INDIA-PAKISTAN: La negociación está bloqueada

Los cancilleres de India y Pakistán no resolvieron en la reunión que celebraron hoy el violento conflicto fronterizo entre sus países, y mucho menos la prolongada disputa sobre Cachemira.

La raíz del problema entre los dos países es la incapacidad de "permitir que la gente de Cachemira ejerza sus derechos", dijo el visitante ministro de Relaciones Exteriores de Pakistán, Sartaj Aziz, luego de la reunión.

Aziz pidió a Nueva Delhi que alivie la tensión frenando los ataques aéreos y la ofensiva militar contra los intrusos que atraviesan desde Pakistán a India la Línea de Control, zona fronteriza establecida por las Naciones Unidas hasta que se solucionen las diferencias por Cachemira

Sin embargo, las conversaciones no supusieron una tregua en los ataques aéreos que comenzaron el 26 de mayo, que fueron seguidos de una ofensiva de infantería contra lo que, según India, son soldados del ejército paquistaní y mercenarios afganos.

Aziz también exigió el fin de las hostilidades, que llevan varios meses pero que se intensificaron últimamente. Según Aziz, causaron muchas bajas civiles a ambos lados de la Línea de Control.

El canciller paquistaní reiteró que los hombres fuertemente armados en las áreas altas del área de Kargil, en el lado indio de la Línea de Control, son mujaidines (combatientes por la libertad islámica) embarcados en "una guerra santa que ya lleva diez años" para liberar a Cachemira.

Durante la reunión de 70 minutos, el ministro de Relaciones Exteriores indio, Jasawant Singh, reprochó a Aziz de la supuesta tortura y muerte a manos del ejército paquistaní de seis soldados indios, víctimas de una emboscada en Kargil y en la región Ladakh de la disputada Cachemira.

Singh dijo a la prensa más tarde que Aziz "no lo negó en ninguna de las tres ocasiones en que se mencionó".

Sin embargo, Aziz dijo en conferencia de prensa que las heridas probablemente habían sido causadas por el "clima", y descartó las acusaciones de India calificándolas de "campaña de desinformación".

Según Singh, la manera más simple de aliviar la tensión en la frontera, como exigió Pakistán, era "eliminar la causa de la tensión, es decir la intrusión armada". Advirtió que India estaba preparada para resolverlo militarmente si la vía diplomática no funcionaba.

Singh sostuvo que las conversaciones podrían avanzar sólo cuando terminaran "los mitos y eufemismos" utilizados por Pakistán al describir a los intrusos en Kargil como combatientes por la libertad.

Pakistán insistió en la reunión en que la Línea de Control es vaga y no está demarcada adecuadamente en el suelo. India, por su parte, reiteró que esa línea fue establecida de común acuerdo en 1972.

Aziz acusó a India de "reaccionar exageradamente" respecto de la Línea de Control, que él describió como "una cosa muy amplia". Afirmó que aunque estaba marcada en los mapas, nunca fue marcada en el suelo. "Siempre sucede algo allí", agregó.

A juicio de Aziz, la mejor manera de evitar conflictos en la Línea de Control es tener supervisores independientes y ampliar el papel del Grupo de Observadores Militares de la ONU (UNMOG), situado allí desde que el conflicto estalló por primera vez hace 50 años.

También rechazó las cintas grabadas que se le presentaron de conversaciones telefónicas interceptadas entre el jefe del ejército paquistaní, el general Pervez Musharraf, y el jefe del estado mayor, el teniente general Mohd Aziz, según las cuales el ejército de Pakistán inició el conflicto.

Las cintas, que según Singh eran auténticas y fueron cotejadas electrónicamente, revelaban un plan del ejército para capturar una gran porción de territorio indio en Kargil y bloquear la carretera Srinagar-Leh de acceso a la estratégica área de Siachen, considerada el campo de batalla más grande del mundo.

En ellas se oía a los generales paquistaníes tratando de establecer la agenda para las conversaciones entre los cancilleres, lo que llevó Singh a dudar de que Aziz tuviera autoridad para negociar.

"Las cintas nunca se aceptan como prueba porque pueden ser manipuladas", dijo Aziz a la prensa.

Las diferencias entre los dos países "no pueden resolverse mediante demandas unilaterales, acusaciones infundadas o la intensificación de la tensión", agregó.

En su opinión, los dos países no pueden avanzar en sus relaciones mientras "se estimula la histeria bélica y el odio entre uno y otro o mediante las amenazas y la coerción".

Respecto del resultado de las conversaciones, Aziz dijo que no tenía "ilusiones de resolver las dificultades actuales en una visita de un día a Nueva Delhi" y que esperaba que las conversaciones continuaran.

India no dio señales acerca de si las conversaciones continuarían. Al responder a una pregunta sobre el resultado, Singh dijo que no era cuestión de devolver la visita a Pakistán sino de evacuar a los intrusos armados de la Línea de Control, como una condición "mínima necesaria".

Singh fue invitado a visitar China, el cercano aliado de Pakistán, la próxima semana, en lo que describió como una visita bilateral en la que se discutirá la situación en el sur de Asia. Aziz viajó a India horas después de visitar Beijing. (FIN/IPS/tra- en/rdr/an/at/mj/ip/99

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