Ecuador y Perú iniciaron un acelerado proceso de integración comercial, social e infraestructural, tras concluir la colocación de hitos demarcatorios en la zona fronteriza que fue escenario de guerras en 1981 y 1995.
La paz entre ambos países puso fin a una disputa por territorios fronterizos que existía desde que lograron la independencia del colonialismo español en el siglo pasado.
Los gobiernos de Argentina, Brasil, Chile y Estados Unidos mediaron para lograr que los contendientes cesaran las hostilidades, se sentaran en la mesa de negociaciones y aceptaran un arbitraje en su conflicto.
Firmada la paz en octubre de 1998, en enero de este año se inició la colocación de los hitos, el último de los cuales se instaló el 12 de mayo.
Los oficiales argentinos, brasileños, chilenos y estadounidenses que integraban la Misión de Observadores Militares extranjeros (MOMEP), encargada de vigilar el cumplimiento del acuerdo de cese del fuego logrado en 1995, tras una corta guerra, se retiraron este jueves.
Después de 52 meses años de vigilancia aérea y terrestre en las selváticas laderas de la Cordillera del Cóndor, escenario de las guerras de 1981 y 1995, los miembros de la MOMEP fueron despedidos en ceremonias militares a ambos lados de la frontera.
Casi inmediatamente después la colocación del último hito, ambos gobiernos abrieron las fronteras para el libre tránsito de civiles, sin necesidad de visas o pasaportes.
El miércoles comenzaron a reunirse comisiones técnicas binacionales en Machala, al sur de Ecuador, para definir procedimientos que aseguren la libre circulación vial de transporte de carga pesada.
Desde 1969 Ecuador y Perú forman parte de la Comunidad Andina de Naciones, y su pertenencia a ese bloque regional los obligaba, teóricamente, a interconectar sus carreteras, pero en la práctica las tensiones geopolíticas existentes habían bloqueado o desalentaban el transporte de carga entre ambos países.
La semana pasada, en Washington, representantes de los dos países y un directivo del Banco Mundial firmaron un convenio de cooperación para identificar proyectos de obras sociales en ambas naciones, que serán financiados con el Fondo Post Conflicto que preside ese organismo financiero.
El Fondo Post Conflicto empleará 3.000 millones de dólares para financiar obras y proyectos de integración entre Ecuador y Perú.
Los recursos serán aportados por el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, la Organización de las Nacines Unidas para la Agricultura y la Alimentación, el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo, la Corporación Andina de Fomento y varios países industrializados.
El Plan Binacional de Desarrollo financiado con esos fondos será puesto en práctica durante diez años y beneficiará a los cuatro millones de ecuatorianos y peruanos que viven a ambos lados de la frontera.
Según la socióloga María Avalos, del equipo técnico del Ministerio de la Presidencia de Perú, "las poblaciones que serán beneficiadas directamente por el Plan Binacional de Desarrollo son, en términos generales, comunidades atrasadas y con importantes bolsones de pobreza crítica".
El primer trabajo conjunto que emprenderán las comisiones técnicas encargadas de echar a andar el Plan es la identificación y selección de proyectos vinculados con la construcción de circuitos viales, la irrigación, la pesca, la agricultura, el turismo y el desarrollo de obras sociales, entre otras áreas.
Algunos se relacionan con problemas existentes en alguno de los dos países que pueden ser resueltos con el respaldo del otro.
Por ejemplo, Ecuador tiene problemas de desabastecimiento de energía eléctrica, y Perú posee excedentes cuya venta al mercado ecuatoriano pondría fin a los "apagones" en Quito.
Por otro lado, el petróleo es el producto más significativo en la canasta de importaciones de Perú, cuyo acceso al petróleo de Ecuador se facilitará con la construcción en ese país de un oleoducto, que se conectará con el que corre por el norte peruano.
También se prevé aprovechar el importante flujo de turistas hacia Cuzco y las Islas Galápagos, promoviendo la oferta de paquetes turísticos que incluyan visitas a otras zonas y ciudades de Ecuador y Perú.
Entre los proyectos figura el mejoramiento urbano del área de las ciudades de Tumbes (Perú) y Machala (en Ecuador), ubicadas a unos 100 kilómetros de distancia y entre las cuales existió siempre un activo intercambio comercial, afectado sin embargo por las restricciones de seguridad militar.
También se planean obras de irrigación en la cuenca del río Puyango-Tumbes, que ganará para la agricultura tierras en ambos lados de la frontera, así como proyectos de manejo conjunto de otras cuencas hidrográficas.
El diseño y manejo de los proyectos quedará en manos de instituciones binacionales, con representación de los organismos internacionales que participen en su financiamiento.
El Directorio Ejecutivo del Plan Binacional estará constituido por cuatro directores nombrados por Ecuador y otros cuatro designados por Perú, y su presidencia rotará anualmente entre los representantes de ambos países.
Con la intención de garantizar la ejecución imparcial de los proyectos y su máxima rentabilidad, la secretaría ejecutiva recaerá, por lo menos en la primera etapa, en un consultor internacional.
Se contempla, asimismo, la constitución de un Comité Asesor Internacional para el Plan, integrado por representantes de los países y organismos donantes. (FIN/IPS/al/mp/ip if/99