BENIN: Oposición condena agresión policial a un legislador

La oposición y los grupos defensores de los derechos humanos de Benin condenaron la reciente agresión a un diputado por parte de la policía.

El legislador Sacca Fikara fue atacado por cinco policías cuando intentaba cancelar la deuda de unos 37.000 dólares, por la compra de un automóvil, que había contraido Wole Affolabi, un amigo suyo de Nigeria, con Charles Karam, un comerciante de Benin de origen libanés.

Los policías golpearon al diputado y dejaron su boubou, la vestimenta tradicional de los hombres de Benin, hecha jirones. Luego alegaron que Fikara había abofeteado a uno de sus compañeros, pero el parlamentario rechazó la acusación.

"Habría sido imposible que atacara a un grupo de cinco policías armados. Yo no levaba armas, y tampoco lo hacía la persona que me acompañaba", aseguró Fikara.

El abogado del legislador presentó una demanda "por arresto violento y detención arbitraria".

Rosine Vieyra Soglo, esposa del ex presidente Nicephore Soglo y líder de la oposición, afirmó en la Asamblea Nacional (parlamento) que el incidente había sido "una violación arbitraria y flagrante a los derechos humanos".

"Los artículos 90 y 113 de nuestra Constitución estipulan que los parlamentarios tienen inmunidad, y nosotros condenamos el desprecio con el cual ciertos agentes de la ley tratan a nuestros conciudadanos, sin ningún respeto por su dignidad", enfatizó.

Vieyra Soglo también condenó "el silencio de los ministros del Interior, Seguridad, Defensa y Administración Territorial ante el maltrato al diputado", y exhortó a la Asamblea Nacional a aprobar una ley "que desaliente la repetición de abusos de poder como éste".

La Asociación de Lucha contra el Racismo, el Etnocentrismo y el Regionalismo (ALCRER), una organización defensora de los derechos humanos, también protestó contra la "crueldad física" perpetrada contra Fikara.

La ALCRER declaró que hechos como éste "deshonran tanto a los ciudadanos como al Estado, y atentan contra todos los esfuerzos realizados en el área de los derechos humanos".

"Los perpetradores de este acto vil deben ser perseguidos y castigados con la mayor severidad", añadió.

El incidente no pareció causar mucho impacto en el gobierno, cuyos funcionarios se mantuvieron en silencio.

La opinión pública, en cambio, se mostró indignada. Muchos habitantes de Benin recuerdan que en 1998 la policía golpeó al periodista Robert Amegah, que estaba cubriendo los festejos del 38 aniversario de la independencia de Benin para su estación de radio.

En aquel momento los periodistas organizaron una marcha de protesta, pero el gobierno del presidente Mathieu Kerekou no tomó medidas para condenar la brutalidad de la policía.

Rita Djossou, una maestra, instó al gobierno a proteger a los seis millones de habitantes de Benin "sin tener en cuenta si son diputados o campesinos".

"Si Fikara no fuera un diputado, nadie se habría enterado del incidente", sostuvo.

Didier Aditi, un estudiante, afirmó a su vez: "Ahora hubo protestas sólo porque se trataba de un legislador. Pero, ¿acaso los demás no tenemos los mismos derechos?".

Francois Hounsa, empleado administrativo que trabaja en la capital, criticó la agresión al diputado pero admitió que no lo había sorprendido.

Hounsa relató que un primo suyo fue "arrestado, detenido y maltratado en una seccional de Cotonou" por no haber pagado en fecha una deuda. El primo de Hounsa estuvo detenido durante más de 72 horas sin poder llamar a su abogado, en lugar de las 48 que admite la constitución.

Hounsa piensa que los incidentes en los cuales participan las figuras públicas como Fikara constituyen una oportunidad para que "los grupos defensores de los derechos humanos se ocupen de vigilar a las fuerzas del orden". (FIN/IPS/tra- en/mb/nrn/sz/mn/ceb/mp/hd ip/99

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