El narcotráfico se convirtió hoy, detrás de las migraciones, en el punto más importante del vínculo entre Cuba y Estados Unidos con la realización en La Habana de una reunión de trabajo sobre este problema.
El portavoz de la cancillería cubana, Alejandro González, dijo a IPS que la reunión se efectúa "a nivel de expertos" y es solo "de naturaleza técnica".
Por la parte cubana participan funcionarios del Ministerio de Relaciones Exteriores y autoridades especializadas y, por la estadounidense, representantes del Departamento de Estado (cancillería) y del Servicio de Guardacosta, añadió González.
Aunque un acuerdo de cooperación en materia de lucha contra el narcotráfico puede aún estar lejos, observadores cubanos estiman que el contacto de este lunes podría abrir un nuevo canal de comunicación entre ambos países.
La Habana y Washington sólo habían logrado hasta ahora sentarse a hablar sobre problemas migratorios. Estas conversaciones condujeron a la firma de los acuerdos de septiembre de 1994 y mayo de 1995 que rigen la cooperación bilateral al respecto.
El contacto de este lunes "responde al interés natural de enfrentar el flagelo de la droga que afecta a toda la región", afirmó González. En la reunión "no participan agentes de la DEA", la agencia antidrogas de Estados Unidos, agregó.
Una fuente diplomática precisó que "la reunión de trabajo se extenderá por un solo día" y que al frente de la delegación estadounidense se encuentra el jefe de la Sección de Intereses de Estados Unidos en Cuba, Michael Kozak.
La reunión está enfocada "en la mejoría de los esfuerzos para combatir el narcotráfico y no representa un cambio de nuestra política hacia Cuba", afirmó el sábado un funcionario del Departamento de Estado al diario El Nuevo Herald, de Miami.
De acuerdo con ese periódico, ambas partes estudian cómo mejorar la comunicación entre las estructuras policiales de los dos países, que hasta ahora se realizan por fax, teniendo en cuenta un aumento del narcotráfico alrededor de la isla caribeña.
"Como hemos dicho antes, y por muchos años, el gobierno de Estados Unidos ha trabajado con el gobierno cubano en la lucha contra el narcotráfico sobre una base de caso a caso", dijo el funcionario citado por El Nuevo Herald.
Al parecer, hasta el momento la cooperación entre los dos países se ha limitado a intercambio de información sobre acciones específicas en el área, algunos arrestos y juicios ante cortes estadounidenses.
El caso más conocido se registró en octubre de 1996, cuando los dos rivales colaboraron en la detección y confiscación de un cargamento de 2.100 kilogramos de cocaína a bordo de una motonave de bandera hondureña.
La Habana tiene acuerdos de cooperación antidroga con 19 países y ha reiterado su voluntad de cooperar formal y sistemáticamente con Estados Unidos en la lucha contra el tráfico de estupefacientes.
Considerada hace siglos "la llave del Golfo de México", Cuba se sitúa en el medio de las rutas entre los productores de droga de América del Sur y el principal mercado consumidor, Estados Unidos.
Fuentes oficiales cubanas indican que entre 1994 y 1997 fueron confiscados en Cuba 14.500 kilogramos de drogas, entre ellos 95 millones de dosis de cocaína con alta pureza que equivaldrían a unos 380 millones de dólares en el mercado estadounidense.
Cuba "no es productora ni mercado de consumo de drogas", pero las zonas marítimas aledañas a la isla y los corredores aéreos internacionales han sido utilizados por embarcaciones y aeronaves de narcotraficantes, según las autoridades.
Barry Mc Caffrey, jefe de la Oficina para la Política Nacional contra las Drogas de la Casa Blanca, afirmó el mayo que el gobierno de Cuba no está involucrado en el narcotráfico, coopera con Estados Unidos en la lucha contra los traficantes y está muy interesado en conversar con Washington sobre este problema.
Sin embargo, exiliados cubanos en Estados Unidos reaccionaron airadamente ante el anuncio de la reunión bilateral por considerar que el gobierno de Fidel Castro está metido de lleno en el tráfico de drogas.
"Esto sólo demuestra las ganas que tiene la administración de (Bill) Clinton de cooperar con la dictadura de Fidel Castro. Llegar a decir que su régimen colabora en la batalla contra las drogas es lo más absurdo, ilícito e incorrecto", dijo la congresista republicana Ileana Ros-Lehtinen.
Fuentes oficiales cubanas estiman que el ala más radical del exilio en Estados Unidos constituye uno de los principales obstáculos para el logro un acuerdo entre ambos países. (FIN/IPS/da/mj/ip/99