Un ataque de paramlitares y otro de la guerrilla en el nordeste de Colombia dejaron como saldo al menos 30 muertos y originó un éxodo campesino hacia el estado fronterizo venezolano de El Zulia, informaron hoy autoridades locales.
Los hechos de violencia se regirtraron entre el domingo y el miércoles en los departamentos de Santander y Norte de Santander.
Campesinos de Norte de Santander denunciaron que el domingo presuntos paramilitares de derecha asesinaron al menos 20 personas en la localidad de La Gabarra.
Uno de los pobladores, que pidió no ser identificado por razones de seguridad, dijo que "cerca de 400 hombres armados llegaron al lugar y, luego de acusar a varias personas de colaborar con la guerrilla, las sacaron de sus casas y las ajusticiaron".
"También se llevaron a 12 mujeres con las manos atadas y amordazadas", porque, según ellos, eran esposas de guerrilleros", agregó.
Los paramilitares habrían llegado hasta La Gabarra, que tiene unos 15.000 habitantes, procedentes del limítrofe departamento de Bolivar.
El campesino sostuvo que "el gobierno y la policía sabían que (los paramilitares) estaban aquí, porque el obispo de Tibú, José Quintero, y otra gente ya los habían denunciado".
El obispo de Tibú, vecina a La Gabarra, dijo este jueves que tras el ataque decenas de campesinos abandonaron la localidad y "un buen número de ellos ha buscado protección en el estado venezolano de El Zulia", fronterizo de Colombia.
Por su parte, en el puerto petrolero de Barrancabermeja, capital del departamento de Santander, fueron asesinadas el miércoles 12 personas, entre ellas dos presuntos guerrilleros del Ejército Popular de Liberación (EPL), una disidencia del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
El ataque fue reivindicado este jueves por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que acusó al EPL de ser "una agrupación delictiva".
Un hombre que se identificó como jefe de las FARC dijo a la radioemisora caracol (la de mayor cobertura nacional) que los insurgentes del EPL han venido llevando a cabo acciones de secuestros injustificados en el área, pese a que ya se les había hecho un llamado de atención.
Según el Defensor del Pueblo (ombudsman) de Barrancabermeja, Julio Ardila, la masacre estaría relacionada con un ajuste de cuentas entre las FARC y el EPL por la disputa del territorio.
Una comisión de la Fiscalía, el Departamento Administrativo de Seguridad (inteligencia) y la Procuraduría, fue enviada este jueves a la zona por el gobierno de Andrés Pastrana para establecer responsabilidades por los asesinatos.
La masacre más reciente en Barrancabermeja, que cuenta con casi 250.000 habitantes, se produjo el 28 de febrero cuando un grupo paramilitar de derecha asesinó a nueve personas.
Alejandro Reyes, investigador del Instituto de Estudios Políticos de la estatal Universidad Nacional, dijo que los sucedido en Barrancabermeja es un reflejo del conflicto armado que vive el país.
Según el investigador, la ciudad es vigilada por cerca de 5.000 efectivos del Ejército, pero al norte operan los paramilitares de derecha y al sur los insurgentes, y la guerra por el control territorial "se libra calle por calle y manzana por manzana".
El ataque de las FARC se produce a menos de un mes de haber sesionado en esa ciudad un Tribunal Internacional de Opinión, que juzgó y encontró responsable al Estado colombiano por la masacre de más de 30 personas, no combatientes, ocurrida el 16 de mayo de 1998.
Según el tribunal informal, existió responsabilidad por parte de la fuerza pública, que no protegió a los civiles del ataque de presuntos paramilitares, pese a que habían sido alertadas sobre la presencia de estos grupos armados. (FIN/IPS/yf/dm/ip/99
