/BOLETIN-AMBIENTE/ PANAMA: Modernización atenta contra hábitat de las aves

La sustitución de cultivos y el afán de maximizar las ganancias en el sector agrícola para adecuarse a la globalización de la economía causa la muerte masiva de aves nativas en vías de extinción en Panamá y dañando el hábitat de especies migratorias.

La muerte por envenenamiento de millares de patos nativos en una laguna próxima a un sembradío de arroz en el poblado El Coco, de la central provincia de Coclé, provocó fuertes protestas de los vecinos del lugar y denuncias contra el propietario del cultivo.

A través de una carta con más de 100 firmas, los vecinos de El Coco denunciaron al agricultor Carlos Araúz como responsable de la matanza y pidieron a la estatal Autoridad Nacional del Ambiente (Anam) que investigue y castigue al responsable.

Esa situación es recurrente en Coclé y otras provincias de la región central donde existen grandes sembradíos de arroz, maíz y sorgo, así como enormes criaderos de camarones en estanque, de los cuales se alimentan las aves.

Un portavoz de las compañías camaroneras radicadas en la región de Sarigua, en la central provincia de Herrera, indicó que algunas aves consumen hasta poco más de 2,5 kilogramos diarios de camarones en los estanques, lo cual les implica pérdidas muy grandes.

Mientras, los agricultores aducen que el consumo de las semillas sembradas antes de germinar en los suelos reduce el rendimiento por hectárea de sus cultivos y los coloca en desventaja al momento de comercializar los productos.

Pero la eliminación de las aves a tiros o por envenenamiento, como ocurrió en El Coco, está terminantemente prohibida por la ley que a finales de 1998 creo la Anam y estableció mecanismos para proteger el ambiente.

Agricultores y criadores de camarones en algunas ocasiones son autorizados a utilizar cohetes o disparos de salva para ahuyentar a las aves, pero, según denuncio a IPS un funcionario de la Anam que pidió reserva de su identidad, algunos agricultores y camaroneros matan o hieren a las aves con disparos de perdigones.

Los patos que aparecieron muertos en El Coco pertenecen a la variedad nativa denominada "guichichi" (Dendrocigna autumnalis) que figura entre las 38 especies de aves en vías de extinción existentes en Panamá.

Aunado a las matanzas a tiros o por envenenamiento, la sustitución de la producción artesanal de sal de mar por la cría de camarones en estanque en El Agallito, en Herrera, está dejando sin sus fuentes tradicinales de alimentación a varias especies migratorias playeras que recalan en esa región del país.

La reducción de los aranceles de importación hasta un promedio de 8,5 por ciento adoptado el año pasado por el gobierno convirtió la extracción artesanal de sal en El Agallito en un producto más caro que el importado desde Colombia y otros países de la región.

El profesor de biología Francisco Delgado dijo que las aves playeras utilizan el área de las salinas para descansar y proveerse de pequeños peces y otros organismos marinos que quedan en el lugar cuando sube y baja la marea, lo cual ocurre dos veces al día en el litoral Pacífico.

Delgado, uno de los pioneros en la defensa del ambiente en la región central del país, afirmó que la sustitución de la producción de sal por camarones se esta realizando "sin haberse presentado los documentos técnicos que justifiquen la viabilidad e impacto de dicha actividad en el área".

La zona de El Agallito también cuenta con una playa artificial, grandes extensiones de manglares y dos barrios de emergencia, las cuales van a ser afectadas por los estanques para la cría de camarones cuando culmine el proyecto, aclaró Delgado.

Indicó que los muros que se estan construyendo para los estanques van a alterar el flujo de aguas durante las crecidas del cercano río La Villa y la entrada de agua de mar a tierra firme durante las mareas altas que ocurren varias veces al año, lo cual va a inundar barriadas cercanas a El Agallito.

El activista afirmó que si se consuma ese proyecto "habrá un desastre social y ecológico" en esa zona, la cual en 1984 fue declarada "de importancia biológica nacional" y figura en el "Inventario de humedales de la región neotropical" publicado en 1980 por el Buró Internacional para el Estudio de Aves Acuáticas.

En El Agallito se encuentra la única estación biológica existente en Panamá, construida por el no gubernamental Centro de Estudios Conservacionistas Aplicados en 1980 con apoyo de Alemania y trabajo voluntario de Delgado y otros activistas de Herrera.

Delgado señaló que, además, de las colonias de garzas y pelícanos radicadas en El Agallito y manglares cercanos, existe gran variedad de aves playeras o correlimos que recalan para proveerse de alimentos y descansar en el lugar durante sus periódicas migraciones de norte a sur y de sur a norte.

En El Agallito y otros 11 recaladeros de aves migratorias que existen en Panamá los "contadores de aves" han registrado la visita simultánea de hasta 402.600 aves.

"Nos oponemos al proyecto porque el sitio escogido" para cría de camarones en estanque "representa el último sitio de refugio natural de una gran población de aves migratorias", acotó Delgado. (FIN/IPS/sh/mj/en/99

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