El gobernante Partido Liberal de Canadá, que otrora fue portavoz de los nacionalistas de este país, quiere fortalecer los lazos económicos y políticos con Estados Unidos e incluso podría proponer una moneda norteamericana común, según analistas.
El consejo de ministros se reunirá esta semana en una sesión especial cerrada para discutir la apertura a Estados Unidos, con miras a establecer fronteras abiertas al estilo de la Unión Europea, ampliar el libre comercio y estrechar los lazos con Estados Unidos, agregaron las fuentes.
La decisión de reunir al gabinete siguió a un informe realizado por un respetado grupo de expertos, que recomienda que Canadá se deshaga de su moneda flotante y fusione su política monetaria con la de Estados Unidos.
Según el informe del Instituto C.D. Howe, Canadá sufrió por las fluctuaciones del valor del dólar canadiense que en la última década se cotizó aproximadamente a 70 centavos de dólar estadounidense. Las dos monedas valían casi lo mismo en los 140 años previos.
La fluctuación del dólar entre 63 y 89 centavos de dólar estadounidense en los últimos 10 años no fue buena para la economía canadiense, según los expertos del Instituto C.D. Howe, firmes defensores de una moneda norteamericana común.
"Canadá tuvo una experiencia desalentadora con las tasas de cambio flexibles para el dólar", dijeron los economistas Thomas Courchene, de la Universidad de Queen, y Richard Harris, de la Universidad Simon Fraser.
"Los períodos de debilidad como el actual pueden desalentar las mejoras en la productividad de firmas canadienses que exportan o compiten con importaciones", agregaron.
A su juicio, las compañías canadienses se ocultan detrás de un dólar débil para mantener su competitividad en el gigantesco mercado estadounidense, que compra 85 por ciento de las exportaciones canadienses, preocupación que también fue expresada por otros analistas.
Durante las reuniones, los ministros realizarán una profunda evaluación de las relaciones generales entre Canadá y Estados Unidos, incluso aspectos como el ambiente, el transporte y la reducción de las restricciones aduaneras, según fuentes diplomáticas.
Aunque muchas personas en el mundo ven a Canadá como un simple apéndice de Estados Unidos, la idea de la unión con su vecino más poderoso siempre fue políticamente explosiva.
Sin embargo, con la oposición política dividida en partidos regionales, y un fuerte apoyo revelado por las encuestas de opinión, los planificadores políticos del Partido Liberal tienen la oportunidad de poner a prueba sus ideas acerca del establecimiento de lazos más fuertes con Estados Unidos.
La recomposición del consejo de ministros se aplazó para más adelante este año, para permitir la planificación de propuestas que puedan surgir sobre nuevos acuerdos con Estados Unidos, según las fuentes.
De acuerdo con el informe del Insituto C.D. Howe, vincular el valor del dólar canadiense con la moneda estadounidense promovería la estabilidad salarial y de precios, y que empleadores y empleados fueran más conscientes de su posición competitiva en América del Norte.
Además, una moneda común reduciría o eliminaría gastos como los costos de conversión en el comercio bilateral. El informe señaló al euro, la moneda común de la Unión Europea, como un ejemplo que Canadá podría seguir.
Los redactores del informe advierten que con grandes países latinoamericanos como Argentina discutiendo la adopción del dólar estadounidense como su moneda, se acaba el tiempo para que Canadá, de manera realista, impulse una moneda común con Estados Unidos.
"Canadá necesita integrar el debate público sobre la evolución de los acuerdos monetarios norteamericanos para asegurar que la opción (de la unión monetaria) continúe vigente", expresaron.
Sin embargo, oficialmente, el ministro de finanzas Paul Martin rechaza el modelo europeo. A su juicio, la relación económica de Canadá con Estados Unidos es "muy diferente" de las relaciones más igualitarias entre las economías europeas.
El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Alan Greenspan, señaló que cualquier país es libre de adoptar la moneda estadounidense como propia, pero advirtió que Washington continuará dirigiendo su política monetaria en el exclusivo interés de la economía estadounidense. (FIN/IPS/tra-en/mb/mk/at/aq/if-ip/99