Argentina y Chile lograron superar más de un siglo de contenciosos de límites, al lograrse en los dos países la ratificación parlamentaria del tratado sobre Campos de Hielo Sur, el último sector fronterizo en disputa.
En Valparaíso, sede del Congreso chileno, 120 kilómetros al oeste de Santiago, la Cámara de Diputados votó favorablemente el acuerdo en la noche del miércoles, y en Buenos Aires el Senado lo hizo en la madrugada de este jueves.
El tratado que los presidentes Carlos Menem, de Argentina, y Eduardo Frei, de Chile, firmaron en diciembre de 1998, fue aprobado por los diputados chilenos por 58 votos a favor y 32 en contra, en tanto en Argentina lo respaldaron 42 senadores y sólo cinco lo rechazaron.
Tanto en Argentina como en Chile, donde el convenio había sido aprobado con antelación por diputados y senadores, respectivamente, este último paso de la ratificación legislativa se dio tras maratónicas sesiones parlamentarias.
Campos de Hielo Sur, según la denominación chilena (Hielos Continentales para los argentinos) es un inmenso glaciar situado en el extremo austral de ambos países, cuya importancia radica en que es la mayor reserva de agua dulce de América del Sur.
Con la aprobación del tratado se cierra un ciclo en las relaciones de Chile y Argentina, que ingresan ahora definitivamente en un claro camino de integración, dijo satisfecho en Valparaíso el canciller chileno José Miguel Insulza.
El ministro hizo una larga exposición en la sesión secreta que realizó la Cámara de Diputados antes de la votación del acuerdo, que fue aprobado por la totalidad de los parlamentarios oficialistas y por algunos miembros de la oposición de derecha.
En Buenos Aires, el presidente provisional del Senado, Eduardo Menem, hermano del mandatario, resaltó que este acuerdo "pone fin a 100 años de desencuentros que casi nos llevan a la guerra".
"No estamos cediendo territorio a cambio de integración. Aquí no se trata de ganar un metro más o menos a un país vecino, se trata de encontrar una solución justa", añadió Eduardo Menem, jefe de la bancada de senadores del gobernante Partido Justicialista.
La tónica de la votación en la cámara baja de Chile fue casi similar a la del Senado de este país, que avaló el tratado el 10 de marzo con los votos oficialistas y de la derecha liberal y el rechazo de los sectores afines al ex dictador Augusto Pinochet (1973-1990).
Pinochet, senador vitalicio desde marzo de 1998, está arrestado en Londres desde octubre, pero su oposición al tratado fue representada en la cámara alta por dos senadores designados. Se trata del general retirado Julio Canessa, que representa al Ejército, y del almirante también en retiro Jorge Martínez Busch, de la Armada.
En la Cámara de Diputados y el Senado, la pinochetista Unión Demócrata Independiente se opuso en bloque al tratado, mientras en el otro partido derechista, Renovación Nacional (PRN), los liberales lo aprobaron y los conservadores votaron en contra.
Frei apostó a obtener primero la aprobación del Senado, porque allí el futuro del acuerdo era más incierto, debido a la mayoría que la oposición y los senadores designados (no elegidos por voto popular) alcanzan en ocasiones sobre la coalición gobernante de centroizquierda.
La ratificación del acuerdo que establece una fórmula para delimitar Campos de Hielo Sur fue considerada una poderosa señal de consolidación de los objetivos integracionistas, por sobre las visiones de un nacionalismo extremo y anacrónico.
Insulza apuntó que una vez despejados los contenciosos territoriales, Chile podrá concentrarse al comenzar el próximo siglo en una labor de integración con Argentina basada en aspectos vinculados a "la vida cotidiana" de la población.
En este sentido mencionó los planes de integración energética con el tendido de gasoductos y oleoductos, la libre circulación en los pasos fronterizos y la integración plena de Chile al Mercado Común del Sur (Mercosur).
El canciller añadió que el tratado Menem-Frei representa "la mejor solución posible", ya que demarca de inmediato 100 kilómetros de frontera y entrega a una Comisión de Límites el deslinde de otros 50 kilómetros.
Esta tarea, que comenzará en el 2000, puede demandar un tiempo largo, advirtió Insulza. Pero el canciller manifestó confianza en que habrá finalmente un acuerdo y no será necesario llegar al arbitraje previsto en el tratado.
Entre los opositores al acuerdo, el diputado del PRN Carlos Caminondo sostuvo que se pudo llegar a una fórmula de delimitación completa de Campos de Hielo Sur, pero que Menem y Frei se apresuraron por el próximo fin de sus respectivos mandatos.
Ambos, según Caminondo, quieren pasar a la historia como los presidentes que "arreglaron" el último conflicto entre estos dos países que tienen una frontera común de 5.000 kilómetros a lo largo de la cordillera de los Andes y que en 1978 estuvieron al borde de la guerra. (FIN/IPS/ggr/ff/ip/99
