ECUADOR: Bienes de Guayasamín son patrimonio histórico nacional

El Congreso de Ecuador declaró Patrimonio Nacional a los bienes del pintor Oswaldo Guayasamín, en un momento que sus tres hijas menores reclaman la división de la herencia dejada por el pintor y la Fundación que lleva su nombre reanuda la construcción de la Capilla del Hombre.

El proyecto de resolución, aprobado por unanimidad, fue presentado en el parlamento por el diputado Wilfrido Lucero, de la Izquierda Democrática, quien actuó a pedido de una parte de la familia de Guayasamín que está vinculada a la Fundación.

Los bienes culturales que fueron propiedad del artista se conservan intactos en su casa-museo y dentro de colecciones que se exhiben en los museos arqueológico, de arte colonial y arte contemporáneo en la Fundación Guayasamín, que además incluye la obra del maestro.

"Guayasamín es una de las personalidades que con mayor fuerza permite afirmar nuestra identidad. Un hombre que glorifica el arte y la cultura nacional, ejemplo de generosidad para socializar la riqueza acumulada con sus propias manos", dijo a IPS Lucero.

Alfredo Vera, casado hace 38 años con Saskia, la hija mayor del pintor, quien se desempeña desde hace 10 años como director de asuntos internacionales de la Fundación, manifestó que los bienes artísticos legados por el pintor no tienen precio ni lo tendrán nunca porque nada se va a vender.

"Con la resolución del Congreso se cumple la voluntad del artista, manifestada a lo largo de toda la vida, con el acuerdo de la familia, de que sus colecciones de arte sean compartidas con todos los ecuatorianos y visitantes", comentó.

Vera consideró muy positivo que el Congreso asuma la responsabilidad de preservar ese patrimonio para que sea indivisible y no se pueda enajenar.

"No creo que nadie esté pensando en eso pero hay que prevenir hacia el futuro para que nunca suceda. Guayasamín dejó siete hijos, 11 nietos, 12 bisnietos y, aunque la familia es muy unida, es mejor que todo esté preservado, igual por si algún gobierno pretendiese tomarlo', afirmó.

Guayasamín no dejó testamento ni tuvo tiempo para legalizar todas las donaciones de sus bienes a la Fundación.

"Cuando creó la Fundación, hace 25 años, donó todo lo que hasta ese momento tenía. Hace algunos años hizo otra donación grande y antes de morir estaba haciendo un inventario fotográfico de los objetos culturales de su casa-museo", dijo Vera.

Si bien hasta el momento no se han producido grandes contradicciones entre los hijos e hijas de Guayasamín, están llevando a cabo conversaciones con el apoyo de abogados para ponerse de acuerdo sobre la herencia.

Con la resolución del Congreso, ninguno de los bienes culturales del pintor, que están en su casa o en la Fundación, podrán formar parte de la misma.

La última gran obra de Guayasamín es la "Capilla del Hombre", una construcción inconclusa junto a la casa del pintor en cuyo interior habría unos 2.500 metros cuadrados de murales pintados sobre paneles de acrílico que, según el artista, preservarían la pintura durante unos 1.200 años.

"Tengo tanto en mi cabeza, miles de ideas, de proyectos, que creo que 200 años más de vida no serían suficientes para poder plasmar todo. Tengo la angustia del tiempo, de crear", había dicho Guayasamín a IPS días antes de morir.

En esa angustia por crear estaba la "Capilla del Hombre", que para él, más que una obra artística era una forma de mantener viva la imagen de América Latina a través del tiempo, "una forma de hacer que la humanidad tenga un espejo donde mirarse".

Era el legado artístico más monumental que planeaba dejar y se proponía inaugurarla el 1 de enero del año 2000, como un mensaje de paz y esperanza para el próximo milenio. La Fundación Guayasamín está empeñada en concluir la obra con el aporte de artistas de distintos países.

Pablo Guayasamín, hijo del artista y uno de los pilares de la Fundación, aseguró a IPS que desde el momento en que su padre tuvo la idea de construir la Capilla, recibió el apoyo de países hermanos latinoamericanos.

"Primero fue Cuba, el más agredido de todos, que donó 300 cajas del mejor habano que fueron firmadas por el maestro y el comandante Fidel Castro. Estas se vendieron a 300 dólares cada una para iniciar el proyecto", indicó.

Luego se hicieron varios recitales en los que participaron Silvio Rodríguez, Joaquín Sabina, Luis Eduardo Aute, Víctor Heredia, Mercedes Sosa y Fito Paez, quienes donaron todo lo recaudado para que se utilizara en la obra.

La empresa uruguaya Metzen y Sena se comprometió a brindar su apoyo a través de 400 cerámicas numeradas con la obra La Ternura. En la realización del molde original participó el propio artista, que lo marcó con su firma. La reproducción fue realizada por obreros uruguayos y la impresión de hizo en Alemania.

"Las cerámicas, que llegaron a Ecuador la semana pasada, serán vendidas en 300 dólares cada una y lo recaudado se invertirá para lograr que el primer día del nuevo milenio se pueda inaugurar la "Capilla del Hombre", dijo Pablo Guayasamín.

Oswaldo Guayasamín murió de un infarto el 10 de marzo pasado en Estados Unidos, a los 79 años. Era conocido por su obra pictórica y escultórica y un discurso social latinoamericanista que reivindicaba la defensa de los derechos humanos y las raíces indígenas del continente.

El artista dejó un legado de 7.000 obras repartidas en colecciones públicas y privadas, museos, galerías, sedes de organismos internacionales y fundaciones de varios países. (FIN/IPS/kl/ag/cr/99

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