Activistas por los derechos de gays y lesbianas marcharán este domingo por las calles de Nueva York en la ya tradicional "Marcha por el Orgullo", que se realiza cada año desde 1969.
La marcha conmemora el nacimiento del movimiento por los derechos de los homosexuales en este país a raíz de la rebelión el 27 de junio de 1969 de cientos de hombres gay contra una redada policial en la discoteca Stonewall Inn, de Manhattan, que desató disturbios contra la autoridad durante cinco días.
Entonces, las redadas policiales eran comunes en las discotecas y bares gay, y nadie se quejaba porque este tipo de lugares eran ilegales. También era un delito que un hombre bailara con otro hombre, aunque las mujeres podían bailar entre sí.
"Es difícil explicar el miedo que provocaba el ser asociado públicamente con la homosexualidad", dijo Jonathan Katz, antiguo cliente del Stonewall Inn y uno de los dos conductores del desfile de este año.
Pero ahora el "Stonewall es un símbolo, representa el momento en el cual los gays y lesbianas se dieron cuenta de que eran maltratados y manifestaron su solidaridad, en forma simultánea", explicó el historiador Martin Duberman.
Ahora, los activistas luchan por el reconocimiento de sus derechos y combaten la discriminación laboral y los crímenes de intolerancia.
Hubo "progresos tremendos" para los homosexuales desde 1969, opinó la activista por los derechos de las lesbianas Anne Northrop, de la Coalición contra el Sida para Desatar el Poder (ACT-UP).
Sin embargo, los activistas aún se enfrentan al "eterno problema de legitimarnos a nosotros mismos como seres humanos, la batalla para que se nos considere ciudadanos de primera clase", explicó Northrop.
El éxito de la campaña puede medirse en el tamaño que adquirió la red de organizaciones defensoras de los derechos de los homosexuales este año, indicó Victoria Cruz, asesora y activista del Proyecto Antiviolencia contra Gays y Lesbianas de Nueva York, dónde existen unos 350 grupos de ese tipo.
La comunidad homosexual aún es víctima de "mucha homofobia que se origina en miedos, intolerancia y prejuicios", a pesar de que ahora es más visible, declaró Wonbo Woo, de la Alianza de Gays y Lesbianas contra la Difamación.
El camino de la Marcha por el Orgullo del domingo estará señalizado por una línea lavanda, el color tradicional del movimiento gay.
Entre los reclamos de este año se incluye el ingreso de los homosexuales al ejército, el matrimonio entre personas del mismo sexo, que las parejas homosexuales puedan tener hijos, la aprobación de leyes contra la discriminación en el trabajo y contra los crímenes de intolerancia.
"Todos los reclamos tienen que ver con la igualdad", dijo Northrop.
El brutal asesinato de Matthew Shepard, un estudiante gay de 21 años, perpetrado el año pasado en el estado de Wyoming, llamó la atención a los crímenes cometidos contra los homosexuales, según los organizadores de la marcha de este año, "Herencia del Orgullo" (HOP).
"Este año, las golpizas que recibieron los gays ocuparon la portada de revistas y diarios, así que es adecuado hablar de esa violencia contra gays y lesbianas", rezaba una declaración de HOP.
Shepard fue secuestrado, robado y luego asesinado mientras estaba atado a la reja de una granja, dónde fue encontrado 18 horas más tarde. La policía de Wyoming dijo que el robo había sido el motor principal del ataque, pero hay sospechas de que los tres atacantes asesinaron al joven porque era gay.
Algunos estados de Estados Unidos tienen penas de cárcel para los crímenes cometidos en forma deliberada contra las minorías étnicas u homosexuales, pero los activistas piden ahora, a raíz del asesinato de Shepard, que se promulgue una ley federal de Prevención de los Crímenes de Intolerancia.
Dicha ley impondría sentencias severas para los crímenes cometidos por motivos étnicos u homofóbicos.
"Muchos de esos crímenes no se cometerían si existiera una ley así", sostuvo Cruz. Según las últimas estadísticas, se denunciaron más de 8.000 crímenes de intolerancia en Estados Unidos en 1997, es decir, casi un crimen por hora.
El presidente Bill Clinton recalcó en una "proclama por el orgullo" divulgada a comienzos de este mes que es necesario cambiar de actitud en lugar de hacer nuevas leyes.
"La verdadera tolerancia no se consigue con leyes, debemos cambiar nuestra mentalidad y nuestros corazones", dijo Clinton.
Woo apoyó a Clinton y recalcó la importancia de realizar cambios en los programas educativos. Los logros obtenidos se deben, en parte, a que los gays y lesbianas tienen "cada vez más representación en los medios de comunicación", señaló.
El reconocimiento público de su homosexualidad por parte de la actriz Ellen DeGeneres y su personaje en la serie televisiva "Ellen", en abril de 1997, cambió el panorama de los medios, al igual que las declaraciones públicas de cantantes como Elton John, k.d. lang y Melissa Etheridge.
"Si observamos las estadísticas de acoso sexual, nos damos cuenta de que es muy importante divulgar estas cosas", afirmó Woo. Pero los intentos de equiparar a gays y lesbianas con el resto de la población provocaron controversias.
Clinton nombró embajador en Luxemburgo al empresario gay James Hormel durante el receso del Congreso, ya que la mayoría de los legisladores del opositor Partido Republicano había manifestado su oposición a la designación.
Algunos republicanos atacaron de inmediato a Clinton por haber aprovechado la oportunidad para nombrar a Hormel. El líder de la mayoría del Senado, Trent Lott, dijo que el presidente intenta "defender los intereses de los gays".
Hawaii, que era el único estado dónde se admitía el matrimonio de parejas homosexuales, en un referéndum celebrado en noviembre del año pasado votó por casi dos a uno contra esos casamientos, lo cual debilitó la campaña para obtener la legalización de dichas parejas en el resto del país. (FIN/IPS/tra-en/km-fah/mk/ceb/aq/hd/99