En México el consumo de drogas va en aumento y las autoridades temen que algún día llegue hasta los niveles de Estados Unidos. Para evitarlo el gobierno trabaja con el mismo objetivo y filosofía que su vecino: reprimir la venta, prevenir y prohibir el consumo.
Las aisladas voces que promueven en México y el extranjero la legalización y despenalización de algunas drogas no tienen cabida entre las autoridades de ambos países, donde en conjunto hay 37,5 millones de personas que usan o usaron alguna vez estupefacientes y 4,3 millones de adictos, especialmente a la cocaína.
En la Conferencia Binacional sobre la Reducción de la Demanda de Drogas, celebrada de miércoles a viernes en la ciudad de Tijuana, Estados Unidos y México reconocieron que el consumo de drogas va en aumento y ofrecieron reunir fuerzas, compartir experiencias y seguir una misma estrategia de lucha.
Encabezadas por el jefe antidrogas de Estados Unidos, Barry McCaffrey, y por el secretario (ministro) de Salud de México, Ramón de la Fuente, las delegaciones firmaron una declaración en la que indican que continuarán su cooperación "promoviendo la educación y difusión para la reducción de la demanda, siendo ésta la estrategia central".
Aunque dijeron estar abiertas a nuevas teorías y avances científicos que permitan controlar el consumo, la palabras legalización o despenalización no aparecieron.
De acuerdo a diversos estudios, en México alrededor de 2,5 millones de personas alguna vez consumieron drogas y unas 300.000 sufren adicción.
En Estados Unidos en cambio, el número de usuarios llega a 35 millones y el de adictos a cuatro millones.
En cuanto a las ganancias por la venta ilegal de drogas, en México se calcula que alcanzan 6.000 millones de dólares anuales, mientras en Estados Unidos serían de más de 57.000 millones, indicaron cifras difundidas en la reunión binacional, la segunda de su tipo celebrada desde septiembre desde 1996.
Varios analistas de México, como José Antonio Crespo y Sergio Sarmiento, opinan que prohibir y penalizar el consumo de drogas es un error y el origen de una guerra costosa e interminable, igual piensa Rosario Barroso, investigadora del Instituto Nacional de Neurología.
En Colombia, uno de los países con mayores problemas por narcotráfico, el premio Nobel de Literatura Gabriel García Márquez sugirió despenalizar algunas drogas.
En la Conferencia Binacional celebrada en Tijuana, McCaffrey recomendó a sus colegas de México buscar caminos y estrategias para evitar "la tragedia" que vivió Estados Unidos cuando en la década de los años 70 uno de cada siete estadounidenses consumía drogas, según dijo.
El objetivo de México es evitar que el problema de las drogas sea similar al de Estados Unidos, confirmaron por su parte autoridades mexicanas luego de reconocer que en los últimos cinco años el consumo de drogas aumentó 30 por ciento en su país.
Según estudios del Consejo Nacional contra las Adicciones (CONADIC), hay un incremento constante en el consumo de drogas entre adolecentes, un "alarmante" aumento en el uso de cocaína y una mayor utilización de anfetaminas y otros fármacos.
El uso de cocaína se incrementó más de 26 veces en los últimos 10 años.
En 1986, de cada 100 usuarios de drogas 1,6 consumía esa sustancia. Actualmente son 26,1.
El CONADIC reconoce que se registra un preocupante aumento en el consumo de solventes inhalantes, problema que estaría relacionado a los procesos de empobrecimiento social.
Se calcula que en México 4,8 por ciento de la población urbana ha consumido una o más drogas durante su vida, nueve veces menos que en Estados Unidos.
México ocupa el primer lugar en América Latina en consumo de bebidas alcohólicas. De los 96 millones de habitantes, 66 por ciento ingiere usualmente alcohol y 25 por ciento se embriaga, indica el CONAFIC.
México puede y debe evitar "el ejemplo histórico de miseria que vivió Estados Unidos", cuando en los años 70 el consumo de drogas era muy alto, señaló McCaffrey al pedir a sus vecinos mantenerse firmes en sus programas de cooperación antidrogas.
Los dos países se comprometieron en la reunión de Tijuana a "implementar un programa de cooperación a largo plazo sobre prevención y tratamiento del consumo de drogas, basado en los principios de investigación y conocimiento científico".
Alrededor de 1.000 toneladas de cocaína han sido enviadas a Estados Unidos vía México en los últimos 20 años. Según Washington, las autoridades mexicanas logran apenas decomisar alrededor de 20 por ciento de las drogas que pasan por su territorio.
Un informe de la Organización de las Naciones Unidas indica que "México es considerado como punto estratégico de tránsito para el dinero derivado de las drogas debido a su situación geográfica y de acceso comercial a Estados Unidos, que es, con mucho, el mayor consumidor de estupefacientes ilícitos". (FIN/IPS/dc/dg/ip/99)