Venezuela recibía hoy centenares de nuevos refugiados de Colombia, que se agregaban a los 2.084 que traspasaron la frontera occidental entre el miércoles y el viernes, algunos de los cuales comenzaron a ser repatriados a otros puntos del noreste colombiano.
"Hoy empezó el movimiento hacia Puerto Santander (Colombia) de los desplazados en tránsito" que ingresaron desde La Gabarra (unos 100 kilómetros más al norte en el departamento colombiano de Norte de Santander), informó el ministro de Defensa de Venezuela, general Raúl Salazar.
La población de La Gabarra prácticamente se desplazó entera hacia Venezuela, huyendo del cerco tendido por paramilitares de derecha que enfrentan a la guerrilla izquierdista de ese país, para lo cual autoridades venezolanas improvisaron seis campamentos en la población Casigua El Cubo.
Representantes de la Cruz Roja Internacional y del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados (Acnur) viajaron a Casigua El Cubo para presenciar la repatriación de los refugiados, mientras las autoridades esperaban unos 3.000 más este fin de semana.
Zoraya Ashkar, de la organización no gubernamental de derechos humanos Red de Apoyo por la Justicia y la Paz, lamentó la decisión del gobierno venezolano de "devolver los refugiados a la boca del lobo", aunque Venezuela los entrega a considerable distancia, hacia el sur, de donde ingresan.
El presidente venezolano Hugo Chávez recibió mensajes de agradecimiento de su par colombiano Andrés Pastrana por su actitud de abrir las puertas "a cuantos colombianos estén en difícil situación", según dijo este viernes al participar, uniformado de teniente coronel, en un ejercicio militar.
Chávez se apresta a visitar los campamentos de Casigua El Cubo, donde, según dijo, "estamos cumpliendo con una responsabilidad.
"Lamentamos la tragedia del pueblo colombiano y estamos garantizando el respeto de los derechos humanos y la atención a los compatriotas de la frontera", agregó.
Lo que sucede en Colombia "es un mini-Kosovo", dijo Chávez, y a una pregunta sobre temor de un éxodo masivo de colombianos hacia Venezuela, respondió a su vez "¿Qué podemos hacer? ¿Rechazarlos cuando los están matando al otro lado de la frontera?"
El canciller venezolano José Vicente Rangel informó que "hora tras hora aumenta el número de refugiados", y estimó que podrían llegar a 5.000.
La cancillería estudia "el problema semántico" de si son refugiados o "desplazados en tránsito", como los calificó Bogotá.
Rangel informó que solicitó al gobierno colombiano la presencia en el área "de dos altos funcionarios de la cancillería y el Ministerio de Defensa", para que participen en el costoso y difícil proceso de traslado, que llevará un cierto tiempo".
A la zona se desplazaron tres funcionarios colombianos, el viceministro de Relaciones Exteriores, Alejandro Borda, el director de soberanía de ese despacho, Sergio Camargo, y el general Mario Rojas, inspector del Ejército.
"Le hemos manifestado a Colombia que estamos obligados a hacer esto por razones de convicciones filosóficas en materia de derechos humanos. Se trata de algo verdaderamente patético, porque son miles de personas que están huyendo de la violencia", afirmó Rangel.
Chávez comentó que se trata de "una de las dificultades de los países que están en guerra, como el hermano pueblo colombiano", y Rangel acotó que "por eso es el interés de Venezuela de que haya paz en Colombia, porque mientras allí haya guerra tendremos este problema".
El presidente venezolano, un ex comandante de paracaidistas que intentó un golpe de estado en 1992 y ganó las elecciones de 1998, ha expresado interés en reunirse con Manuel Marulanda, jefe de las insurgentes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), para contribuir al diálogo de paz en ese país.
María Mancera, secretaria de gobierno del departamento colombiano de Norte de Santander, pidió a Bogotá "más ayuda para atender a los miles de campesinos que han sido atropellados" por paramilitares y las FARC, la principal guerrilla colombiana.
Del lado venezolano, el gobernador del estado de Zulia, Francisco Arias, compañero de Chávez en la rebelión de 1992, criticó "la tardanza del Ejército colombiano en llegar a La Gabarra". "Deja a la gente entre dos fuegos mientras los problemas se resuelven a balazos", dijo.
Salazar agregó que su gobierno ya activó un "Plan Refugio" para dar cobijo a los desplazados que llegan, con énfasis en unos 400 niños, y aseguró que la repatriación "no sólo se hará ante testigos de organismos humanitarios sino a la luz del día, para garantizar mayor seguridad". (FIN/IPS/jz/eg/dm/hd/99