El desempleo se agravó en el área metropolitana de Sao Paulo, en Brasil, hasta llegar a 20,3 por ciento en abril, informaron dos institutos. Gobiernos estaduales y alcaldías comienzan a implementar planes de emergencia para atenuar los problemas sociales.
El total de desempleados en el área metropolitana de Sao Paulo llega a 1.788.000, la mayor cantidad desde que en 1985 se comenzó a realizar la medición por parte del Departamento Intersindical de Estadísticas y Estudios Socioeconómicos (DIEESE) y el Sistema Estatal de Análisis de Datos (SEADE).
En abril se registraron 62.000 nuevos desempleados, pese a la generación de nuevas fuentes de trabajo en el sector de servicios. Hubo una mayor cantidad de trabajadores que ingresaron al mercado laboral, pero también nuevos despidos en la industria y el comercio.
La situación social es más grave en el área metropolitana que reúne a 17 millones de habitantes por una tendencia perversa: un mayor crecimiento del desempleo entre los jefes de familia.
Los responsables del mantenimiento de familias constuyeron 25,3 por ciento del total de desempleados el año pasado, mientras que en 1985 era de sólo 19,2 por ciento. Esa modificación de la realidad tiene un impacto social en proporción más negativo, señaló Pedro Branco, director ejecutivo de SEADE.
También las personas mayores de 40 años enfrentan crecientes dificultades para obtener un empleo, lo cual se comprueba en el hecho de que en el total de desempleados este sector pasó de ocupar 11 por ciento en 1985 a 18 por ciento en 1998.
Como respuesta a esta situación, en la ciudad de Sao Paulo, convertida en capital brasileña del desempleo en esta década, comenzó un movimiento que ya se extende a otras ciudades brasileñas.
La alcaldía paulista decidió a comienzos de mes implementar los llamados "frentes de trabajo", contratando a 10.000 desempleados para tareas de limpieza y otros servicios urbanos, con un salario de unos 76 dólares y cursos rápidos de capacitación para profesiones que requieren poca especialización.
Los frentes de trabajo para ocupación temporal, de seis meses en el caso de Sao Paulo, es un programa que ha sido utilizado tradicionalmente por los gobiernos centrales y los estaduales en el nordeste, en períodos de calamidad debido a la sequía.
La propuesta de extender mecanismos de emergencia social a Sao Paulo y otras grandes ciudades partió de Fuerza Sindical (FS), una central de trabajadores particularmente preocupada por el desempleo.
En pocos días se inscribieron más de 50.000 hombres y mujeres, formando largas colas ante la sede de la central sindical, que ofreció sus instalaciones para poner en marcha el programa de la alcaldía de Sao Paulo.
Muchos candidatos a ocupar esos puestos de trabajo tienen capacitación universitaria o alta calificación técnica, pero se disponen a ejecutar los llamados "servicios sucios", de basurero. "La desesperación del desempleo" genera esa disposición, señaló Paulo Pereira da Silva, presidente de FS.
El líder sindical propuso que el gobierno de Fernando Henrique Cardoso extienda los frentes de trabajo a otras metrópolis, para ampliar el programa hasta favorcer a un millón de desempleados. Eso costaría unos 900 millones de reales (530 millones de dólares), estimó Pereira da Silva.
Las condiciones serían las mismas: trabajo de cinco horas diarias por seis meses, con un salario mensual equivalente a unos 76 dólares, ayuda para alimentación y transporte y cursos profesionales. Los seleccionados serían los más pobres, los jefes de familia que tengan más hijos y que están desocupados desde hace más tiempo.
El gobernador del estado de Sao Paulo, Mario Covas, acogió la idea y desarrolló su propio proyecto, para brindar ocupación a alrededor de 50.000 trabajadores en la zona metropolitana de Sao Paulo, ofreciendo una remuneración un poco superior, equivalente a 88 dólares al mes.
Los trabajos a realizar son la conservación de manantiales, rearbolización de parques, mantenimiento de ferrocarriles, limpieza y recuperación de escuelas públicas y hospitales.
La idea es capacitar a los desempleados en su propio trabajo, explicó Walter Barelli, secretario de Relaciones de Trabajo.
Pero este programa aún depende de la aprobación de una ley por parte de la Asamblea Legislativa estadual, autorizando los gastos adicionales.
Los 10.000 contratados por la alcaldía paulista, entre tanto, comenzarán a trabajar a inicios de julio.
El gobierno del Distrito Federal, que comprende a Brasilia, también anunció un proyecto similar, para hacer frente al desempleo y al aumento de los problemas sociales locales, que incluye al fenómeno de la violencia. (FIN/IPS/mo/dm/if ip/99