Los siete países más ricos del mundo anunciarán la cancelación de hasta 70.000 millones de dólares de la deuda externa de las naciones más pobres en la cumbre que celebrarán a partir de este viernes en Colonia, Alemania.
La ministra alemana de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ), Heidemarie Wieczorek Zeul, quien lanzó la iniciativa en enero, aseguró que el Grupo de los Siete (G-7) países más ricos anunciará la medida en Colonia.
La cumbre, que concluye el domingo, será asistida por jefes de gobierno y de Estado de Rusia y del G-7, integrado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Italia y Japón.
La cancelación incluiría deudas resultantes de la cooperación oficial para el desarrollo y créditos que asumieron los países pobres para financiar sus importaciones de las naciones ricas.
Sin embargo, los 70.000 millones no bastan para aliviar la carga de los 2,5 billones de dólares en deuda oficial y comercial que unos 160 países en desarrollo debían a fines de 1997. Del total, los 41 países más pobres adeudaban unos 200.000 millones.
Los ministros de finanzas del G-7 tomaron la decisión preliminar de cancelar los 70.000 millones de deuda de los países más pobres en su reunión celebrada en la ciudad alemana de Frankfurt, el domingo.
La medida, una vez confirmada por el G-7, promete ser un gran paso para "resolver grandes tareas de desarrollo, que abarquen al próximo milenio", declaró Wieczorek Zeul a la prensa esta semana.
Entre esas tareas se incluye la justicia social que cree condiciones para permitir a la gente vivir en dignidad, aliviar la pobreza y asegurar el respeto por los derechos humanos, dijo.
Este conjunto de criterios, por lo general calificados de "buen gobierno", deberán ser aplicados por los países que deseen beneficiarse con la cancelación de la deuda. En principio, 36 de los 41 países pobres altamente endeudados (PPAE) serían los beneficiados.
La reducción de la deuda se aplicaría a través del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Desde su punto de vista, el principal objetivo de la iniciativa de la deuda es llevar la carga financiera de un país a un nivel sustentable, sujeto a un rendimiento satisfactorio de la política oficial, para asegurar que las reformas económicas no corran peligro.
"La iniciativa PPAE tiene el fin de facilitar una resolución integral al problema de la deuda, es decir que… requiere la participación de todos los acreedores pertinentes", explicó el Banco Mundial.
El origen de la iniciativa actual, lanzada por Alemania, se remonta a otra conjunta del Banco Mundial y del FMI de septiembre de 1996 que desde entonces sólo benefició a Costa de Marfil y Guyana.
Para que los PPAE puedan acceder a la reducción de la deuda, su situación debe ser insostenible luego de haber aplicado plenamente otros mecanismos de alivio de la deuda, y tienen que demostrar que aplicaron reformas económicas recomendadas por el FMI y el Banco Mundial.
Para que los países pudieran beneficiarse de la PPAE, la relación entre el valor de la deuda y el de las exportaciones debía oscilar entre 200 y 250 por ciento.
Ahora, la iniciativa de Colonia pretende reducir esa proporción a 150 por ciento, lo cual permitirá que más países pobres accedan a la reducción.
La ministra Wieczorek Zeul señaló que espera que el dinero que los países ahorren tras la cancelación de la deuda se invierta en sectores de prioridad como la educación, la salud y la infraestructura básica.
Fuentes del ministerio de cooperación para el desarrollo alemán dijeron que la iniciativa tiene el apoyo de iglesias y ONG que integran el movimiento del Jubileo 2000 que pretende la cancelación de la deuda externa de los países pobres para ese año.
En forma paralela a la cumbre oficial, las organizaciones no gubernamentales (ONG) celebran este jueves y viernes en Colonia un congreso internacional llamado Cumbre Económica Alternativa Mundial.
Entre los organizadores se incluyen Amigos de la Tierra Alemania, la Fundación Heinrich Boell, grupos juveniles de los partidos socialdemócratas y verdes, el Congreso Federal de Grupos de Acción para el Desarrollo, Oxfam Alemania y la Red Nadie es Ilegal.
La conferencia es coordinada por la ONG Economía, Ecología y Desarrollo Mundiales (WEED).
El propósito del congreso, explicó Barbara Unmuessing, de WEED, es la discusión y promoción de alternativas al orden mundial neoliberal.
Ante la crisis del paradigma económico dominante, la coyuntura política para otras alternativas nunca ha sido tan favorable en la última década, sostuvo.
El congreso se concentrará en tres puntos principales, el futuro del trabajo, el cambio hacia un orden económico diferente y el sector financiero. También se considerarán temas como la ecología, la paz y las mujeres.
Obispos católicos de 17 países de Africa, América Latina y Asia se reunieron el domingo en Colonia y exhortaron al G-7 a adoptar "medidas integrales para reducir sustancialmente o cancelar totalmente la deuda de los países en desarrollo y restaurar la justicia en las relaciones entre los pueblos".
El canciller (jefe de gobierno) alemán Gerhard Schroeder manifestó su apoyo a la cancelación de la deuda y dijo que con ese fin incluso está preparado para vender parte de las reservas de oro de este país. (FIN/IPS/tra-en/raj/ak/aq/dv-if/99