Argelia, Libia, Marruecos, Mauritania y Túnez dan nuevos bríos a la Unión Arabe del Magreb (UAM), que en el último quinquenio estuvo aquejada por las diferencias políticas entre los cinco países del noroeste de Africa.
La UAM fue fundada en 1989 y está paralizada desde 1994 debido a la tensión de las relaciones entre Argelia y Marruecos por los problemas de Sahara Occidental y el atentado contra un avión de Pan Am en Lockerbie, Escocia, en 1988.
Marruecos acusa a Argelia de apoyar al frente Polisario, que reclama la soberanía de Sahara Occidental, una antigua colonia española ocupada por fuerzas marroquíes.
El caso Lockerbie también obstaculizó la evolución de la UAM. Libia se negó a albergar una cumbre del grupo en 1995 porque, sostuvo, sus socios del Magreb aplicaban sanciones en su contra impuestas por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en contradicción con la carta de la Unión.
Las sanciones fueron impuestas después de que Libia se negó a someterse a la ley británica y a extraditar a dos sospechosos libios acusados de detonar una bomba en el avión estadounidense en 1988, que causó la muerte de los 270 pasajeros y tripulantes.
Pero el asunto se resolvió este año, cuando se llegó a un acuerdo para celebrar el juicio a los dos sospechosos en Holanda.
La elección de Abdelaziz Bouteflika como presidente de Argelia en mayo y la suspensión de las sanciones que había impuesto la ONU a Libia alimentaron las ilusiones de los africanos del norte de acelerar el crecimiento de la región.
"Los últimos hechos nos permiten pensar que la UAM volverá a encaminarse hacia el establecimiento de un bloque integrado capaz de hacer frente a la globalización", indicó Mustapha Iraqui, un analista político de Marruecos.
El clima político actual constituye una "oportunidad excepcional" para que los cinco países se pongan al día en su proceso de integración económica y política, según Abdel-Fettah Awwad, un profesor palestino de Relaciones Internacionales en la Universidad de Casablanca.
Bouteflika, cuya elección fue elogiada por Marruecos porque inaugura una nueva etapa en las relaciones bilaterales y magrebíes, se mostró decidido a reflotar el proyecto de la UAM.
"Estamos decididos a confirmar nuestra pertenencia al Magreb árabe, lo cual nos obliga a superar las dificultades y a ponernos al día en el proceso de unificación", declaró Bouteflika en su primer discurso televisivo como presidente.
La reactivación de la UAM se inauguró con una reunión del comité de seguimiento en Argel, que servirá para asesorar a la Unión en sus decisiones para proyectos futuros.
El comité decidió realizar un encuentro de cancilleres en octubre, a fin de preparar una cumbre que se llevará a cabo en Argelia en noviembre. La última cumbre de la UAM se hizo en ese país en 1994.
El comité ordenó también que los subcomités de economía y finanzas reanuden sus tareas y se dediquen a estudiar una posible unión monetaria, y la posibilidad de crear también una institución monetaria.
Los países del Magreb deberían unirse si pretenden hacerse un lugar en este mundo caracterizado por la proliferación de agrupaciones regionales, sostuvieron observadores políticos de Marruecos.
"Ya es hora de que las naciones del Magreb dejen de lado sus diferencias, dado que no pueden competir contra la Unión Europea en forma individual", indicó Iraqui.
La Unión Europea intentó establecer acuerdos bilaterales con Marruecos y con Túnez para crear una zona de libre comercio hacia el 2010, debido a la ausencia de un bloque magrebí.
Mohammed Zwawi, un funcionario de la secretaría general de la UAM, en Rabat, señaló que si los países del Magreb se unen, serán más fuertes para negociar con Europa en el marco del actual proceso de negociaciones euromediterráneas.
Los gobernantes de la región deberían darse cuenta de que la integración regional se convirtió ahora en un pedido de sus pueblos, más allá de los cálculos políticos que ellos hacen, observó Awwad.
"Los pueblos de los cinco países quieren que los rasgos culturales que tienen en común se traduzcan en la creación de una región homogénea", dijo.
El Magreb también despertó el interés de Estados Unidos, que decidió iniciar un intercambio comercial y económico con Argelia, Marruecos y Túnez.
La iniciativa, elaborada el año pasado por Stuart Eizenstat, subsecretario del Tesoro de Estados Unidos, alienta a los tres países del Magreb a unificar sus sistemas aduaneros a fin de intensificar el comercio regional y atraer inversores de Estados Unidos.
El propósito es establecer un diálogo permanente entre las autoridades de Estados Unidos y las de los tres países del Magreb, para conseguir que eliminen las barreras comerciales.
Sin embargo, Estados Unidos aún intenta excluir a Libia de todos los acuerdos internacionales y también dejó de lado a Mauritania a causa de la debilidad de su potencial económico.
"La parte positiva de la iniciativa de Eizenstat es que dará a Argelia, Marruecos y Túnez la oportunidad de desarrollar una sociedad que servirá de trampolín para la creación de un bloque regional", sostuvo Iraqui. (FIN/IPS/tra-en/na/ak/ceb/aq/if/99