El Museo de Arte Africano de Nueva York presenta la exposición de pinturas "Una Crónica del Congo: Patrice Lumumba en el Arte Urbano", organizada como una novela, con capítulos y la historia de un héroe.
La muestra contiene 50 pinturas del artista congoleño Tehibumba Kanca Matulu y de otros, las cuales tienen como tema central la vida y la época de un empleado de correo que se transformó en el libertador del Congo en 1960, Patrice Emery Lumumba.
Lumumba encabezó el Movimiento Nacional Congoleño (MNC), cuya cruzada por la independencia duró tres años y se concretó el 30 de junio de 1960 cuando se convirtió en primer ministro.
Seis meses después estaba muerto, asesinado por rebeldes de la provincia de Katanga (ahora Shaba) que secuestraron a Lumumba, aparentemente con la complicidad de Bélgica y Estados Unidos, despues de que huyó a Stanleyville (ahora Kisangani).
"Si muero mañana, es porque un hombre blanco habrá armado la mano de un negro", predijo Lumumba.
Las obras presentadas en la exposición subrayan la identidad individual y colectiva de los congoleños y evoca al pasado relacionado con el presente.
Durante mucho tiempo las pinturas de Lumumba fueron una forma de representar los aspectos contrarios a la versión oficial de los hechos y una forma segura, aunque indirecta, de criticar al gobierno.
Uno de los cuadros es "Kabila dando la caza a Mobutu", de 1997. El presidente de República Democrática de Congo (RDC, ex Zaire), Laurent Kabila, es mostrado como un cazador que acecha a Mobutu, el leopardo, con arco y flecha.
El leopardo representa al ex dictador Mobutu Sese Seko como símbolo del poder durante los 30 años de su dictadura en Zaire.
Otrora ayudante de campo de Lumumba, en 1965 Mobutu derrocó a Moise Tshombe que había asumido como presidente tras su rebelión en Katanga, una región excepcionalmente rica en minerales.
Las pinturas muestran la turbulencia en el Congo y ofrecen un colorido testimonio de la intervención de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en el país.
Las fuerzas de la ONU pusieron fin a la secesión de Katanga en junio de 1964 luego de que 20.000 "cascos azules" tomaron parte en las diferentes etapas del operativo de pacificación.
Los problemas del Congo costaron la vida de Dag Hammarskjold, el secretario general de la ONU, quien pereció en un accidente aéreo cuando trataba de mediar un acuerdo de paz con Tshombe, y llevó a una compleja crisis política y financiera dentro de la propia organización mundial.
Algunas pinturas muestran cómo el discurso de Lumumba, pronunciado el 30 de junio de 1960 en la ceremonia de la independencia, provocó la huida de los europeos blancos. El líder africano proclamó durante el acto el derecho de los congoleños de gobernar su propio país.
Una sección titulada "Lumumba, Retratos de un Líder" presenta los trabajos de distintos fotógrafos o imágenes impresas.
"Rompiendo las cadenas" y "Lumumba, su ascensión y caída" cuentan los principales acontecimientos de la vida política del líder, como fue reinterpretada durante la dictadura de Mobutu.
Los organizadores de la exhibición advirtieron a los espectadores que las obras "no siempre reflejan un hecho histórico o contienen un estricto orden cronológico, pero destacan eventos iconográficos de la vida del líder asesinado".
Entre esos hechos figura su primer arresto en 1959, una pintura de Lumumba con la delegación congoleña en Bruselas para discutir la independencia del Congo de Bélgica, un cuadro con el rey Balduino, y su alocución pública durante la firma de la Declaración de Independencia.
Otra sección está constituida por "Las Memorias, el Legado y la Apropiación", la cual recuerda que Kabila se presenta a sí mismo como un discípulo de Lumumba.
Pintores urbanos también se inspiraron en la tradición, como lo indica la sección "Antecesores Proféticos", que cuenta la historia del jefe songyle Lumpungu II, ejecutado por los belgas en 1936 tras ser acusado de asesinar a una mujer y su hijo.
Según la gente de su tribu, su crimen consistió en escribir al rey de Bélgica para pedir la independencia.
Panfletos anti-Lumumba impresos por los colonos belgas durante el período electoral tambien se exhiben al público. El más famoso es el que reza "Congo tiene problemas por culpa de este hombre, Lumumba. ¡Arréstenlo!".
Sin embargo, para otros historiadores, la historia de Africa habría sido diferente si "ese hombre" hubiera vivido.
La exposición es parte de una serie de eventos sobre arte y la historia del Congo, y está complementada con un programa de iniciativas educativas, películas, lecturas, trabajos y talleres infantiles, incluyendo murales en el subsuelo del museo.
Según Elom Brath, presidente del Movimiento de Coalición Patrice Lumumba, con sede en el barrio neoyorquino de Harlem, "la muestra contiene una historia inédita de lo que fue Lumumba, y cómo influyó en la cultura política de Africa y en el mundo".
Brath, quien encontró al líder en Africa y durante su visita a Estados Unidos, explicó que la popularidad y la fuerza del político congoleño obedecían a que no tenía "una base tribal".
"Lo que está ocurriendo ahora en Burundi, Congo y Ruanda, a menudo calificado como 'conflictos étnicos', es una continuación de la guerra fría, si bien se trata de una guerra caliente para los africanos", dijo.
Un aspecto menor de la muestra es una cita del filósofo francés Jean Paul Sartre: "Muerto, Lumumba dejó de ser un individuo y se convirtió en toda Africa, con su voluntad unificada, la multiplicidad de su sistema político y social, sus divisiones, discordias, su fuerza y su impotencia. No fue ni podría ser el héroe del panafricanismo, fue su mártir".
Más allá de la estética, este es el mensaje subyacente de las pinturas, a menudo creadas sobre bastidores tan baratos como sacos de harina o telas de camisas. (FIN/IPS/tra-en/ib/mk/ego/aq/cr/99)