La actual violencia de grupos paramilitares en Timor Oriental forma parte de "una campaña bien organizada" para impedir que los timorenses voten por la independencia, denunció Amnistía Internacional.
El informe divulgado el martes, titulado "Timor Oriental: Aprovechar el momento", acusa al gobierno y las fuerzas armadas de Indonesia de perseguir, amenazar y aun matar a aquellos timorenses que apoyan la independencia.
El 8 de agosto se realizará en la antigua colonia portuguesa, brutalmente ocupada por Indonesia desde 1975, una votación supervisada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en que los timorenses orientales optarán entre un régimen de autonomía bajo gobierno indonesio o la independencia.
Si persisten los abusos, advirtió Amnistía, "pueden tener un grave efecto en el proceso electoral y la capacidad de los individuos de ejercer sus derechos básicos a la libertad de expresión y asociación".
Un equipo de Amnistía que visitó Timor Oriental entre el 8 y el 27 de mayo pasado citó pruebas del asesinato de al menos 34 timorenses por fuerzas de seguridad o paramilitares desde que Indonesia acordó con Portugal el 5 de mayo, con la mediación de la ONU, la realización de un referéndum de autodeterminación.
Otros 280 timorenses fueron detenidos ilegalmente, decenas fueron torturados y al menos dos están desaparecidos, denunció la organización defensora de los derechos humanos, con sede en Londres.
"Estos abusos forman parte de una campaña más general y organizada para amenazar e intimidar a la población de Timor Oriental, con el fin de que apoye la opción de la autonomía" promovida por Yakarta, sostiene el informe.
Existen "claras pruebas de participación directa de autoridades gubernamentales, el Ejército Nacional Indonesio… y la policía indonesia" en esa campaña, añade el documento.
"Si yo fuera una timorense oriental, tendría que ser muy valiente o loca para dirigirme a una oficina de registro" para votar en agosto, declaró Florence Martin, representante de Amnistía ante la ONU y miembro del equipo que visitó Timor Oriental.
Debido a la violencia y las persecuciones, funcionarios de la ONU creen que la votación debería postergarse varias semanas, quizá hasta el 29 de agosto.
Pero aun así, será una "misión imposible" establecer las condiciones para una votación libre y justa, advirtió Martin.
Durante su estadía en Timor Oriental, relató, vio carteles colocados cerca de oficinas de la ONU que sugerían que el foro mundial es partidario de la autonomía, aunque el secretario general Kofi Annan aclaró que la organización es absolutamente neutral.
Así mismo, funcionarios públicos timorenses son presionados, bajo amenaza de perder su empleo, a firmar cartas de apoyo a la opción de la autonomía, denunció Martin.
El informe acusa a un líder miliciano, Enrico Guterres – designado la semana pasada para encabezar una unidad de defensa civil en Dili, la capital de Timor Oriental- de haber amenazado a funcionarios estatales durante un acto en abril.
"Iremos a cada oficina gubernamental y nos desharemos de los empleados públicos que estén contra Indonesia", amenazó Guterres, según Amnistía.
Pero el peor problema, sin duda, son las matanzas.
"La gran mayoría de las víctimas fueron activistas por la independencia o personas calificadas de 'independentistas' por sus vínculos familiares, su trabajo o su negativa pública a apoyar la autonomía y la continuación de la integración a Indonesia", sostiene el informe.
Mientras, la ONU prosigue con sus planes para el referéndum. Para fines de junio desplegará en Timor Oriental unos 270 policías, pero según el acuerdo entre Indonesia y Portugal, Yakarta tiene autoridad exclusiva en cuanto a la seguridad del acto electoral. (FIN/IPS/tra-en/fah/mk/mlm/hd/99