Las compañías de Japón comenzaron a darse cuenta de que cuidar el ambiente es redituable, algo que los grupos ambientalistas les habían dicho durante mucho tiempo.
Por lo menos eso es lo que descubrió el gigante de la electrónica Fujitsu, una de las compañías más grandes del país, luego de hacer un poco de "contabilidad ambiental", calculando los ahorros y ganancias generados por una serie de medidas que adoptó para proteger el ambiente.
Fujitsu divulgó el primer informe de "contabilidad ambiental" de una gran empresa japonesa, en el que afirmó haber tenido una ganancia neta de 33 millones de dólares sólo en 1998, como resultado de "gastos beneficiosos para el ambiente".
La compañía también señaló que tales ganancias están en aumento desde 1996.
Sony, empresa líder en el área de la electrónica de consumo, parece ser la próxima compañía que emitirá un informe similar.
La firma anunció que establecerá pautas para calcular sus gastos en la protección del ambiente y lo que ganó, o no, como consecuencia de la aplicación de esas medidas.
Nadie podría estar más feliz con estas acciones que los activistas, que describieron la decisión de los gigantes empresariales como "un avance muy importante" en la batalla por un ambiente más limpio.
"Que las grandes compañías hayan comenzado este proceso es muy importante para el movimiento ambientalista, porque confirma los beneficios económicos de proteger el ambiente", dijo el profesor Koriyu Furusawa, que enseña ciencia social ambiental en la Universidad de Kokugakuin.
Para obtener los mejores resultados, sería necesario establecer una institución de contabilidad ambiental que pueda brindar una evaluación independiente de los cálculos realizados por las compañías, agregó.
De hecho, fue recién en marzo que la Agencia de Ambiente estableció pautas para la contabilidad ambiental, que incluye rubros de gastos directos e indirectos. También propuso maneras de diferenciar las inversiones comunes para aumentar la productividad de las realizadas para proteger el ambiente.
Los activistas dijeron que la elaboración de informes de contabilidad ambiental no sólo hace que los empresarios sean más conscientes de las consecuencias de sus actividades, sino que también muestra al público los resultados de "pensar en el ambiente".
"Nuestra meta al introducir el sistema de contabilidad ambiental es difundir información a las partes interesadas y demostrar nuestro compromiso de tomar medidas ambientales eficaces a largo plazo", dijo Fujitsu en su informe.
La compañía siguió las pautas elaboradas por la Agencia de Ambiente, y concluyó que había logrado una ganancia neta de 33 millones de dólares, dado que gastos de 114,5 millones en siete rubros de protección ambiental produjeron beneficios de unos 147,5 millones de dólares.
La mayor parte de esos beneficios corresponde al total estimado de compensaciones que Fujitsu no tuvo que pagar a residentes en áreas ubicadas alrededor de sus plantas, luego de haber implementado en sus fábricas medidas que reducen los efectos dañinos para el ambiente.
La compañía afirmó que en 1997 gastó casi 65 millones de dólares en protección ambiental y ganó alrededor de 66 millones de dólares como resultado.
Fujitsu predijo que cuando se hagan los cálculos correspondientes al año fiscal 1999, que finaliza en marzo en Japón, se demostrará que gastos de 65 millones de dólares generaron beneficios de unos 90 millones.
La compañía tomó en cuenta las actividades de sus 1.338 filiales para hacer los cálculos, y describió los beneficios como contribuciones a las actividades de protección ambiental en apoyo de la producción, conservación de energía por un menor uso de electricidad, petróleo y gas, y menor uso de papel.
Otros beneficios resultaron de las actividades de reciclaje, como la venta de productos usados y la reutilización de material.
En lo referido a los costos, Fujitsu consideró, entre otros rubros, gastos directos e indirectos, conservación de energía y gastos en reciclaje. La compañía asentó el desembolso en desarrollo de tecnología y productos que no dañan el ambiente en el rubro "costos para investigación y desarrollo".
En la sección "otros" incluyó el manejo de riesgos ambientales como la restauración del suelo contaminado y las medidas contra las contaminación causada por dioxinas.
Empleados de algunas compañías afirmaron que las nuevas pautas establecidas por el gobierno son un avance, pero que todavía no hay un modelo completo de contabilidad ambiental.
Esa parece ser la razón de que Sony intente elaborar su propio sistema.
Hiroyuki Tada, del Departamento Ambiental y Social de esa firma, dijo que algunos de los rubros que se emplearán son los de inversión en control de la contaminación, gastos para bajar el consumo de energía, y costos de establecer y mantener sistemas de administración ambiental como la certificación ISO 14001.
Sony se propone medir el resultado de sus esfuerzos de protección del ambiente en términos de ahorro de energía, y no en cantidades de dinero.
Analistas empresariales como Mariko Kawaguchi, del Instituto de Investigación Daiwa, dijeron que el desarrollo incompleto de estándares de contabilidad ambiental no es un gran problema.
"A medida que los beneficios aumenten, se desarrollará un sistema mejor para evaluarlos", aseguró. (FIN/IPS/tra- en/sk/cb/at/mp/en if/99