Los combates librados por el Ejército con las rebeldes FARC en el norte de Colombia, que dejaron un saldo de más de 70 muertos, podrían afectar las negociaciones de paz de ese grupo rebelde con el gobierno, advirtieron hoy algunos analistas.
A pesar de que el diálogo de paz está diseñado para desarrollarse en medio de la guerra, el investigador Jaime Zuluaga indicó que habrá que esperar el pronunciamiento de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) para saber que incidencia tendrá en el proceso estos enfrentamientos.
Zuluaga, del Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales, dijo a IPS que "de comprobarse, que las FARC están siendo atacadas de forma simultánea por el Ejército y los paramilitares o que éstos no son combatidos al mismo tiempo por los militares, las conversaciones de paz pueden peligrar".
Las FARC se enfrentaban desde el viernes en una zona rural del departamento de Córdoba con los paramilitares de las derechistas Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), en una disputa por el control de la zona, cuando se registró el operativo del Ejército que buscaba recuperar el control del lugar.
Si hubo parcialidad del Ejército en el operativo "como parece ser lo que ocurrió", las FARC demandarían de inmediato al gobierno de Andrés Pastrana coherencia en la lucha contra los paramilitares, "que fue uno de los puntos del compromiso para reanudar las negociaciones", pronosticó Zuluaga.
Las FARC, la más numerosa fuerza guerrillera de Colombia, pusieron como condición en mayo para la reanudación de las negociaciones "resultados concretos" en la lucha contra las AUC, a las que responsabilizan de los mayores ataques contra la población civil.
Ana Bernal, directora de la Red de Iniciativas por la Paz (Redepaz), sostuvo que los combates en Córdoba evidencian la necesidad de promover entre las partes un cese del fuego, mientras se lleva a cabo el diálogo de paz.
La directora de Redepaz, que reúne a unas 30 organizaciones no gubernamentales que promueven la solución política para la guerra civil, informó que llevará en representación de la sociedad civil la propuesta para un cese del fuego y la liberación de todos los secuestrados por la guerrilla.
Rodrigo Lozada, de la facultad de Ciencias Políticas de la privada Universidad Javeriana, no cree que los combates en Córdoba afecten el proceso de paz con las FARC.
El experto opinó que los combates "son parte del juego estratégico", en el que cada una de las partes intenta mostrar su fuerza.
Lozada señaló que en algunos lugares del país la guerrilla seguirá dominando y en otros lo harán los paramilitares, porque esa situación forma parte de la guerra, mientras que al Ejército le corresponde tratar de mantener el control territorial.
Tras los combates, el presidente de la Federación de Ganaderos de Córdoba, Luis Velázquez, pidió al gobierno suspender las negociaciones con las FARC hasta que los rebeldes "cesen su accionar violento".
Velázquez dijo que el liderazgo del proceso se le ha salido de las manos al gobierno y son las FARC las que tienen el control de las conversaciones.
No obstante, el gobernador de Córdoba, Eduardo Vega, se manifestó contrario a suspender el diálogo con la guerrilla y señaló que los resultados de este enfrentamiento "son un reflejo de la crudeza del conflicto".
Vega indicó que la guerrilla intenta retomar el control del territorio, del que fueron desplazados en gran parte por los paramilitares.
Informó, además, que desde hace varios meses había solicitado incrementar la presencia de la fuerza pública en esa parte del territorio.
El departamento de Córdoba es el epicentro de la guerra civil desde mediados de la década de los años 80, cuando se produjo la desmovilización del Ejército Popular de Liberación, que dejó el espacio para las FARC y las AUC, explicaron los expertos.
Los paramilitares lograron consolidarse a comienzo de los años 90 y expulsaron a los últimos militantes de las FARC, que desde diciembre manifestaron su intención de regresar para atacar en la selvática región del "Nudo de Paramillo", sede del jefe de las AUC, Carlos Castaño.
Córdoba es un departamento estratégico tanto para los rebeldes como para los paramilitares porque constituye un corredor que comunica el norte de Colombia con la región de Urabá (noroeste), una de las zonas de mayor riqueza en minería y principal productora de banano para la exportación.
Las costas de Urabá sobre el océano Pacífico son también codiciadas por traficantes de armas y drogas, que las utilizan para la entrada y salida de ese comercio ilícito. (FIN/IPS7yf/dm/ip/99
