Nueve huracanes asolarán al Caribe en la temporada de tormentas tropicales que se inició el día 1 y se extiende hasta el 30 de noviembre, pronosticó un reconocido experto de Estados Unidos.
William Gray, experto en ciencias atmosféricas de la Universidad del Estado de Colorado que acertó el pronóstico de la cantidad de huracanes que hubo en temporadas pasadas, calculó que este año habrá 14 tormentas nominadas, de las cuales nueve se convertirán en huracanes, cuatro de ellos grandes.
Es la primera vez que Gray pronostica que habrá más de 11 tormentas nominadas en una temporada.
Los científicos de la Universidad del Estado de Colorado hacen sus pronósticos sobre la base de "predictores climáticos" que identifican y luego comparan con temporadas anteriores.
Los predictores de este año son similares a las temporadas de 1950, 1955 y 1961, cuando la cantidad y la intensidad de las tormentas fue mayor que el promedio. "Eso significa que las tormentas (este año) serán más largas e intensas", dijo Gray.
Otro factor que apoya su pronóstico es el fenómeno atmosférico conocido como La Niña, un enfriamiento del este del océano Pacífico que facilita la creación de tormentas tropicales y que seguirá hasta casi el final de la temporada de este año.
Pero ni Gray ni el equipo de meteorólogos del Centro Nacional de Huracanes de Miami pueden saber cuántas de estas tormentas llegarán a tierra. Incluso los cálculos sobre su dirección tienen un margen de error de 10 por ciento.
Así que los organismos correspondientes, como la rica Administración Federal de Manejo de Emergencias de Estados Unidos, y la modesta Asociación Nacional de Manejo de Emergencias, de San Cristóbal y Nevis, no dejan nada librado al azar.
Los organismos de la región pretenden mejorar las comunicaciones, que los gobiernos proporcionen refugios y que los habitantes acaten las órdenes de evacuación.
En el Caribe oriental el énfasis se puso en la construcción de edificios resistentes a los huracanes.
La semana pasada, San Vicente y las Granadinas concluyó sus ensayos de preparación para un desastre nacional y la inspección de la seguridad de los refugios.
En el ámbito regional, la Agencia Caribeña de Respuesta de Emergencia al Desastre (CDERA), que agrupa a organismos nacionales, expresó su satisfacción por la preparación general de la zona.
El coordinador de la CDERA, Jeremy Collymore, dijo en entrevista con IPS que los organismos aplicaron lo aprendido con huracanes anteriores, sobre todo los de 1998, cuya temporada de tormentas fue la peor de este siglo.
En Honduras y Nicaragua aún se están recuperando cadáveres seis meses después del paso del huracán Mitch, que fue una de las cuatro mayores tormentas en golpear la cuenca del Atlántico este siglo.
El Mitch costó la vida al menos a 10.000 personas en los dos países, dejó a más de un millón sin hogar y provocó daños por miles de millones de dólares.
El huracán George mató al menos a 500 personas en República Dominicana y Haití y provocó daños estimados en más de 1.000 millones de dólares.
La tormenta mató a siete personas en San Cristóbal y Nevis, donde el daño estructural se calculó en 500 millones de dólares. Después del paso del Georges, la situación se agravó cuando la tierra desprendida por las lluvias provocó un deslizamiento en Basseterre que se cobró dos vidas más.
El impacto del George aún se siente en Antigua y Barbuda. El Banco Caribeño de Desarrollo informó el mes pasado que el crecimiento económico del país fue de 2,8 por ciento en 1998, frente al 5,3 por ciento alcanzado en 1997.
"El huracán causó daños importantes a todos los servicios de infraestructura y de turismo", declaró el Banco.
Anguilla, Islas Vírgenes Británicas, Dominica y Montserrat también fueron afectadas por el huracán, aunque en menor grado.
La temporada de tormentas tropicales de 1998 fue una de las más intensas y condensadas de la historia. Ese año hubo 14 tormentas (frente al promedio por temporada de 9,3), de las cuales 10 se convirtieron en huracanes (por encima del promedio de 5,8), tres de ellos intensos (el promedio es 2,1).
Diez de las tormentas ocurrieron entre el 19 de agosto y el 23 de septiembre. El punto culminante fue el 25 de septiembre, cuando se estaban formando cuatro tormentas. Este fenómeno no se experimentaba desde los años 50, según los expertos.
"Nos estamos acercando a la marca histórica de los años 50 en cuanto al número de huracanes en una temporada", explicó Jerry Jarrell, director del Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos, en Miami.
Jarrell explicó que las 53 tormentas nominadas con vientos mínimos de 62 kilómetros por hora, los 33 huracanes de entre 119 y 177 kilómetros por hora y los 15 grandes huracanes con vientos superiores a 178 kilómetros por hora experimentados entre 1995 y 1998 establecieron un récord para un lapso de cuatro años. (FIN/IPS/tra-en/ps/cb/aq/en/99