Cientos de árboles serán derribados en el corazón de la capital de Bangladesh, donde el gobierno de China planea construir el centro internacional de conferencias en el que se celebrará la Cumbre del Movimiento de Países No Alineados (NOAL) en el 2001.
Los ambientalistas se oponen a la autorización del gobierno de Bangladesh a ubicar el complejo en el Parque Osmany, considerado uno de los principales pulmones verdes de la ciudad y así llamado en honor del líder militar de la independencia de este país.
La primera ministra Sheikh Hasina Wajed prometió "plantar tres árboles por cada uno que se derribe para construir el centro de conferencias", pero no convenció a los opositores. Los retoños no son buenos sustitutos de los árboles ya crecidos para oxigenar el aire, que es de muy mala calidad en Dhaka.
El nivel de contaminación de Dhaka, que tiene más de ocho millones de habitantes, sobrepasó el de México, que antes era considerada la ciudad más contaminada del mundo, explicó la Comisión de Energía Atómica de Bangladesh.
Los ambientalistas sostienen que el Parque Osmany, que tiene una extensión de 9,5 hectáreas, contribuye a reducir la contaminación del aire en Dhaka, que tiene niveles inaceptables de plomo, benzeno carcinógenico y monóxido de carbono procedente de los vehículos.
Dhaka, por cuyas calles circulan más de 200.000 vehículos, tiene un volumen de partículas en suspensión tres veces mayor que el límite tolerable de 400 microgramos por metro cúbico, según el Departamento de Ambiente de Bangladesh.
La red de canales construidos a principios del siglo XVII para facilitar el comercio fue rellenada casi por completo, y los árboles fueron derribados para construir edificios y casas, con el fin de albergar a la creciente población urbana, compuesta por muchos que huyeron de la pobreza desde pueblos pequeños.
El costo estimado por el gobierno chino para la construcción del complejo de conferencias es de 70 millones de dólares. El ex propio primer ministro de China Li Peng fue quien puso la piedra fundacional.
Grupos de ambientalistas pretenden que el gobierno cambie la sede de la cumbre de la cumbre de la NOAL a fin proteger el ambiente, para lo cual organizaron demostraciones, publicaron declaraciones y escribieron cartas de protesta a los diarios y las autoridades del caso.
Un comité de ciudadanos encabezado por el profesor Sirajul Islam Chowdury, de la Universidad de Dhaka, hizo una reunión en la capital el 18 de mayo para protestar contra la construcción del centro internacional de conferencias del Jardín de Osmany.
La doctora Naila Khan, pediatra del Hospital Infantil de Dhaka fue una de las oradoras y dijo que la cantidad de plomo que tienen los niños en su cuerpo es ocho veces más alto que el aceptado por la Organización Mundial de la Salud.
"Necesitamos árboles para reducir la contaminación del aire. Derribar los árboles sólo servirá para agregar problemas a toda la población y en particular, a los niños", advirtió la doctora.
Anwar Hossain, médico de la Universidad de Dhaka, propuso en la reunión que se escribieran cartas de protesta dirigidas a la secretaría de NOAL, a diversas embajadas y a las Naciones Unidas.
Mientras, la Asociación de Abogados Ambientalistas de Bangladesh inició un proceso judicial contra la elección del Parque Osmany como sede de la cumbre.
Los principales periódicos cuestionaron la decisión del gobierno en sus páginas editoriales, y expresaron su deseo de que el gobierno cambie el lugar asignado para construir el centro de conferencias.
El semanario Dhaka Courier publicó un editorial en el cual sostenía que el derribo de árboles del Parque Osmany no sería sino "vandalismo patrocinado por el estado".
"Nos preguntamos cómo es posible que un país que firmó la declaración de Río de Janeiro tome una decisión tan inhumana y cruel, mientras la ciudad va perdiendo sus árboles", agregaba el editorial.
La empresaria constructora Nur Jahan observó que los árboles del Parque Osmany "luchan contra la contaminación" y "son refugio de pájaros y otras criaturas". "Nos sentimos muy tristes por el destino de esos pobres árboles", dijo, en una carta enviada a un diario.
Mientras, el Ministerio de Trabajo y la Corporación de la Ciudad de Dhaka declararon públicamente que el complejo ocupará apenas poco más de un hectárea del terreno, para lo cual se derribarán 410 árboles.
El proyecto incluye la construcción de jardines y la plantación de más árboles alrededor del centro de conferencias, agregaron. Pero los activistas se oponen a que se derribe un sólo árbol del Parque Osmany.
Bangladesh no logró controlar la desforestación indiscriminada, y ese es el origen del desastre ecológico y el aumento de la pobreza en la zona rural, según los ambientalistas.
La erosión de los ríos obliga a decenas de miles de personas a desplazarse cada año hacia las ciudades en busca de trabajo.
El gobierno se propone aumentar la forestación a 20 por ciento de la superficie del país en el 2015, ya que ahora sólo ocho por ciento está forestada. Los ambientalistas recibieron este proyecto con aplausos.
Pero ahora, algunos miembros de la oposición política acusaron al gobierno de ser "cruel con la naturaleza", a raíz de su decisión de construir el centro de conferencias para la Cumbre de NOAL en uno de los parques más famosos de Dhaka. (FIN/IPS/tra- en/ti/an/ceb/mj/en/99