GUYANA: Hacia el estado de emergencia

La huelga de funcionarios públicos de Guyana entró hoy en su octava semana, mientras crecen las señales de una posible declaración de estado de emergencia limitada.

En los últimos días hubo varias reuniones de autoridades de gobierno, y numerosos militares inactivos aseguran haber sido convocados para permanecer a la orden.

La idea consiste en declarar un estado de emergencia en la capital, Georgetown, y utilizar al ejército para liberar la economía del control de cuatro sindicatos, encabezados por el Sindicato de Funcionarios Públicos de Guayana (SFPG), según fuentes del gobierno.

La mayoría de los embarcaderos estuvieron cerrados el último mes debido a bloqueos de empleados públicos en huelga y sus simpatizantes, y también al temor de los propietarios de sufrir daños a la propiedad o ataques a sus trabajadores en medio de un clima tan tenso.

Toneladas de alimentos y otras mercaderías permanecen paralizadas en los muelles, porque los funcionarios de aduana integran el SFPG.

Muchos negocios están casi desabastecidos de productos importados, y los precios aumentaron significativamente debido al aumento de la demanda. Por ejemplo, el precio de la sal de cocina se multiplicó por tres.

Todos los sectores de la economía se quejan de una caída en los negocios.

La Asociación de Productores Forestales declaró que sus miembros enfrentan una cancelación de pedidos por cientos de miles de dólares debido a la permanencia en los muelles de los embarques de madera.

"Tras semanas de promesas, nuestros clientes no pueden esperar más, y lógicamente se volcaron a otras fuentes para satisfacer sus necesidades", dice la declaración.

Mientras el jefe del ejército, general Joseph Singh, alerta a sus tropas, los empresarios de la Comisión del Sector Privado expresan su preocupación por el posible involucramiento de los militares en la huelga y un eventual aumento de la tensión.

El periódico Stabroek News respalda esa posición. "No es momento para que el gobierno escuche a sus nerviosos partidarios. Un estado de emergencia no garantizará su seguridad ni ayudará a la economía", y en cambio podría significar una oportunidad para los partidos de oposición, publicó en un editorial.

Patrick Yarde, presidente del SFPG, advirtió que su grupo rechaza de plano el uso del ejército para romper la huelga. Yarde sufrió agresiones de algunos sindicalistas, en señal de advertencia de lo que le podría pasar si acuerda con el gobierno algo que no los satisfaga.

Los sindicatos demandan un aumento salarial de 40 por ciento, pero el gobierno sostiene que las duras condiciones impuestas por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional le impiden satisfacer ese reclamo.

Aparte de la tensión asociada con lo que algunos consideran la más grave parálisis laboral desde los años 60, varios incidentes violentos ocurridos la semana pasada preocupan a la administración de Janet Jagan y a la población guyanense en general.

Por ejemplo, un pequeño grupo de personas, calificadas por la policía de "delincuentes comunes", saquearon el pasado martes puestos de ferias municipales y asaltaron a transeúntes, sembrando el caos en la ciudad.

La mayor parte de las vidrieras de Regent Street, la principal vía céntrica, están cubiertas con láminas de madera o metal, y la zona parece más un área de guerra que un distrito comercial.

Varios comercios cerraron por al menos dos días, y la policía investiga un ataque con granada contra una tienda en Georgetown. (FIN/IPS/tra-en/bw/cb/mlm/ip-lb/99

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