GINEBRA – La Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Mary Robinson, descargó sobre el régimen de Belgrado toda la responsabilidad por el deterioro de la situación en Yugoslavia.
Robinson dijo que su oficina obtuvo sólidas pruebas de numerosas crímenes cometidos en Kosovo, que incluyen ejecuciones sumarias, desplazamientos forzados, violaciones, abusos físicos y destrucción de propiedades y documentos.
El informe dedica un capítulo a la descripción de los efectos del conflicto sobre la población civil de la República Federal de Yugoslavia, con más de 1.200 muertes, y también las consecuencias sobre la salud y el ambiente.
Pero el grueso del examen tiende a demostrar que fuerzas militares y de policía de Serbia, junto con unidades paramilitares, ejecutaron un programa de expulsión de Kosovo de los pobladores pertenecientes a la etnia albanesa.
Más de 750.000 kosovares se encuentran como refugiados o desplazados en países y terrritorios vecinos, mientras suman cientos de miles los desplazados en el interior de Kosovo, dice el documento. —-