CARACAS – La inserción prematura de miles de niñas, niños y adolescentes en el mercado laboral de Venezuela es un duro fenómeno, y aunque no figura en las estadísticas que miden la magnitud de la pobreza, su realidad es cada día más evidente.
Una porción creciente de la infancia venezolana abandona la protección del hogar y de la escuela para salir a la calle en la lucha por la supervivencia.
Más de 4,5 millones de niños venezolanos viven en la actualidad en situación de pobreza, según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia.
"La profunda crisis que vive Venezuela y los severos ajustes estructurales que se han aplicado afectaron a la familia", señaló a IPS Fernando Pereira, coordinador general de los Centros Comunitarios de Aprendizaje.
"El resultado es que muchos niños, niñas y jóvenes han salido a trabajar, para contribuir a su manutención y la del resto del grupo familar", dijo Pereira. Los niños, niñas y jóvenes que trabajan aportan 25 por ciento del ingreso total de las familias más pobres, agregó.
"Hay una tendencia a la satanización absurda del trabajo infantil y juvenil", cuando lo que debe buscarse es la protección de niños y adolescentes que trabajan, señaló Pereira.
Lo esencial es "garantizarles condiciones adecuadas y que no sean explotados en el mercado laboral, como sucede en la actualidad", concluyó. —-