América Latina, el Caribe y la Unión Europea (UE) resolvieron hoy actuar en equipo en defensa de la aplicación plena de los acuerdos de la Ronda Uruguay de negociaciones comerciales multilaterales y para englobar todos los rubros en la nueva ronda, anunciada para diciembre.
Además, concertarán posiciones en los foros internacionales, incluyendo la Organización Mundial de Comercio (OMC) y la ONU, para promover "un sistema económico y financiero global, estable y dinámico, como forma de prevenir crisis futuras" o asegurar su rápida y eficaz solución si ocurren.
Estos son dos de los 55 puntos fijados en el documento "Prioridades de Acción" firmado este martes por los gobiernos de 33 países de América Latina y el Caribe y 15 de Unión Europea que concluyeron una cumbre de dos días en Río de Janeiro.
Un total de 42 jefes de Estado y de gobierno participaron en la cumbre. El resto de los países fueron representados por viceprimeros ministros o cancilleres.
"Reforzar el diálogo entre gobiernos, en todos los niveles, y con las organizaciones de la sociedad civil", con miras al desarrollo y al fortalecimiento de la democracia, es el objetivo general del plan de acción.
Un grupo birregional, a nivel de altos funcionarios de los gobiernos, supervisará la ejecución de las acciones.
Las dos regiones acordaron cooperar en el fortalecimiento de los sistemas financieros nacionales, con "las mejores normas y prácticas internacionales", medida que algunos mandatarios defendieron como mejor vía para evitar las turbulencias que han sacudido muchos países en los últimos años.
Para los latinoamericanos y caribreños se abren perspectivas de nuevos financiamientos externos, con la "invitación" al Banco Europeo de Inversiones a ampliar sus actividades en la región.
En cambio, entre las prioridades se incluyó un llamado a fortalecer la protección de los derechos de propiedad intelectual, un interés específico de los países más ricos.
La promoción y el estímulo a los programas de ayuda a los países más pobres, de protección recíproca de inversiones y contra la doble tributación, de apoyo a la pequeña empresa y al desarrollo del turismo complementan el plan de acción en el área económica.
Pero es en la parte política que más se buscará desarrollar la "asociación estratégica" que se proponen a construir las dos regiones, a juzgar por las 21 acciones prioritarias que constan en el documento, que acompaña la Declaración de Río de Janeiro, como resultados de la Cumbre.
Promoción de derechos humanos, combate a la xenofobia, al racismo, al crimen trasnacional organizado y al terrorismo son algunos actividades que deberán contar con una mayor cooperación entre la UE, América Latina y el Caribe en adelante.
La importancia de involucrar la sociedad civil en las iniciativas conjuntas, en una estrecha colaboración con el sector público, es una fuerte referencia en las prioridades de acción política, respondiendo a una atención especial de los europeos a esa participación.
En relación al ambiente, el documento vincula el desarrollo sustentable a la superación de la pobreza y la exclusión social, llamando a un énfasis en sectores que generan más empleos productivos.
Los latinoamericanos lograron matizar la preocupación europea por la destrucción de los bosques, una presión ejercida especialmente sobre los países amazónicos, Brasil en particular.
El párrafo sobre el asunto llama a una cooperación "en el área de preservación de los bosques en todo el mundo, por medio de la adecuada explotación económica, de conformidad con los principios del desarrollo sostenible".
Los desastres ambientales y naturales también movilizarán el esfuerzo conjunto, tanto para prevenirlos como para la reconstrucción. Se trata de una referencia al huracán Mitch que provocó graves daños en América Central en octubre y noviembre pasados.
En relación con las drogas, se decidió apoyar la aplicación el Plan de Acción Global de Panamá, acordado entre la UE y América Latina en abril.
El desarme será también una prioridad, especialmente en relación a "armas particularmente crueles" y las minas terrestres antipersonales, tratados en convenciones internacionales que América Latina, el Caribe y la UE se comprometen a impulsar.
Brasil, especialmente por impulso del gobernador de Río de Janeiro, Anthony Garotinho, aspiraba a una decidida acción contra las armas de pequeño porte. Fueron aprobadas leyes estaduales y está en discusión una legislación nacional que procura abolir el comercio de estas armas en el país.
Pero el documento solo menciona la preocupación por la proliferación de esas armas, aplaude la acción europea contra su propagación y los tratados que combate su producción y tráfico ilícitos. El asunto merece un tratamiento más profundo, como factor de la violencia urbana, dijo Garotinho.
La cooperación en al ámbito cultural, educativo, tecnológico, social y humano también aparece detallada en varias acciones, que comprenden desde mejorar la calidad de la enseñanza, aumentar las becas para ampliar estudios de posgrado, y fortalecer instituciones especializadas.
La creación de un foro cultural eurolatinoamericano y de "una iniciativa conjunta en el campo de la sociedad de la información", como el comercio electrónico, las tecnologías industriales o la educación, son algunas novedades.
Cooperar en el área de las producciones audiovisuales, cinematográficas y de medios electrónicos fue la respuesta a planteos de una reunión de cineastas latinoamericanos y europeos, que proponen medidas, principalmente en la distribución, para hacer frente al dominio estadounidense en el mercado cinematográfico. (FIN/IPS/mo/mj/ip if/99