La Cumbre América Latina y el Caribe- Unión Europea, que se realizará en esta ciudad este lunes y martes, concentrará en ese lapso una gran diversidad de procesos, negociaciones y demandas.
El riesgo es que se haga demasiado dispersiva, dejando poco claro los objetivos centrales de un reencuentro entre dos regiones de historia y culturas allegadas, pero que se alejaron últimamente.
Una tendencia es que las negociaciones entre Mercado Común del Sur (Mercosur) y la Unión Europea (UE) para crear una zona de libre comercio acapare las atenciones, con la posibilidad de producir celos y reclamos por tratamiento similar de los europeos.
El canciller de Brasil, Luiz Felipe Lampreia, calificó la aprobación por parte de la UE del mandato para negociar con el bloque sudamericano como "el paso más importante" de la cumbre de Río de Janeiro.
La diplomacia del país anfitrión estimula esa visión que sobrevalora la reunión paralela entre los gobernantes europeos y los del Mercosur, conformado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, para lanzar este lunes las negociaciones a iniciarse en julio del 2001. Una parte se hace más importante que el todo.
La dispersión tiene combustible en el hecho de que América Latina y el Caribe se presentan divididos en varios bloques ante una Europa integrada.
La UE se apresta a negociar la liberalización comercial separadamente con Chile y el Mercosur, pero ya avanzó mucho en la discusión de un acuerdo con México. Por su parte, con el Caribe ya tiene relaciones privilegiadas, bajo la Convención de Lomé.
Es natural que la Comunidad Andina y América Central presenten sus planteos propios, más allá de la ayuda que ya reciben de Europa para combatir el narcotráfico y la pobreza.
Cuba llega a Río de Janeiro con su líder Fidel Castro, usual estrella de reuniones similares, y sus problemas específicos, como el bloqueo comercial que le impone Estados Unidos, por lo cual le otorga a las relaciones con Europa una singular importancia.
El riesgo de debilitar la cumbre por su división en diálogos de subgrupos fue reconocido por el embajador cubano en Brasil, Ramón Sánchez-Parodi.
Por eso su país no destacará reclamos particulares y propondrá un foro permanente para seguimiento de las resoluciones de la cumbre, aseguró.
El predominio de las cuestiones comerciales y financieras, en desmedro de los temas políticos, culturales y sociales, constituye otro factor que puede estrechar los objetivos de la Cumbre.
Es una tendencia tradicional en las reuniones que tratan de la integración, contra la cual intentan luchar las organizaciones no gubernamentales, parlamentarios y representantes del mundo cultural.
"Acuerdos como el Mercosur, el Area de Libre Comercio de las Américas y los que resulten de la cumbre deberán conceder prioridad al desarrollo humano y social", señalan los promotores del Foro de la Sociedad Civil para el Diálogo Europa-América Latina, que tendrá lugar también este lunes y martes.
Es injustificable que reuniones de tanta importancia como esta cumbre no contemplen la participación de los parlamentos y organizaciones no gubernamentales, se queja la Red Brasileña por la Integración de los Pueblos, que organiza el Foro.
Los cineastas se reúnen antes de la reunión de los 48 jefes de Estado y de gobierno, para discutir una asociación entre las cinematografías europeas y latinoamericanas con el fin de hacer frente a la dominación del sector por Estados Unidos.
El área cultural debe ser la base de la integración entre las dos regiones que comparten una civilización, defienden artistas e intelectuales.
El canciller Lampreia venía destacando la cumbre como un reacercamiento polifacético, no limitado al comercio. La cooperación en educación y acciones culturales conjuntas son parte importante de la agenda de la cumbre.
La "dimensión humana" es otro tema contemplado en los debates del encuentro, incluyendo la participación de las mujeres en todas las esferas, la protección de la niñez y el papel de la sociedad civil en las relaciones interregionales.
Pero los obstáculos europeos a las negociaciones comerciales con el Mercosur, solo ahora despejados, fortalecieron la percepción de que lo más importante en la cumbre será el lanzamiento del proceso negociador entre estos dos bloques, por ser el único " resultado concreto". (FIN/IPS/mo/dm/ip/99