CELSO FURTADO: AMERICA LATINA YA NO EXISTE COMO CONJUNTO (2-E)

India, ¿podrán tener algún papel importante en el mundo en las próximas décadas?

—Furtado: Unicamente China puede afectar de hecho la economía mundial. Va descubriendo su camino, porque no permitió su internacionalización económica, mantiene el control de los flujos financieros y un crecimiento anual de ocho por ciento, envidiable para cualquier país.

En 10 años, China puede más que duplicar su producto nacional. Pasa así a ser un problema internacional acomodar a semejante país en este mundo nuevo, lo que exige redistribuir la renta mundial. Pero ese objetivo exige la reducción de los salarios en Estados Unidos y Europa, salvo que ocurran turbulencias políticas en China, la hipótesis a la que apuesta Occidente.

India también tiene todas las posibilidades de lograr un crecimiento razonable, aunque como Brasil, debe desarrollar su mercado interno. En la medida en que avancen y se vuelvan más homogéneos, Brasil e India pueden tener un papel internacional relevante en el futuro.

—IPS: ¿Y América Latina?

—Furtado: Es duro reconocerlo, pero como conjunto ya no existe. México, un país importante por su larga experiencia de encuentros y desencuentros con Estados Unidos, abandonó toda estrategia propia, para integrarse al vecino norteño. Argentina, que también había demostrado capacidad para actuar con autonomía, renunció a ella al optar por la dolarización.

Queda Brasil, con un resto de política propia, pero muy aislado en la región. Otras naciones menores enfrentan graves problemas, como la guerra civil en Colombia y la dependencia de Venezuela de su petróleo.

—IPS: Y en el plano internacional, ¿cómo será la próxima década?

—Furtado: De tensión, porque tiene lugar un reordenamiento de fuerzas a escala mundial, que se encamina fundamentalmente a una especie de unificación de las monedas.

—IPS: ¿Cree usted que esa tendencia de reducción a tres monedas en el mundo (dólar, euro y yen) es irreversible?

—Furtado: Si, porque el sistema financiero logró un poder de tal magnitud que es una ingenuidad pensar en una reforma monetaria mundial, un nuevo Bretton Woods, una sola solución. Ya no se puede.

Antes había un sistema financiero de mayor solidaridad, determinado por el común interés en equilibrar las balanzas de pagos. Ese fue el espíritu de Bretton Woods, de cooperación. Hoy tenemos una situación caótica, con una masa de recursos indisciplinada, sin posibilidad de equilibrio.

La hegemonía del dólar permite a Estados Unidos endeudarse permanentemente, sin problemas para financiar su balanza de pagos. Una situación increible. Cada año, Estados Unidos aumenta su endeudamiento en 100.000 millones de dólares y todo marcha bien. Gran parte del ahorro mundial se va a Estados Unidos, ante la mínima señal de riesgo.

—IPS: ¿No habrá un límite para eso?

—Furtado: Bien, eso tiene que ver con la parte social y política, la reacción que puede ocurrir, las tensiones. Tenemos medios de formular hipótesis sobre lo económico, no así sobre las áreas politica y social. ¿Quién preveía el fin de la guerra fría? Parecía el hecho más importante del mundo y se acabó repentinamente.

La historia es más rica que nuestra imaginación. La sociedad se hizo tan compleja que se dificulta la previsión de los acontecimientos. Eso era posible cuando la historia era más lenta, la sociedad más sencilla y los actores más limitados.

—IPS: ¿Cómo se podrá enfrentar el desempleo en sociedades industriales ya estructuradas, como las de Europa?

—Furtado: Están buscando salidas. Ya parece evidente que eso (el desempleo) sólo se solucionará en Europa creando un nuevo modelo de civilización, menos volcado al ahorro privado y más hacia su aplicación social. La armonía del ahorro y las inversiones sólo será posible con el control del mercado.

Imagino que es posible el surgimiento en Europa, o que el continente se encamine en esa dirección, una civilización de mayor ocio, que reparta el ingreso de otra forma, y no sólo por la vía del empleo.

Muchos dicen que esa alternativa provocaría un individualismo desenfrenado, porque eliminaría la disciplina social (condiciones de trabajo y relaciones laborales alcanzadas en la sociedad de bienestar) pretendida por los sindicatos.

De todas formas, será necesario crear una civilización basada en menos horas de trabajo y más en el uso personal del tiempo libre. Pero Europa solo podrá hacerlo organizando un sistema de protección propio, sin el cual no podrá competir con el resto del mundo.

—IPS: Además, se expone a recibir una avalancha de inmigrantes.

—Furtado: Una presión migratoria permanente, que ya está llegando desde el este europeo. Es materia de ingeniera política: reconstruir una sociedad preservando su dinamismo, su propensión a invertir en tecnología, y acabar con la lucha por el salario. Que las personas tengan que luchar por bienes sociales, por más salario social y menos por salario individual.

Debe ser una sociedad basada más en la solidaridad, y no en la competencia entre personas. Esta, la competencia, ha alcanzado el paroxismo, un hecho que indica su agotamiento. (FIN/IPS/mo/ff/ip if/99

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