La producción industrial de Brasil cayó 3,3 por ciento en el primer cuatrimestre de este año, debido al desplome en las ventas de bienes durables, como vehículos y televisores, informó hoy el instituto oficial de estadísticas (IBGE).
La industria fue el sector que más sufrió la crisis financiera desatada por la moratoria rusa de agosto de 1998. Desde entonces, su producción registra una persistente caída. Pero los datos de marzo y abril ya indican una "discreta recuperación", según los técnicos del IBGE.
En realidad, la verdadera industria, la de transformación, registró un retroceso de 5,1 por ciento en el cuatrimestre, comparado con igual período del año pasado.
El resultado global fue menos desastroso por el excelente desempeño de la denominada "industria extractiva", que creció 14,5 por ciento, impulsada por petroleo y gás natural, cuya producción aumentó 19,8 por ciento.
Un sector industrial clave, el automovilístico, acumuló una pérdida de 23,2 por ciento en los cuatro primeros meses del año. La industria electroelectrónica lo acompañó, produciendo 19,8 por ciento menos que en el inicio de 1998.
La producción de televisores y aparatos de sonido, un buen indicador de la tendencia del consumo tanto de las capas medias como pobres, se redujo 28,1 por ciento.
"Por lo menos la caída se interrumpió" en mayo, evaluó el presidente de la Asociación Nacional de Fabricantes de Productos Electroelectrónicos (Eletros), Paulo Saab, quien espera una recuperación de las ventas en el segundo semestre.
En 1996 esa industria llegó a vender nueve millones de televisores en Brasil, triplicando esa cifra en tres años de estabilidad de precios alcanzada por el Plan Real.
Con la crisis y la recesión económica, la demanda del mercado interno bajó a menos de la mitad. Este año no se prevé que supere cuatro millones de televisores, estimó Eletros.
La industria de bienes de capital también figura entre las más afectadas. La producción de equipos y máquinas para la construcción se redujo en 46,4 por ciento de enero a abril, mientras los destinados a la agricultura sufrieron una caída de 24,2 por ciento.
La producción agrícola, sin embargo, está aumentando este año, al igual que como la extractiva mineral, y cumple um papel decisivo en el alivio de la recesión que sufre este país, al menos en términos estadísticos.
El producto interno bruto debe retroceder solo de uno a dos por ciento este año, según previsiones revisadas, que antes apuntaban a una reducción cercana a cuatro por ciento.
Pero no evita el agravamiento del desempleo, que en abril era de 8,02 por ciento, uno de los más elevados de la historia brasileña, particularmente acentuada en la región metropolitana de Sao Paulo, la más industrializada del país. (FIN/IPS/mo/mj/if/99
