El presidente de Ecuador, Jamil Mahuad, insistió en que Ecuador realiza gestiones tendientes a la condonación de la deuda externa, a su regreso de la Cumbre América Latina y el Caribe-Unión Europea, celebrada el lunes y martes en Río de Janeiro.
Mahuad dijo a IPS que es necesario un alivio del peso de la deuda externa porque es el mayor obstáculo para el desarrollo y una seria amenaza para la estabilidad política y social del país.
En la Cumbre, Mahuad destacó la iniciativa del Grupo de los Siete (G-7) países más industrializados, para aliviar la deuda de los muy pobres. Sin embargo, cuestionó que no se incluyera entre éstos a Ecuador, que se encuentra en una situación similar a la de muchos de los beneficiados.
"En contraste con los esfuerzos que hacemos para salir de la crisis, Ecuador registra índices de pobreza extrema que aumentó 30 por ciento en el último año, tiene la tasa más baja de crecimiento en América Latina y la más alta de inflación", indicó el mandatario.
En su opinión, el país atraviesa esta situación debido a la caída de los precios de los productos de exportación y el fenómeno climático de El Niño, que causó pérdidas equivalentes al 15 por ciento del producto interno bruto (PIB).
"El gasto social es apenas el cuatro por ciento del presupuesto del Estado y no hay recursos para reconstruir la infraestructura destrozada por los fenómenos naturales, mientras se paga en servicios de deuda externa una cifra anual equivalente al ocho por ciento del PIB", señaló.
Destacó que pese a esta difícil situación, Ecuador ha venido cumpliendo con sus obligaciones externas, pero requiere de mecanismos de alivio.
"El G-7 tiene que tener en cuenta que hay situaciones especiales que merecen particular atención, como la del país donde policías, médicos y maestros hace dos meses que están impagos", enfatizó Mahuad.
Mahuad se entrevistó en Río de Janeiro con el presidente de Francia, Jaques Chirac, quien ofreció su respaldo para encontrar un mecanismo de alivio de la deuda ecuatoriana, si bien subrayó que no podía garantizar resultados porque son siete países.
En abril, tras la propuesta de Chirac de reducir la deuda de los países pobres con el Club de París, el gobierno de Ecuador anunció que emprendería una ofensiva diplomática para obtener la reducción de la deuda.
Además, pidió a todos los sectores políticos y sociales que se involucraran "en una campaña similar a la que se realizó para superar el problema territorial con Perú".
Desde ese momento, la cancillería y las misiones diplomáticas de Ecuador en los países acreedores realizaron gestiones para explicar la magnitud de la deuda externa, pedir un alivio de su servicio y la condonación de una parte de la misma.
"El peso de la deuda con su efecto multiplicador a través de los años ha sido un freno para el crecimiento económico y para el desarrollo social, aumentando la pobreza a niveles alarmantes que ponen en riesgo a la estabilidad política", aseguró el canciller Benjamín Ortíz.
Dentro de las gestiones para encontrar una reducción de la deuda, Ortíz viajará el día 5 a Europa, donde visitará Londres, París, Berlín y Helsinki, antes de trasladarse a Bruselas, sede de la Unión Europea.
Ortíz dijo a IPS que hablará con sus homólogos europeos sobre propuestas para obtener una reducción de la deuda con el Club de París, en anticipación del acuerdo que el gobierno ecuatoriano firmará en breve con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
El canciller, que viajará acompañado de una delegación representativa del sector bananero, aseguró que también realizará gestiones para defender la posición de Ecuador respecto de las reformas que la Comisión Europea (órgano ejecutivo de la UE) debe introducir a su actual régimen de importación de la fruta.
La arremetida por el alivio en el peso de la deuda externa ecuatoriana se da luego de que arreciaran las críticas contra el gobierno, porque el G-7 no incluyó a Ecuador entre los países a los cuales condonó su deuda.
El 18 de junio, el G-7 condonó 70.000 millones de dólares de la deuda externa de las naciones más pobres y endeudas del mundo, entre las que están Bolivia, El Salvador, Honduras y Nicaragua.
León Roldós Aguilera, rector de la Universidad de Guayaquil y diputado del Partido Socialista, dijo en esa oportunidad que el gobierno insiste en mostrar a Ecuador como un país sin problemas económicos mientras crece el desempleo, la recesión y la pobreza.
Por su parte el dirigente indígena Ricardo Ulcuango aseguró que al gobierno ecuatoriano le interesaba más "pagar la deuda que luchar contra la pobreza en el país".
El diputado Napoleón Gómez, del derechista Partido Social Cristiano, inició la semana pasada un juicio penal contra la ministra de Finanzas, Ana Lucía Armijos, por "no haber hecho nada para conseguir la condonación de la deuda externa".
En forma simultánea, se anunció un juicio político a la ministra Armijos en el parlamento, por el mismo tema.
Hasta fin de año, el gobierno ecuatoriano debe desembolsar 2.400 millones de dólares para pagar los servicios de la deuda externa y otros 1.500 millones para sanear el sistema bancario, que vive una profunda crisis con la quiebra de 10 entidades en los últimos ocho meses.
La deuda ecuatoriana asciende a 16.000 millones de dólares, la más alta de América Latina en términos relativos, al representar 84 por ciento del PIB. El 52 por ciento es adeudada a los bancos privados, 30 por ciento a los organismos multilaterales de crédito y el 18 por ciento restante al Club de París. (FIN/IPS/kl/ag/if/99