La recuperación de la economía de Chile será más lenta y prolongada que lo previsto por el gobierno, según las últimas cifras sobre la evolución del producto, reconocidas hoy como "bastante malas" por el Banco Central.
El presidente del instituto emisor, Carlos Massad, se abstuvo de anticipar detalles del índice mensual de actividad económica (Imacec) de abril, que se publicarán este jueves, pero admitió un énfasis de la recesión iniciada en octubre de 1998.
Felipe Lamarca, presidente de la asociación de empresarios industriales, comparó a su vez al Banco Central con el Titanic, porque, dijo, "está llevando la economía al hundimiento", y urgió a bajar las tasas de interés y garantizar un dólar alto.
Analistas consultados este miércoles por el diario El Mercurio coincidieron en que el repunte de la economía chilena se producirá sólo a partir de agosto, y no desde los inicios del segundo semestre, como preveían las autoridades.
Las expectativas del gobierno de Eduardo Frei y de los diversos agentes económicos se frustraron sobre todo por el impacto de la crisis eléctrica iniciada en abril, que se sumó a los efectos de arrastre de la crisis financiera internacional.
La prolongada sequía que afecta al país desde comienzos de 1998, sumada a la imprevisión de las empresas eléctricas privatizadas, mantiene a la población y a los sectores productivos bajo constantes apagones.
Se anticipa que el Imacec de abril registrará una caída en torno de cinco por ciento, lo cual representa la cifra más baja de los últimos 16 años y retrotrae los índices que caracterizaron la recesión de comienzos de la década del 80.
El Imacec, homologable al producto interno bruto (PIB), viene presentando cifras negativas desde octubre de 1998 y con los seis meses sucesivos de caídas que se completaron en marzo Chile entró en recesión, de acuerdo con cánones internacionales.
Mientras Massad y el ministro de Hacienda, Eduardo Aninat, sostienen que se trata de una recesión "técnica", en medios empresariales y políticos, tanto oficialistas como de oposición, se afirma que se trata de una depresión "lisa y llana".
La tasa anualizada del PIB hasta marzo marcó una caída de dos por ciento, mientras el desempleo se sitúa en 7,8 por ciento, uno de los más altos de la historia y con previsiones de aumento.
"La caída de la actividad de abril será la más fuerte de la historia reciente de la economía chilena, ya que se juntan una serie de factores, como la crisis eléctrica, la sequía y las excesivas tasas de interés del año pasado", dijo el economista Erick Haindl.
Las tasas de interés, que llegaron a 12 por ciento el año anterior, ascienden ahora a un referencial de 5,75 por ciento, de acuerdo con la rebaja que el Banco Central dispuso el 1 de este mes para continuar con el relajamiento de su política de ajuste.
En los mercados se estima inminente un nuevo descenso de la tasa de interés, pero difícilmente se la fijará en cinco por ciento, como reclamó Lamarca este miércoles.
El dirigente de los industriales, crítico de la política económica oficial, sostuvo asimismo que el Banco Central debe garantizar un precio del dólar por sobre los 500 pesos para estimular las actividades exportadoras.
La divisa estadounidense registra en el curso de este año un comportamiento errático, con una tendencia predominante a moderados incrementos que la llevaron en las últimas jornadas a una cotización promedio de 493 pesos.
Massad mantiene una actitud de cautela en el manejo de las políticas financieras y cambiarias, privilegiando las metas antinflacionarias y el control del gasto para apostar así a una salida de la crisis "lenta pero segura".
El presidente del Banco Central fustigó a quienes incurren en un "catastrofismo exagerado", aunque admitió que no hay tampoco lugar para el optimismo, porque el Imacec de abril será "bastante malo".
De acuerdo con los últimos análisis de los expertos, el impacto recesivo continuará por lo menos desde mayo a julio, aunque en forma más moderada, para que la economía chilena inicie un repunte sólo en agosto.
Los analistas de instituciones académicas y empresas consultoras, que hace un mes preveían un crecimiento del PIB de Chile en torno a 1,8 por ciento, rebajaron esa estimación la última semana a rangos entre uno y 0,9 por ciento.
No obstante estos pronósticos, Chile sería en 1999 uno de los pocos países de América Latina con una evolución positiva del PIB, en tanto se estima que el producto regional caerá entre uno y dos por ciento con respecto del año anterior. (FIN/IPS/ggr/mj/if/99
