libia, Nigeria y Venezuela.
Según el informe de la CESAO, la caída de los precios se debe, entre otras cosas, a altos niveles de existencias, un esperado incremento de producción en Iraq (que ha estado sometido a un embargo de la ONU desde 1990) y Asia Central, y una importante reducción de la demanda en naciones del sudeste asiático.
La caída de la demanda asiática fue provocada por la severa crisis financiera que comenzó en Tailandia a mediados de 1997 y se propagó a Corea del Sur, Malasia, Indonesia y Filipinas.
El estudio es parte de una investigación anual sobre el desarrollo socioeconómico en 13 países de Medio Oriente, incluyendo a diez de los mayores exportadores mundiales de petróleo.
En el informe se describió el estado económico general de la región en 1998 como "desfalleciente". Los cálculos preliminares de la CESAO indicaron que el producto interno bruto combinado aumentó solo uno por ciento en 1998. El crecimiento había sido 3,7 en 1996, y 3,4 en 1997.
La comisión indicó que el desempleo es un problema crónico que enfrentan incluso las economías más diversificadas de la región. La situación empeoró en 1998, en la medida en que la crisis impidió crear puestos de trabajo que cubrieran la oferta rápidamente creciente de mano de obra.
La desaceleración económica de los países del Golfo, que tradicionalmente habían reclutaron mano de obra extranjera, empeoró la situación.
Jordania y Yemen, dos países que dependen seriamente de los ingresos de sus emigrantes, registraron los índices de desempleo más altos en 1998, con pérdidas de puestos de trabajo estimadas, en forma preliminar en 27 y 21 por ciento, respectivamente.
La declinación de ingresos petroleros obligó al gobierno de Yemen a recortar sus gastos, mientras las tasas de interés aumentaron significativamente para estabilizar la moneda local respecto al dólar.
Con la perspectiva de un agudo desempleo doméstico, Jordania prescindió de 300.000 trabajadores extranjeros que, según el gobierno, carecían de permisos laborales válidos.
El informe de la CESAO advirtió que el desempleo en Medio Oriente empeorará en 1999. La mayoría de los países de la región poseen vastas reservas de petróleo y gas natural, pero existen carencias de otros dos importantes recursos productivos: tierras cultivables y fuentes de agua potable accesibles y renovables.
Esas carencias han agravado los problemas de la región, concluyó el informe. (FIN/IPS/tra-en/td/fah/ego/mp/dv if/99)