Brasil exportó 1.545.208 sacos de 60 kilos de café en grano en mayo, un importante volumen que impidió el mejoramiento del hundido precio internacional.
El precio obtenido, 106,01 dólares por saco como promedio, fue el menor de los últimos años, pese a que mayo es tradicionalmente un mes de alta cotización, debido a la cercanía de la nueva cosecha, que comienza en julio.
En mayo de 1997, el precio promedio del café se situó en 208,96 dólares por saco, señalaron las dos asociaciones de exportadores brasileños.
Las existencias están en su menor nivel, dado que se acerca el momento de la cosecha, y las heladas previstas para los próximos meses podrían reducir la producción brasileña de café, la mayor del mundo.
Brasil exportó 8.654.881 sacos este año, el doble de igual período del año pasado. Pero los ingresos aumentaron sólo 13,3 por ciento, a causa de la caída de 43,1 por ciento de los precios en el periodo considerado.
Las bajas cotizaciones internacionales se deben al aumento excesivo de la oferta brasileña, afirman los otros países exportadores.
Brasil exportó 19,6 millones de sacos en el año cafetero, comenzado en julio, y a fines de este mes, cuando termine el periodo considerado, llegará a los 21 millones.
Será un volumen record, ya que el mejor desempeño anterior de Brasil, en el año cafetero 1991-1992, fue de 20,2 millones de sacos. Sin embargo, la cuota de exportación que la Asociación de Países Productores de Café otorgó a Brasil es sólo de 15 millones de sacos.
La Asociación y la Federación Brasileña de Exportadores de Café, que están en proceso de unificación, responden a las críticas de otras naciones exportadores que Brasil se ha limitado a recuperar su participación tradicional en el mercado mundial.
Esa participación histórica, ahora recobrada, es de 27 por ciento, tras permanecer durante algunos años en 21 por ciento. Los exportadores brasileños arguyen que el incremento de sus ventas no se tradujo en un aumento de las existencias de los países importadores.
La producción de otros países se redujo a consecuencia del huracán Mitch, que devastó América Central, de terremotos en Colombia y de pérdidas en Asia por factores climáticos y por la crisis econmica.
A partir de ahora, Brasil tendrá dificultades para mantener el volumen exportado. La cosecha será en el nuevo año cafetero de 24 millones de sacos, según varias estimaciones, ante los 35 millones obtenidos en la campaña anterior.
Con un consumo interno de 12,5 millones de sacos y la exportación de dos millones como café soluble, el gobierno deberá recurrir a sus reservas estratégicas de grano para abastecer la demanda.
Las asociaciones de exportadores esperan vender 18 millones de sacos de café en grano en el próximo año cafetero, desde el mes próximo hasta junio del 2000. Para cumplir esa meta, será necesario agregar 8,5 millones de sacos a la próxima cosecha. (FIN/IPS/mo/ff/if/99
