SAN JOSE – La inminente aprobación de una ley para frenar a 5.000 turistas que visitan Costa Rica cada año con la intención de violar a niños y niñas explotados por redes de proxenetas despierta optimismo entre los activistas.
"Por fin nos escucharon", comentó a IPS Rocío Rodríguez, de la organización no gubernamental Casa Alianza, que hace dos años concentra su trabajo social en la denuncia y prevención de este fenómeno.
Uno de los puntos fundamentales del proyecto es que aumenta la edad mínima de consentimiento para mantener relaciones sexuales de 15 a 18 años.
Además, establece penas de prisión a quienes, mediante pago, mantienen relaciones sexuales con menores, que antes eran favorecidos por vacíos legales.
Uno de los detonantes del auge de Costa Rica como destino turístico sexual es el endurecimiento de las leyes contra el proxenetismo en el sudeste asiático, que llevó a los turistas del sexo a buscar otros destinos, dijo Bruce Harris, director de Casa Alianza.
"La situación es tremenda. Sólo en mayo recibimos 20 denuncias de abusos", señaló Rodríguez, quien resaltó que hasta el momento una de las grandes preocupaciones ha sido la impunidad.
Pero el parlamento abrió una puerta a la esperanza al aprobar la semana pasada en primer debate un proyecto de ley en la materia. —-