Un grupo de piratas informáticos autodenominado "Resistencia 500" comenzó en Brasil lo que puede convertirse en una molestia permanente para el gobierno: la oposición a través de Internet.
Los expertos en invadir sistemas de informática, conocidos por su denominación en inglés de "hackers", ingresaron el viernes en los sitios en la red Internet de la Presidencia de la República y del Supremo Tribunal Federal, la corte suprema de justicia brasileña, para divulgar su manifiesto.
Los "hackers" lanzaron su protesta, que contiene ofensas al presidente Fernando Henrique Cardoso y a otras autoridadades, en nombre de "las voces calladas por leyes injustas, de quienes tuvieron la voz callada por el hambre y los medios de comunicación".
El manifiesto ataca las privatizaciones, el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, la corrupción y "la política económica estúpida", con un lenguaje rústico, cargado de errores gramaticales.
Hay indicios de que los "hackers", que se declararon ajenos a todo partido político, intentaron también invadir sitios del Senado y la Secretaria del Tesoro, aunque no lo lograron.
La identificación, Resistencia 500, otra señal del nacionalismo del grupo, se refiere a los 500 años de la llegada de los conquistadores portugueses a Brasil, que se cumplirán en el 2000.
Los "hackers", autoidentificados también como "un grupo de amigos que ama a su pais" amenazan en su manifiesto con seguir la campaña contra el gobierno y contra algunas personalidades, como el ex presidente del Banco Central Francisco Lopes, promotor de la devaluación del real en enero.
Con ese propósito consignaron su propia dirección electrónica y pidieron a la población mensajes para utilizar en sus próximas operaciones.
La invasión, con sustitución de las páginas originales, obligó al Supremo Tribunal Federal y a la Presidencia a suspender por algunas horas el acceso a sus sitios en Internet.
En una entrevista concedida por correo electrónico al diario Folha de Sao Paulo,
Los "hackers" señalaron por correo electrónico al diario Folha de Sao Paulo que el ingreso en los sitios mantenidos en Internet por los organismos oficiales brasileños lleva poco esfuerzo, pues es "pésima" la protección que esas páginas tienen.
Ese tipo de invasión informática, común en Estados Unidos, no había tenido hasta ahora trascendencia en Brasil. Un primer caso de impacto ocurrió en julio del año pasado, tras la derrota de la selección brasileña ante Francia en la final de la Copa Mundial de Fútbol.
Un pirata entró en el sitio de la Confederación Brasileña de Fútbol para introducir una protesta, acusando ala institución que dirige ese deporte en Brasil de haber negociado la derrota a cambio del derecho a organizar la Copa Mundial en el 2002, un objetivo que finalmente no se logró.
En Estados Unidos, la policía calcula que 75 por ciento de las 500 mayores empresas del país y de las instituciones gubernamentales ya sufrieron ese tipo de intrusión.
Casos famosos fueron los que tuvieron como blanco el Ministerio de Defensa y la NASA (agencia del espacio) de Estados Unidos, cuyos fuertes sistemas de protección fueron insuficientes para impedir la acción de los invasores, entre los que se contó un adolescente argentino residente en Buenos Aires.
Destacarse como "hacker" es una vía para ser contratado como experto en seguridad informática de grandes empresas e incluso prestar servicios al gobierno. La experiencia y conocimientos de esos piratas tienen gran valor en el mercado legal.
La operación del viernes en Brasilia parece haber tenido otro objetivo, de tipo político. Por eso, el grupo se arriesgó a divulgar su dirección electrónica, aunque en "hotmail", que no identifica el servidor.
Con la creciente impopularidad del presidente Cardoso y la sucesión de escándalos que afectan a su gobierno, la acción puede ganar adhesiones y seguidores, especialmente porque las alternativas de oposición legal parecen debilitadas. (FIN/IPS/mo/ff/ip cr/99