El superávit acumulado por la balanza comercial de Chile es visto como un signo de la reactivación de la economía, pero también es una consecuencia de la crisis que provocó una caída de las importaciones.
Un estudio de la cancillería difundido este miércoles indica que, con excepción del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC), hay una reducción de las exportaciones chilenas hacia todas las áreas comerciales y sobre todo en América Latina.
El Banco Central informó el martes que desde el 1 de enero hasta el 15 de mayo el intercambio comercial muestra un saldo a favor de 1.088 millones de dólares, en contraste con el déficit de 876,5 millones acumulado en los cinco primeros meses de 1998.
Sin embargo, como demostración de la crisis, hay respecto del año anterior una contracción tanto de las ventas como de las compras al exterior, con la salvedad de que el porcentaje de baja de las importaciones es muy superior al de las exportaciones.
Hasta el 15 de mayo, Chile acumuló exportaciones por 5.930,8 millones de dólares, mientras las importaciones ascendieron a 4.842 millones, de acuerdo al último informe quincenal del instituto emisor.
En el período enero-mayo de 1998 el país realizó exportaciones por un monto de 6.777,6 millones de dólares, en tanto el gasto en importaciones en el mismo período fue de 7.654,1 millones. El año culminó con un déficit comercial de 2.495,5 millones de dólares.
La política de ajuste que el Banco Central aplicó durante todo 1998 y los primeros meses de este año a través de altas tasas de interés, logrará revertir este año el déficit, pero en un marco de contracción de todo el comercio exterior.
En el comportamiento del comercio exterior se refleja el impacto de la crisis internacional, sobre todo en lo que respecta a importantes compradores de productos chilenos, como Argentina y Brasil, que atraviesan por fases económicas recesivas.
La recesión está también instalada en Chile, con caídas sucesivas en el producto interno bruto (PIB) desde octubre de 1998, pero el gobierno del presidente Eduardo Frei afirma que en el segundo semestre se entrará de lleno en la recuperación.
El estudio de la Dirección General de Relaciones Económicas de la cancillería analiza estadísticamente el comercio con el TLC, el Mercado Común del Sur (Mercosur), la Comunidad Andina (CAN), la Unión Europea (UE) y la cuenca asiática del Pacífico.
El análisis compara el intercambio en el período enero-abril de 1998 y 1999 y destaca que con varios países de esos conglomerados, o con los bloques en su conjunto, Chile mantiene tratados de libre comercio.
En el caso del TLC, integrado por Canadá, Estados Unidos y México, las exportaciones registran un alza de 13,3 por ciento, en consonancia con la expansión de las economías estadounidense y mexicana, que neutralizaron una baja en las compras canadienses.
Las caídas en las ventas externas a la UE y el Asia-Pacífico son moderadas, de 2,6 y 2,2 por ciento respectivamente, en contraste con los porcentajes de caída hacia los dos bloques analizados de América Latina.
Las exportaciones al Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) cayeron 21,9 por ciento entre los dos períodos analizados, y la baja con la CAN (Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela) fue de 21,1 por ciento.
La contracción de las importaciones chilenas muestra un panorama diferente, con caídas de 43,7 por ciento para el Asia- Pacífico, 32,4 en la UE, 31,9 para el TLC, 20,8 por ciento en el Mercosur y 18,4 por ciento en la CAN.
Los analistas advierten, sin embargo, que el ritmo de caída de las importaciones, constante desde noviembre de 1998 con la excepción de enero de este año, tendería a aminorarse en mayo, como signo inicial de reactivación económica.
Esta recuperación relativa de las compras al exterior es coincidente con una moderación en la caída del circulante, como otra señal de la recuperación económica inducida por las bajas en las tasas de interés.
Las tasas del Banco Central, que en septiembre de 1998 se situaban en torno a un referencial de 12 por ciento, tuvieron a comienzos de este mes su octava baja para llegar a 5,75 por ciento, en una reacción ante la persistencia de síntomas recesivos.
La economía chilena, que en 1998 tuvo un crecimiento del producto de 3,4 por ciento, registró en el primer trimestre de este año una baja de 2,2 por ciento, pero los expertos prevén que cerrará el año con un incremento del PIB de 1,1 por ciento. (FIN/IPS/ggr/ag/if/99