La Organización de las Naciones Unidas (ONU) pidió a la comunidad internacional que aumente sus esfuerzos para fomentar la estabilidad económica y política de América Central que permitan a la región responder con mayor eficacia a los desastres naturales.
El huracán Mitch provocó unos 10.000 muertos y dejó a casi un millón sin vivienda cuando pasó en octubre por América Central, lo cual "reveló el grado extremo de vulnerabilidad social y ecológica" de la zona, según el informe de la ONU "Socios en la Reconstrucción y Transformación de América Central".
"No todos los pueblos o lugares son igualmente vulnerables a los desastres", sostiene el informe, y agrega que el Mitch tuvo un efecto más perjudicial para los pobres centroamericanos.
"La vulnerabilidad social aumenta cuando la gente está desnutrida, en mal estado de salud y viviendo en condiciones insalubres y en lugares inseguros", advierte.
La falta de preparación en el plano social "provocó tanta vulnerabilidad que, cuando la naturaleza golpeó, gran cantidad de personas… se quedó sin hogar, sin trabajo, sin educación e incluso más desesperanzada que antes", declaró el secretario general de la ONU, Kofi Annan, en una cumbre de donantes celebrada en mayo en Estocolmo.
América Central es una de las zonas más proclives a los desastres naturales, indicó el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), que coordina las actividades de la ONU y administra un programa de 495 millones de dólares para la región.
El PNUD destinó 26 millones de dólares para superar los daños causados por el Mitch.
"La escala de la pérdida de vida, devastación y ruina de un fenómeno natural como el huracán Mitch queda exacerbada por varios factores producidos por el hombre", afirma el informe divulgado el martes pasado.
"Existe una interrelación entre las fuerzas naturales y sociales", opinó René Mauricio Valdéz, coordinador del PNUD de la oficina regional para América Latina y el Caribe.
"Esto no fue entendido ni tratado por la región", señaló, y aseguró que tras el impacto del huracán, "habrá un cambio radical de política en la zona, no sólo para el PNUD sino para todos los actores".
En Honduras y Nicaragua, los países más devastados por el huracán, los primeros lugares arrasados por las inundaciones del Mitch fueron las llanuras, las riberas y las laderas donde los pobres construyeron sus casas.
El PNUD explicó que los pobres de todo el mundo tienen "un acceso limitado a la tierra" y por tanto no tienen otra opción que vivir en zonas de alto riesgo.
Mortales deslizamientos de tierras provocados por el Mitch enterraron a aldeas enteras. Estos fueron facilitados por la deforestación generada por el talado para utilizar leña, ya que los pobres no tienen dinero para utilizar otros tipos de energía, como el gas.
Los presidentes Carlos Flores, de Honduras, y Arnoldo Alemán, de Nicaragua, afirman que construirán mejores países tras el paso del Mitch, pero el informe de ONU alega que la "reconstrucción debe comprenderse en el contexto de una mejor capacidad nacional para planificar la prevención, la mitigación y la reacción a los desastres".
La transformación política debe acompañar la reconstrucción, argumentó Valdéz. El PNUD exhortó a los gobiernos de la región a incluir una mayor participación de la sociedad civil y a adoptar una mayor descentralización y transparencia políticas.
Tras el fin de las guerras civiles y la transición democrática después de varios regímenes militares en esta década, la sociedad civil de América Central recién está emergiendo, aseguró.
En algunos casos, la poca participación de la sociedad civil obstaculizó la distribución de la ayuda a los pobres tras el Mitch, explicó.
En marzo, el Defensor del Pueblo (ombudsman) hondureño Leo Valladares investigó el manejo gubernamental de la ayuda internacional recibida por el huracán y halló casos de mala administración o de abusos.
En mayo, Annan señaló que, así como los países centroamericanos deben emprender la reconstrucción tras las guerras civiles de las últimas décadas, también deben hacerlo tras el huracán Mitch.
"Los dos objetivos, la paz y la reconstrucción, refieren a cuestiones cruciales relacionadas con la pobreza, la desigualdad social, la presiones demográficas y la sustentabilidad ambiental", dijo Annan.(FIN/IPS/tra-en/km/fah/mk/aq/dv-en/99